miércoles, 27 de junio de 2012

Nuevos edificios y terrenos reviven la Avenida Nueve de Julio Sur

Desde Belgrano hay 6 grandes emprendimientos. Se consolida la oferta por la cercanía de tres universidades privadas sobre Lima y Bernardo de Irigoyen que generan demanda de vivienda. Y la tendencia se extiende a ambos lados de la autopista.


Aunque la Ciudad luce atiborrada de edificios y la tierra es cada vez más cara, siempre hay lugar para un nuevo emprendimiento. Como buscadores de perlas, los desarrolladores logran ubicar terrenos, y para eso exploran sitios que aún ofrecen posibilidades interesantes: es el caso de la traza de la 9 de Julio, hacia el Sur del Obelisco.
Uno de los emprendimientos más ambiciosos de la zona es 955 Belgrano Office, en Belgrano 955. Allí se desarrolló una torre de oficinas premium de 30 pisos y cuatro subsuelos para autos, donde antes funcionaba una playa de estacionamiento. En cuanto salió a la venta, fue adquirida para este proyecto con una inversión que revela la importancia del emprendimiento: 100 millones de dólares . Y es uno de los pocos edificios de oficinas de gran categoría que se construyen fuera del ámbito de Puerto Madero, líder en este tipo de mercados.

“En la Ciudad suceden dos cosas: hay cada vez menos terrenos y cada vez más restricciones constructivas relacionadas con las áreas de protección”, explica Héctor Salvo, gerente general de la constructora. La empresa desarrolló torres como las Le Parc y el edificio Plaza San Martín. ¿Cuál es el límite en el Sur de la Ciudad? “No hay límites, si hay mercado podemos construir sobre Brasil.

La demanda es la que pone los límites ”, asegura Salvo. La obra sobre Belgrano, estaría terminada para diciembre de 2013.

Otro foco de crecimiento apalancado por tres universidades es la zona de las avenidas Independencia y San Juan .

Allí conviven la UADE, la UAI y distintas sedes de la Kennedy. Todas convocan a estudiantes del interior y un movimiento incesante de alquileres por la zona que buscan ser aprovechados por los inversionistas.

En México y Bernardo de Irigoyen, Allí se construye Facultad VII con la modalidad de fideicomiso al costo. El edificio tendrá 14 pisos: en el último estarán los amenities y en el resto estarán distribuidos losdepartamentos, tipo loft, de entre 40 y 60 metros cuadrados .

Y también habrá tres subsuelos de cocheras, vitales en el barrio, y estaría terminado para junio de 2014, justo en la esquina de Diagonal Sur y México, por donde pasa un cambio que impulsa la Ciudad: la extensión de la Avenida Roca , hasta Bernardo de Irigoyen, tal y como había sido planeada originalmente.

Si este proyecto de ley se aprueba, significaría también un cambio rotundo para la zona Sur de la 9 de Julio.
Según estimaciones del Ejecutivo porteño, la empresa que se haga cargo de la expropiación y extensión de la avenida invertirá unos 550 millones de pesos para el desarrollo inmobiliario de la zona.

“Cada obra nueva que se suma modifica el lugar y aporta al desarrollo del barrio, siempre es positivo. Pero el cambio definitivo lo genera el Estado interviniendo con las grandes obras de infraestructura”, opinó el arquitecto José Rozados. “Si bien el Sur de 9 de Julio es una zona que aún tiene opciones de negocios interesantes, por las universidades y la Diagonal, el barrio aún no acompaña, porque en las zonas aledañas hay algo de inseguridad y quedan casas tomadas”, detalla Rozados.

Sin embargo, hay al menos diez terrenos con carteles de venta : en Bernardo de Irigoyen al 900, entre Estados Unidos y Carlos Calvo, hay 3 terrenos juntos con un frente de más de 25 metros. Lo mismo del otro lado de la avenida, en Lima al 900, donde varios terrenos podrían salir a la venta en breve. Y en Cerrito y Bartolomé Mitre, la inmobiliaria Toribio Achával vende un gran predio que fue también una playa de estacionamiento. Y sobre Lima entre Carlos Calvo y San Juan se construyen un par de edificios; uno de ellos es Altman Eco Office, con 12 plantas y amenities además de cocheras, y que una obra del artistas Rogelio Polesello en la fachada.

Aunque con un movimiento más moderado, las calles Herrera y Hornos (colectoras de la autopista 9 de Julio Sur), también tienen muchos terrenos a la venta y tímidamente aparecen algunas obras. Como la que se anuncia al 1200 de Herrera, con oficinas a la venta.

A todos estos proyectos se suma el Quartier San Telmo, a punto de estreno en Garay al 700, y un proyecto cerca de arrancar en avenida Martín García y Jovellanos, donde funcionó una fábrica y que ocupa casi 3/4 de manzana.

Se impone un dólar blue congelado

El mercado informal del dólar sigue convocando sus clásicos protagonistas: la oferta y la demanda. La noticia, además del tibio retorno de los negocios incluso bajo el imperio de Guillermo Moreno, es la “fijación” del tipo de cambio que comenzó a regir desde hace dos semanas, lapso durante el cual el dólar informal cotizó siempre en la brecha de los $ 5,90 y $ 5,95.


La distancia del 0,8% entre la punta compradora y la vendedora habla de la baja afluencia de negocios, pero más dice sobre la cartelización del sector, acuciado por los controles de la AFIP y urgido a mostrar buen entendimiento con la esfera política si pretende no desaparecer de plano.

Llevar más allá del 31% la distancia que existe con el dólar oficial (hoy en $ 4,52) pondría en apuros a los pocos sobrevivientes y los sacaría del exiguo paraguas protector que implicó el acuerdo tácito con la Secretaría de Comercio Interior.

