domingo, 20 de diciembre de 2009

La argentina del 2010 será más cara en dólares y la sociedad lo sentirá en su bolsillo

Para el economista Tomás Bulat, la apreciación al estilo argentino, es decir, sin revaluación nominal de la moneda, trae algunos problemas adicionales que el resto de la región no tiene.

Bulat así lo explicó: “Al igual que el resto de la región, la Argentina se está volviendo más cara en dólares, pero no por las mismas razones que los otros países. Brasil está más caro, al igual que Chile y Perú. Pero nuestro país tiene algo que los demás no tienen y es la inflación”.

Para el economista “el dólar va a funcionar como ancla”, es decir que irá frenando los precios, y “va a seguir devaluándose en una fórmula de inflación menos cinco, vale decir, que si la suba de precios es de un 23% para 2010 la devaluación será del 18 por ciento”.

“Por la inflación, nos estamos convirtiendo en un país caro en dólares, aunque la cotización no se mueva. Y esta forma de revalorizarse genera inequidades y distorsiones, porque afecta más a unos que a otros”, sostiene:

Al igual que Bulat la mayoría de los economistas hacen referencia a una brecha entre la suba de precios y la corrección cambiaria.

Incluso, muchos de ellos, estiman un diferencial mayor: proyectan una inflación de entre un 18 y 20% y un tipo de cambio que sólo variará un 10% para 2010.

¿Sube el peso o baja el dólar?

Tal como expresó Bulat, la suba de precios en dólares no es sólo un fenómeno inherente a la Argentina. La fuerte revaluación de las monedas brasileña, chilena y uruguaya, sin ir más lejos, abona esta tesis.
La preocupación fue expresada por el propio ministro de Economía, Amado Boudou, quien dijo que la caída del dólar “no es buena para los países de la región”, que ven perder competitividad.
Pero entre los economistas argentinos prima la sensación de que la debilidad del billete verde sólo explica una parte de la situación.

“Si esa fuera la única causa del encarecimiento en dólares de los precios en la Argentina, no debería existir un diferencial de inflación tan elevado con Estados Unidos”, opina Milagros Gismondi, analista del estudio Ferreres.

Quienes vinculan directamente el encarecimiento en dólares con la inflación doméstica apuntan a las políticas del gobierno, y no tanto al escenario internacional, como el causante de la situación.

En esa línea, el economista José Luis Espert, con su habitual estilo crítico y frontal, destaca “políticas muy locas del gobierno en lo fiscal y en lo salarial” a la hora de explicar el porqué de la inflación dolarizada.
“Hoy en la Argentina hay un encarecimiento en dólares en serio”, es su diagnóstico, y lo atribuye a las urgencias financieras del fisco, así como a la tendencia fomentada por el gobierno desde 2005 en el sentido de autorizar aumentos de salarios atados a la inflación.

El riesgo, según los expertos, es que las empresas argentinas vean disminuir sus márgenes, en un contexto de costos que suben más rápido que los ingresos.

Implicancias

1) El cambio de precios relativos. Es típico de los momentos de peso subvaluado que los servicios sean baratos en relación a los bienes transables. Y lo contrario ocurre cuando el peso se aprecia.

Es decir, cuando hay atraso cambiario, en la canasta familiar empiezan a encarecerse rubros como la medicina prepaga, el colegio, los arreglos del auto y el esparcimiento, en comparación con lo que cuesta llenar el changuito del supermercado.

Hoy se está verificando esta situación, aunque el cambio de precios relativos no necesariamente estaría denotando un atraso grave.

2) Aumento de las propiedades. Mientras en el mundo explotó una burbuja inmobiliaria que derrumbó los precios, en la Argentina la cotización del metro cuadrado no dejó de crecer, incluso cuando el volumen de operaciones bajó bruscamente.

Al inicio de la crisis internacional, en 2007, los departamentos de las zonas más demandadas de Buenos Aires experimentaron una suba anual del 10% en dólares. Y este año, el más flojo de la década para la actividad inmobiliaria, luego de un breve impasse, está mostrando otra vez signos de apreciación.

De hecho, un relevamiento realizado por Reporte Inmobiliario indica que, en el año, la apreciación del metro cuadrado rondará el 2,8 por ciento.

Los expertos del sector inmobiliario siempre destacaron, como una particularidad del mercado argentino, la fuerte resistencia que éste presenta a la baja de precios. Esa rigidez, de hecho, es lo que enfrió la actividad de compraventa. Vale decir: si en los momentos más críticos las cotizaciones no bajaron, la tendencia para el próximo año -en el que se anticipa un repunte de la economía- será nuevamente alcista.

Se estima que la combinación entre la suba del dólar (cercana a un 10%) y el incremento en el precio del metro cuadrado será mayor que el aumento salarial que recibirá gran parte de la sociedad, generando esto una mayor brecha a la hora de querer adquirir una unidad.

Cabe destacar que, en relación con el salario, las propiedades han incrementado su valor. Al respecto, un estudio de la UADE indica una diferencia del 44% respecto de 1997, cuando regía el “uno a uno” y este indicador comenzó a ser medido.

Conclusión, las propiedades serán caras en dólares, no solamente en términos nominales, sino también en términos relativos.

3) Suba del desempleo. Un país con precios caros y poca flexibilidad en su política cambiaria suele tener problemas de empleo.

Pasó en la Argentina de los '90, ocurre actualmente en España, atada al euro.

Y según algunos analistas, el agravamiento del desempleo verificado este año (rompiendo la tendencia descendente que se venía dando desde la crisis de 2001) puede ser una señal de que hay un atraso cambiario.

En esa línea, Espert alerta sobre “el hecho de que el Gobierno deba gastar cada vez más dinero para subsidiar salarios a un montón de empresas que, si no fuera por esa ayuda, deberían estar despidiendo gente”.

4) Tendencia a un mayor proteccionismo. En la misma línea de razonamiento que el punto anterior, un síntoma de tipo de cambio atrasado es la dificultad de la industria nacional para afrontar la competencia de productos importados, a precios imposibles de lograr en el mercado doméstico.
Este año ha sido pródigo en reclamos gremiales que, cuidándose de no mencionar la palabra “devaluación”, pidieron una mayor protección para los sectores más “sensibles”.

Las tensiones diplomáticas con Brasil fueron la expresión más evidente de hasta dónde llegó esa dificultad para competir.

“Cuando el Gobierno sale a cerrar la economía, lo que en realidad está haciendo es admitir que está con problemas en su tipo de cambio. Es una situación común a todo el Mercosur, que se siente incómodo por la forma en que se han apreciado sus monedas y ha tenido que recurrir a una forma de devaluar sin devaluar”, argumenta Espert.

5) Suba de salarios en dólares. La tendencia de los últimos años en materia salarial ha sido la de seguir a la inflación. Los principales convenios tratan de mantener el poder adquisitivo del salario guiándose no por el índice oficial, sino por lo que resulta del consenso de los economistas privados.

Prueba de ello es la evolución del índice de variación salarial que mide el propio INDEC, y que muestra incrementos del 23% en 2007, 22% en 2008 y 15% hasta octubre de 2009.

Es decir, un incremento nominal de los salarios del 72% en un período en el que la devaluación fue del 28 por ciento.

La conclusión es clara: los sueldos están más altos en dólares, aunque no en poder adquisitivo.
Según dan cuenta los analistas, en la actualidad el salario medido en dólares es comparable con el de las épocas del 1 a 1.

De todas formas, los economistas recomiendan cautela a la hora de comparar los dos períodos. Primero porque, dadas las ganancias de productividad, sería esperable un nivel salarial mayor, y segundo por la distorsión que provoca la desvalorización sufrida por el dólar en los últimos ocho años: “No es el mismo dólar el de los dos momentos. El de 2001 tenía una paridad de 90 centavos con el euro, mientras que ahora está a 1,50. Por lo tanto, cuando uno dice que ahora gana en dólares lo mismo que en 2001, en realidad está diciendo que perdió un 40%”, afirma Bulat.

6) Los argentinos siguen viajando. Es un clásico de los momentos de atraso cambiario: cuando veranear dentro del país se encarece al punto de que resulta más barato ir al exterior, es porque algún desajuste cambiario hay.

En este momento, si bien no se llegó al punto de que viajar al Caribe sea más económico que un alquiler en Mar del Plata (como sí ocurrió a finales de los 90), la brecha de precios viene disminuyendo.
Las noticias de los últimos días reflejaron con asombro cómo se agotaron las reservas para viajar a un Brasil, que resultará un 25% más caro por la apreciación del real.

Pero hay que recordar que la inflación brasileña es muy baja, por lo que el aumento no es tan grave cuando se lo compara con el costo de veranear en la costa argentina, que tendrá un aumento de alquileres de entre 15% y 20 por ciento.

Señales que contradicen la necesidad de devaluar

1) Hay superávit en la cuenta corriente. Uno de los métodos de análisis tradicionales para determinar si un país tiene un desequilibrio en su tipo de cambio es observar la cuenta corriente de la balanza de pagos, que compara los dólares que entran al país (por exportaciones e ingreso de turismo) y los que salen (por importaciones y viajes de argentinos al exterior).

Así, en los últimos años de la convertibilidad, el saldo mostró un persistente déficit, que hacía pensar en la necesidad de una fuerte corrección.

En este momento, en cambio, la previsión de los economistas, según la encuesta del Banco Central, es que este año finalice con un superávit de u$s7.912 millones y el año próximo con otro saldo positivo de u$s6.690 millones.

¿Qué significa esto? Por lo pronto, que no parece necesaria una devaluación. Pero claro, esto no necesariamente significa que el actual tipo de cambio deje a la Argentina en una situación competitiva.

2) Los servicios públicos siguen baratos. Como puede comprobar cualquier turista que este verano viaje a Brasil o Uruguay, llenar el tanque de nafta en los países vecinos puede costar el doble que en la Argentina.
Claro, según cómo se la mire, la política de subsidiar servicios públicos puede ser un síntoma de que el país es competitivo… o de todo lo contrario. Porque la necesidad de subsidiar puede ser vista justamente como un reconocimiento de que el nivel general de precios no es accesible para la población.
En todo caso, el anuncio del ministro Boudou y los recientes decretos autorizando incrementos tarifarios (en algunos casos del 20%) hacen pensar que durante 2010 el retraso relativo de los servicios públicos comenzará a cerrarse.

Como estos servicios tienen fuerte incidencia en el índice inflacionario, es de prever que su readecuación tenga además el efecto secundario de empujar al índice general de precios.

3) Los países vecinos revaluaron más que Argentina. Si bien los precios argentinos se encarecieron, lo mismo ocurrió, a veces de manera más marcada, en el resto de la región, donde los países dejaron apreciar sus monedas. De manera que no podría concluirse que hay una pérdida de competitividad contra el Mercosur o los otros vecinos.

“Hay que destacar que la apreciación real con el dólar fue compensada con una depreciación real con la moneda de Brasil. Por lo tanto, la política cambiaria no ha generado una pérdida de competitividad. Hacia fin del 2008 cuando el real sufrió una depreciación, hubo cierta presión hacia una depreciación mayor del peso argentino, pero que ya ha quedado atrás con la apreciación del real con respecto al dólar”, indica Gismondi, del estudio Ferreres.

4) El índice Big Mac. El célebre indicador inventado por la revista “The Economist” sigue siendo considerado de utilidad para detectar casos de países que estén con un problema de sobrevaluación de la moneda.

Claro que el precio contra el cual se compara a todas las Big Mac del mundo es el que se cobra en los Estados Unidos, con lo cual en este momento hay mayor probabilidad de que se vean sobrevaluaciones.
Así, por ejemplo, el índice le da a Brasil un diferencial de 13 puntos porcentuales. Para la Argentina, en cambio, con un coeficiente de -15, indica que la moneda local necesitaría no devaluarse, sino revaluarse.
De todas formas, la diferencia viene disminuyendo año a año. Hace cuatro años, por ejemplo, el país, con un nivel de -46, rankeaba entre los que tenían la moneda más depreciada.

¿Hay que devaluar o no?

Si el gobierno cambiara abruptamente su política y decidiera dejar de intervenir en el mercado de cambios, la cotización no variaría demasiado respecto de su valor actual. Al menos esa parece ser la opinión generalizada.

Esto no necesariamente está indicando que se esté en un punto de equilibrio, sino que se diluyó la incertidumbre de otros momentos más complicados en el plano político.

Espert, aunque sí percibe un retraso cambiario, no cree que el mismo tenga una gravedad tal como para que el gobierno no mantenga el control.

En el estudio Ferreres consideran, incluso, que el efecto de corto plazo sería una caída en la cotización, en la situación hipotética de una flotación pura.

“Si se tomara sólo la relación bilateral con los Estados Unidos, el dólar de equilibrio sería $ 4,30, pero si se mira el tipo de cambio multilateral, tendríamos que bajar a $ 3,60, lo cual indica que el nivel actual no está lejos del equilibrio”, señala Spotorno.

Pero una cosa es la estabilidad del dólar y otra es la competitividad. En este sentido, los pronósticos no son auspiciosos. En lo que respecta a las empresas, la expectativa es menos alentadora.

Todesca recuerda que la debilidad del dólar ayudó en parte a mitigar la pérdida de competitividad, pero que esta situación ya no se repetirá en 2010 con la misma intensidad.

Esto podrá complicar a los exportadores. “Las empresas tendrán más demanda en términos de cantidades, pero probablemente márgenes de rentabilidad más reducidos”, advierte.

"Para los empresarios, los costos ya se parecen a los de la convertibilidad”, analiza Carlos Melconian, titular de la consultora MyS.

Para el economista, el incremento de costos en dólares tendrá en los próximos meses un correlato inevitable: la muy baja tasa de inversión por parte de las empresas.

“Esto ya no es el 2004, cuando se generaba rentabilidad y se reinvertía. Hoy da muy finito. Y si a la falta de horizontes se le agrega altos costos en dólares, el escenario que viene es de surfeo”, advirtió Melconian.

Fernando Gutiérrez
© iProfesional.com
Fuente: Infobae Profesional

Una familia tipo necesitará $8 mil para veranear diez días en la costa

Con el encarecimiento de algunas alternativas, como Brasil, las playas argentinas se asegurarían un buen nivel de reservas para esta temporada

Este año, los destinos atlánticos como Mar del Plata y Pinamar esperan recibir a los turistas que otros veranos optaron por Brasil o Uruguay ya que los costos marcan una gran diferencia.

A modo de ejemplo, este verano las comidas en el sur de Brasil trepan al doble para los argentinos, aunque los valores de alquileres en dólares son similares a los de las playas argentinas.

En tanto, en Uruguay aumentó un 10% el gasto de comidas y un 15% el hospedaje, según la Corporación Gastronómica.

De acuerdo a un relevamiento del diario porteño Clarín, una pareja con dos chicos deberá gastar unos $8.000 para veranear durante diez días en enero, con salidas y varias comidas afuera.

Por $4.000 más podrá ir a Pinamar, en cambio, si se elige Punta del Este, el gasto familiar podría arañar los 20.000 pesos.

Los cálculos incluyen el transporte en auto naftero y peajes (en el caso de Punta del Este, el buquebus Eladia Isabel hasta Colonia), alojamiento en un departamento completo de dos ambientes, bien ubicado, para cuatro personas (en el caso de Florianópolis, una casa pequeña), las cuatro comidas diarias y dos actividades de entretenimiento.

Las tarifas se calcularon en base al cambio del viernes: un dólar equivale a $3.83 argentinos, a 2.10 reales y $20.5 uruguayos.

Hace dos semanas, las comidas aumentaron un 20% en la Costa argentina. En Mar del Plata se pueden gastar unos $ 3.200 si el desayuno y la merienda es en el departamento, y se almuerza y cena en la playa, el puerto o el centro, o si se pide un delivery.

Los precios de las carpas están entre $1.500 y $2.000 en los balnearios más concurridos como La Nueva Posta. También están las actividades típicas veraniegas: $120 la hora de alquiler del cuatriciclo y $80 la cabalgata por persona.

Por su parte, entre ida y vuelta a Florianopólis en auto, con nafta súper, hay que pensar en gastar alrededor de $1.100. El valor de los peajes dependerá del camino. Si elige ir por Paso de los Libres, que es el más económico, se gastará $133.

martes, 15 de diciembre de 2009

Masivo apoyo a Dubai World

El gobierno de Abu Dhabi aceptó respaldar financieramente al holding Dubai World y destinó 10.000 millones de dólares para afrontar sus deudas, que serán utilizados en un primer momento para pagar un bono que vencía ayer.

Así lo anunció el presidente del Comité Supremo Fiscal del gobierno de Dubai, el jeque Ahmad bin Said al Maktum, en un comunicado. Un año después de que la crisis global frenara el espectacular crecimiento de Dubai, el principal brazo financiero de este emirato, el holding Dubai World, anunció que pediría una moratoria de por lo menos seis meses en el pago de 59.000 millones de dólares de su deuda.

Los mercados tomaron con optimismo el plan para garantizar el pago de la deuda

Los mercados tomaron como algo positivo la movida oficial para respaldar el pago de la deuda. Los bonos tuvieron alzas moderadas, el dólar mantuvo su quietud habitual y las acciones ganaron en sintonía con Wall Street. La estrategia K no viene a despejar un fantasma que estuviera instalado en los inversores, o sea un default inminente de la deuda. Los precios de los bonos ya descartaban ese escenario a pesar de los fuertes vencimientos del año próximo. Más bien, el plan oficial busca que las tasas de los títulos caigan unos puntos más para poder colocar deuda en 2010 a un costo “razonable”. El fondo, que se constituirá con parte de las reservas del BCRA, se transforma en una especie de collateral o “cobertura” para los bonos argentinos. “Lo hacen simplemente para bajar algo más los spreads y así estar más a tiro para emitir los u$s 3.000 millones que fueron siempre la razón para avanzar en el frente externo. Como no quieren ir al Fondo, y ven que no pueden emitir al 10% (la tasa en EE.UU. subirá algo para cuando terminen con los holdouts en marzo, y el ‘efecto oferta’ de la emisión hará que el spread de salida se eleve un poco), manotean al Central”, explicó un ex BCRA. “Creo que el efecto en los mercados, una vez que se quite la suba generalizada en activos de riesgo y el aumento estacional de la demanda por pesos, es casi nulo. Y en todo caso, será bien menor que el costo institucional de avanzar sobre la autonomía del Central”, añadió el banquero.

En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) se vieron subas de hasta 4,6% como el caso del Par en pesos y de 2,73% en el cupón atado al PBI en moneda local, si bien en promedio las alzas fueron de 1,5%. El caudal de negocios, de unos $ 1.088 millones en renta fija, habla del buen momento de los títulos. En la Bolsa, el índice Merval ganó 1,78% donde se destacaron los papeles bancarios (precisamente por sus tenencias de bonos): Patagonia (+9,55%), Banco Hipotecario (+6,45%) y Galicia (+3,90%). Claro, todo esto en medio de un clima financiero global que volvió a ser positivo.

Lo cierto es que en las mesas de los bancos no había pesimismo sino todo lo contrario. Dicen que la movida es una buena noticia para los bonos, tiene poco efecto en acciones (aún les pesa ser un “mercado de frontera”) y que el tipo de cambio, a pesar del drenaje de u$s 6.500 millones, quedará en manos del Central. “Que caigan las reservas no complica al dólar. Todavía tienen un poder enorme, te matan. De hecho hoy (por ayer) seguían sobrando dólares y Redrado se llevó u$s 80 millones sobre el final de la rueda”, consignaban en una entidad líder. El dólar para fugar divisas, o sea el contado con liquidación, está en $ 3,80 (por debajo del spot) y sin sobresaltos.

El razonamiento del mercado es que el plan es positivo porque la iniciativa permitiría que muchas compañías puedan tener posibilidades de colocar deuda en el exterior a un menor costo. Si se reduce el rendimiento del soberano, las compañías pueden “pelear” unos puntos menos a la hora de salir a endeudarse. De hecho, hay varias empresas con deseos de emitir títulos en el mercado internacional que están esperando que se cierre el canje a los holdouts.

Boudou también lanzó una operación de marketing con respecto al Boden 2012, uno de los dolores de cabeza más grande para el Gobierno ya que año a año representa el mayor vencimiento de deuda. La idea es ofrecer un pago anticipado por el vencimiento del 3 de febrero, cuando se paga renta, con un descuento. Parece poco lógico que un inversor acepte el pago por adelantado cuando a la vez se crea un fondo para “garantizar” el no default. Hoy el Gobierno paga u$s 1.500 millones del cupón PBI, desembolso que se hará utilizando los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI. El Tesoro compra los dólares al Central y éste atesora el equivalente en DEG a las reservas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

La falta de calor frena las ventas de equipos de aire acondicionado

Las cadenas de electrodomésticos esperan con ansias que, de una vez por todas, comience el verano. Sucede que, según reza una máxima, la demanda de equipos de aire acondicionado crece cuando hace mucho calor durante tres noches seguidas, algo que aún no sucedió, al menos en Buenos Aires.

El año pasado, las casas de electrodomésticos registraron en noviembre un récord en ventas de equipos de aire acondicionado para ese mes, alentado por las altas temperaturas registradas entonces, con muchos días consecutivos con más de 30º C –y cortes de energía resultantes– e incluso el pico máximo en 53 años para noviembre, de 35,2º C y 40,1º C de sensación térmica. En ese momento, las ventas habían trepado 80% ese mes contra noviembre de 2007.

Hoy, el panorama es el opuesto: con apenas unos pocos días aislados de 30º C de máxima y con mínimas de 12º C, las ventas cayeron de 35% a 40% en noviembre con respecto a igual mes del año pasado, y una variación similar sufrieron también los ventiladores, según un sondeo de El Cronista entre empresas del sector, Frávega y Garbarino, entre ellas.

“En Buenos Aires y conurbano, la falta de calor ya es preocupante; si no llega el calor en diciembre pero sí lo hace los primeros días de enero aún la temporada no está perdida”, explicó una fuente del sector, al tiempo que destacó que, en otras zonas del país, como el “Norte, las ventas sí fueron buenas, por altas temperaturas”. En el sector descartaron que la caída se deba a las subas de las tarifas eléctricas, ya que “en los días de calor, la demanda se reactiva”, explican. Además, advierten que es ahora un buen momento para comprar equipos: “Hoy no hay demora para instalar los aires; si esperan al pico de calor, como hace la mayoría, tendrán que esperar para poder usarlos porque los técnicos no darán abasto. Lo mejor es planificar”, advirtieron.

Las cadenas continúan alentado la venta de estos productos con tarjetas de crédito de ciertos bancos, ofreciendo descuentos y cuotas sin interés. Y aunque en el sector minimizan el reajuste de precios de los equipos de aire, se registraron alzas por el mayor costo de insumos como el cobre y el acero, que cotizan en dólares, en un año en que el peso se devaluó contra el dólar, un 18% de octubre de 2008 a igual mes de este año.

Hoy, los más económicos, de menos frigorías y solo frío, parten en los $ 1.600 sin promociones, contra los $ 1.250 del año previo, mientras que los de frío calor se consiguen desde $ 1.800. En las empresas destacaron que ofrecen promociones con 20% de descuento y 20 o más cuotas sin interés, con lo cual el alza quedaría casi sin efecto.

En los últimos años, los equipos de frío/calor –que se venden todo el año– continuaron ganando ventas frente a los de frío solo, alentados por la menor brecha de precios entre uno y otros, hoy de $ 200, y captan el 40% del mercado de splits.

Por otra parte, los productos nacionales también ganaron terreno frente a los importados: hoy más del 85% de los equipos que se venden en el país, tanto de marcas propias de comercios como de primeras marcas, se fabrican en Tierra del Fuego, bajo el régimen de promoción industrial. El resto provienen de países asiáticos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Debilidad en las ventas globales de McDonald’s



McDonald’s, la mayor cadena de comida rápida del mundo, informó ayer la cifra de ventas mensuales en todo el mundo más débil desde diciembre de 2008, mientras las ventas comparables en sus locales de Estados Unidos cayeron por segundo mes consecutivo.

Las ventas globales de la compañía en restaurantes que están abiertos desde hace por lo menos 13 meses crecieron sólo 0,7%. En EE.UU. las ventas declinaron 0,6%, tras una caída de 0,1% en septiembre. En cambio, en Europa la facturación aumentó 2,5% y la fortaleza en el Reino Unido y Francia compensó la debilidad en Alemania.

McDonald’s dijo que sus resultados en EE.UU. reflejan “la economía aletargada, pero se mantienen entre los mejores de la industria”. En ese país, las ofertas de comida de bajo costo del gigante de la fast food, ejemplificada por su Dollar Menu, han superado de manera consistente el desempeño de gran parte de la competencia desde principios del bajón económico global.

La firma también buscó fortalecer las ventas y el movimiento de clientes con el lanzamiento de sus cafés especiales McCafe, una estrategia que apunta a incrementar la venta de desayunos en sus locales estadounidenses. Pero la tendencia al crecimiento en las ventas se revirtió en septiembre, aparentemente por el aumento en los niveles de desempleo.

!Es tu dinero!

El diario británico Daily Mail publicó tiempo atrás un artículo donde narra el violento secuestro que sufrió James Amburn, un asesor financiero de 56 años radicado en Espira, Alemania. Hasta aquí, un hecho delictivo más. Sin embargo, la noticia rápidamente trascendió las invisibles fronteras de la pequeña ciudad. Sólo hizo falta que se desvelara la trama: sus captores habían sido Roland y Willy, dos inversionistas mayores de 60 que eran clientes de Amburn y habían perdido con él todos sus ahorros.

La descripción de lo sucedido a continuación merece guión y actores: el asesor fue introducido en el baúl de un auto y llevado hasta la casa de Roland en Bavaria, a unos 500 kilómetros del lugar del secuestro.

Allí se sumaron a la banda dos clientes también sexagenarios enceguecidos por la ira: los médicos retirados Gerhard e Iris. Entre los cuatro, ataron a Amburn a una silla y lo interrogaron por sus inversiones. Todo se había perdido en una pésima jugada por el sector inmobiliario de Florida, en Miami, previo al estallido de la crisis de las hipotecas subprime. La respuesta no trajo calma: el asesor fue encadenado, salvajemente golpeado y quemado con cigarrillos.

Desesperado por salvar su vida, Amburn ofreció vender los bienes que poseía en Suiza. Envió un fax para realizar la operación y en él coló un pedido de auxilio que ninguno de sus secuestradores supo detectar.

Al día siguiente, la policía llegó al lugar y pudo rescatarlo maltrecho pero vivo. Los quebrados inversionistas, ahora detenidos, enfrentan cargos por hasta 15 años de prisión.

Aunque extremo, el hecho habla de una conducta típica de los inversionistas: culpar a los asesores financieros cuando se pierde dinero. Habla también de cómo la gente elige la comodidad de delegar en terceros casi desconocidos el destino de sus ahorros, una conducta a las claras irresponsable.

Al analizar el término “responsabilidad”, podemos ver que está formado por la unión de “respuesta” y “habilidad”. Refiere a la capacidad de responder con eficacia o con habilidad, con la habilidad de saber hacer algo.

Por consiguiente, la pregunta principal que se plantea aquí es: ¿estamos respondiendo con compromiso y habilidad al desafío de invertir eficientemente nuestros ahorros, de forma tal que nos permitan alcanzar la independencia económica y un retiro temprano?

Superada la enésima crisis financiera y su burbuja previa, la experiencia indica que seguirán existiendo asesores que hagan perder dinero a sus clientes. Secuestrarlos no parece la solución.

Leer el libro “¡Es tu dinero!, Finanzas Personales sin Asesores”, recientemente publicado por la Editorial Granica (http://www.granicaeditor.com/item.asp?isbn=978-950-641-565-5) y escrito por el Director Académico de Inversor Global, Nicolás Litvinoff , en cambio, puede empezar a serlo.

martes, 8 de diciembre de 2009

Para ganar en la base de la pirámide

Uno de los preceptos del marketing está en jaque: posicionar una marca en el segmento ABC1 no siempre es un buen negocio. Cada vez son más las empresas conscientes de que, así como el conurbano bonaerense juega un papel clave a la hora de defi nir el resultado de las elecciones nacionales, en materia económica, los barrios más populares del Gran Buenos Aires también son decisivos a la hora de determinar la suerte de una marca o de un producto.

Sobre esta premisa, se desarrolla la investigación realizada por el periodista Alfredo Sainz en su libro Negocios exitosos argentinos, que acaba de editar Planeta. El autor, especializado en temas de economía y negocios, explora allí diez iniciativas empresariales que, tras la crisis de 2001, lograron instalarse en las preferencias del público de menor poder adquisitivo y alcanzaron, así, facturaciones millonarias. Coto, Helados Pirulo, Marolio, La Salada, FIE Gran Poder, Calipso y Dr. Ahorro son algunos de los casos más resonantes.

Todas estas historias confi rman que la conquista de los hogares de menores recursos ­conocidos en la jerga marketinera como la base de la pirámide­ requiere abandonar prejuicios y preconceptos.

Sainz advierte que una de las ideas equivocadas más difundidas en el universo empresarial es que los productos y servicios a los que acceden los pobres dejan márgenes de ganancia tan estrechos que desalientan la llegada de nuevos competidores. Sin embargo, la mayoría de las familias de bajos recursos, tanto en Bombay o Soweto como en González Catán o Aldo Bonzi, terminan pagando, por lo que compran, mucho más que un hogar de clase media. En defi nitiva, y más allá de la injusticia social que representa este fenómeno, la disparidad entre los gastos de una familia pobre del segundo cordón del conurbano bonaerense y un hogar de clase media del barrio porteño de Palermo demuestra que es posible reducir en forma drástica los precios de los productos y servicios a los que accede la base de la pirámide, sin renunciar a la rentabilidad. "Un trabajador que vive en la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza, y debe llegar todos los días hasta la estación de Liniers para tomar el tren paga, por el recorrido en colectivo de siete kilómetros, $ 2,20, exactamente el doble de lo que cuesta el viaje en subte para recorrer los 11 kilómetros que separan la estación Congreso de Tucumán, en Belgrano, del microcentro porteño", señala Sainz.


Creatividad en juego
El libro destaca que los supermercadistas asiáticos estuvieron entre los primeros en detectar las oportunidades que se abrían a partir de esta situación. Sin haber nacido en el país y con un manejo bastante limitado del idioma, los comerciantes chinos supieron adaptarse a las necesidades de sus potenciales consumidores y hoy son la alternativa de compra más buscada por millones de consumidores del Gran Buenos Aires, aun en los barrios más carenciados. "En todas las villas siempre hubo pequeños comercios que mataban con los precios a los vecinos, aprovechándose de que no tenían competencia. Por eso, la instalación de un autoservicio chino, lejos de generar resistencias, es muy bien recibida por la gente, porque les baja el costo de vida", explican comerciantes asiáticos entrevistados por Sainz.

El autor también subraya que, en contra de lo que suele creerse, apuntar a este segmento del mercado, exige un alto grado de innovación y creatividad. "Para lanzar un producto no trabajamos con un equipo de investigación ni invertimos en testeos. Hablamos con los proveedores, los comerciantes y los vendedores acerca de lo que está pasando en el mercado, para ver cuáles son las necesidades de nuestros clientes. Yo soy el departamento de marketing de la compañía, y la clave del éxito de nuestras marcas es estar en la calle, recorriendo los negocios y visitando a los mayoristas, porque con nuestro presupuesto no nos podemos dar el lujo de lanzar un producto que junte polvo en los depósitos", explica Daniel G ó m e z , a l frente de la división comercial de Algodonera Aconcagua.

Esta pequeña empresa fabrica artículos de tocador que, a través de las marcas Calipso y Plisse, compite con gigantes del tamaño de Unilever, Kimberly Clark o Johnson & Johnson.


Vida propia
El libro de Sainz revela hasta qué punto las localidades más pobres del Conurbano cuentan con circuitos comerciales propios, que incluyen desde pequeños almacenes y kioscos hasta prestamistas y locales de servicios, como remiserías o locutorios. Un ejemplo llamativo son las inmobiliarias que ofrecen terrenos y casas precarias en venta o alquiler, en asentamientos como la Villa 31 de Retiro.

Esta capacidad para adaptarse a entornos inhóspitos es una de las claves del éxito de Helados Pirulo, la heladería más grande del Conurbano que, casi sin pisar la capital federal y trabajando con un sistema muy laxo de franquicias y un marketing agresivo, captó a millones de consumidores bonaerenses. "Somos sinónimo de helado barato y nos va bien en los lugares a los que pertenecemos, como Alejandro Korn, Rafael Castillo o Guernica. Son localidadades donde difícilmente sobreviviría otra cadena grande. Cuando intentamos apartarnos de lo que sabemos hacer, que es trabajar con la gente más humilde, nos fue mal. Desde el nombre, Pirulo está pensado como un producto popular", explica Carlos Flores, fundador de la cadena que está presente sólo con un par de locales en el mercado porteño (en los barrios de la Boca y Versalles).

La elección de una ubicación acertada también explica el éxito de otra iniciativa analizada en el libro: la del grupo fi nanciero boliviano FIE Gran Poder, especializado en proveer financiamiento a pequeños emprendedores. Cuando llegó al país, a fi nes de 2001, en la empresa tenían claro que debían instalarse cerca de una estación de tren importante. Después de evaluar diferentes alternativas, optaron por Liniers, en lugar de apuntar a propuestas que parecían más obvias, como Constitución o Retiro. La razón era muy simple. Liniers tiene menos tránsito de pasajeros, pero es la terminal más utilizada por los inmigrantes bolivianos que están radicados principalmente en el oeste del Gran Buenos Aires y se convirtieron en los primeros clientes, en el país, de FIE Gran Poder.

Wall Street le echó el ojo al catálogo de Michael Jackson (con los derechos de Los Beatles)

Es sabido que llegar antes que los demás puede ser crucial. Y en Wall Street, aún cabizbajos como están en estos tiempos, saben oler negocios a la distancia.

Compañías como Colony Capital, Kohlberg Kravis Koberts o Plainfield Asset Management son algunas de las que hasta el momento, según el diario, se han interesado por el 50% que Jackson tenía en Sony/ATV, una “joint venture” que posee, entre otros, buena parte del catálogo de los Beatles.

Se trata del bien más preciado del “rey del pop” y, como aseguró recientemente el abogado del fallecido artista, Brian Oxman, de “uno de los catálogos más valiosos de la industria del entretenimiento, si no el más valioso”, ya que su precio podría rondar, según el diario neoyorquino, los u$s 500 millones.

Jackson, adquirió en 1985 la mayor parte de los derechos de las canciones de los Beatles y, diez años después, fundó Sony/ATV junto a Sony para gestionar ese catálogo.

En los últimos años, Sony/ATV ha comprado los derechos de miles de canciones de artistas tan conocidos como Bob Dylan, Beck o Joni Mitchell, algo que ha aumentado su valor y que, tras el fallecimiento del cantante, ha empujado a Wall Street a ver la posesión de Jackson como una buena inversión a corto y largo plazo.

John Branca, uno de los albaceas del testamento del artista, negó al Times que la parte que poseía Jackson en Sony/ATV esté en venta, algo que, según el rotativo, no ha impedido que algunos financieros se hayan acercado ya a la familia del cantante para tratar la posible multimillonaria compra.

Colony Capital, copropietaria ya del rancho de Neverland, mostró su interés abiertamente a los Jackson, algo que han imitado los directivos de Plainfield, empresa que prestó dinero a Mijac, la compañía que gestiona las propias creaciones musicales del cantante ganador de 13 Grammys.

Además, según asegura ese diario, algunas compañías financieras también han propuesto una unión con Sony para comprar la porción del catálogo que pertenecía a Jackson, quien, antes de morir, contaba con unas deudas que se situaban entre los u$s 400 y los u$s 500 millones, según el rotativo.

Jackson había utilizado su parte de Sony/ATV para respaldar un préstamo para mantener su nivel de vida, que, según el rotativo, figuraría como garantía de una deuda de u$s 300 millones con la entidad bancaria Barclays.

El New York Times también asegura que la familia está dividida en relación a la posible venta, ya que algunos están a favor de llevarla a cabo, mientras que otros quieren unirse para arrebatar a Sony la participación que esa compañía posee en el catálogo.