La especulación es que, de mantenerse bajo el volumen de negocios, los valores permanecerían virtualmente congelados.

Huelga decir que mientras el BCRA es refractario a los intereses del grupo y los pocos contactos realizados han sido vanos, los intentos se han dispersado sin éxito también en otros despachos de Economía.

De todas formas, el dato que tanto el Banco Central como los cambistas –también los “cueveros”– acarician con esmero son los u$s 8.000 millones del agro sojero que aún no se han liquidado en la plaza cambiaria. La mala noticia es que ese dinero todavía tiene forma de poroto de soja, ya que se trata de 16 millones de toneladas que aún no se han comercializado. Incluso el líder de la CGT Hugo Moyano tuvo su protagonismo la última semana: el anunciado paro de camioneros y la continuidad del conflicto significa menor llegada de la soja al puerto, lo que hizo subir el precio de la soja en Chicago por encima de los u$s 530.

Otra mala noticia es que, a pesar de la suba, las exportaciones se encuentran ralentizadas y las decisiones de inversión también se hacen desear. Si no se necesita dinero, tampoco es necesario vender la producción.

La mesa de dinero del Banco Central cuenta las horas –ábaco mediante– para que el agro les venda, de una vez, los u$s 800 millones semanales que solía liquidar en esta misma época, un año atrás.

Los u$s 400 millones semanales promedio que le venden a Mercedes Marcó del Pont no hacen más que profundizar la incógnita: la llamativa retracción resulta más evidente en medio de la temporada de liquidación más fuerte del agro, correspondiente al final de la campaña de la cosecha gruesa y que se extiende habitualmente de abril hasta el mes de julio. Si con la “ayuda” del cepo cambiario, las restricciones a las importaciones y el congelado giro de utilidades al exterior el BCRA no puede sumar reservas, en un contexto con menos ventas es poco probable que ocurra.

La salida de depósitos de los bancos –que se cuentan a su vez como parte de las reservas– mostró un nuevo capítulo en la semana del 11 al 15 de junio, cuando se fueron otros u$s 438 millones. El goteo apenas se redujo contra los u$s 547 millones de la semana anterior.

Para los bancos, el extraordinario colchón de pesos ociosos que tienen –acentuado a partir del cerrojo cambiario– ya no parece ser un problema.

Los depósitos a corto plazo que hacían al BCRA (pases) a cambio de una módica tasa de interés hoy se ha convertido en el motor del crédito a las empresas. Como consecuencia, el stock de pasivos no monetarios comenzó a retroceder. El dato a tener en cuenta es que las empresas demandan más crédito porque suponen que las tasas subirán.

lunes, 25 de junio de 2012

En 2 años subió el costo laboral argentino un 50% más que México y Estados Unidos

En 2011, el dinero necesario para mantener al personal aumentó en dólares 14% y la industria perdió competitividad; mantener un empleo implica hoy sumar 48% al sueldo neto del trabajador; las empresas, que advierten riesgos para la productividad, sienten la presión por los recortes que implica el impuesto a las ganancias.

En un escenario de menor actividad económica que se suma a otros factores de riesgo para la productividad, con índices de competitividad en baja por el tipo de cambio, y en medio de las presiones salariales que encuentran su lógica en una inflación que no cede, la carrera ascendente del costo laboral vuelve a ganar protagonismo entre las preocupaciones empresarias. Aun, eso sí, cuando parece haber un consenso bastante extendido en cuanto a entenderlo como un factor que no define por sí mismo -sino en juego con un mar de variables- las acciones de inversión y de generación o pérdida de empleos.

En dólares, se estima que los costos del personal para la actividad industrial subieron 14% sólo en 2011 -ajustado por productividad- y 57% desde 2006. A fines del año pasado, el costo unitario para la producción de bienes y la provisión de servicios en general se ubicaba, según cálculos de economistas, alrededor de 8% arriba del estimado para el promedio de los años de convertibilidad.

Si bien en gran medida esos números reflejan las mejoras en los ingresos de los trabajadores -incluso del salario real en varios gremios, aunque esa tendencia se frenó en el último año- eso no lo explica todo. La brecha entre el costo total empresario y el ingreso neto del empleado pasó, según un estudio de la consultora Idesa, de 36,6% en 2001 a 43,3% en 2006, y llegó a 48,2% en 2011. Es decir: por cada $ 100 que recibe el empleado, el empleador desembolsa, en promedio, $ 148,2. Los datos no consideran el efecto en el bolsillo del impuesto a las ganancias, que por la desactualización de su esquema de cálculo hace que el Estado se apodere cada mes de una porción más grande del ingreso de muchos trabajadores.

Para las empresas y en particular para algunos sectores industriales, el costo laboral en alza es un factor que suele ser mostrado como amenaza para el equilibrio de sus cuentas y hasta de la ecuación económica general. Los sindicatos dicen verlo como un usual y cansino latiguillo de los empleadores usado en las negociaciones salariales.

Para la gestión kirchnerista es un eje más de sus contradicciones: a la par de un discurso que tiende a demonizar por noventista cualquier advertencia sobre el tema, el Gobierno mantiene un esquema de rebajas de contribuciones patronales para nuevos empleos, homologa acuerdos con pagos no remunerativos, pide contener las demandas sindicales y hasta hace poco sostuvo una ventaja significativa para el entonces aliado gremio de los camioneros, ya que el Estado devolvía las contribuciones a la seguridad social pagadas por las empresas que tuvieran trabajadores afiliados al sindicato de Hugo Moyano, hoy convertido en el peor dolor de muelas para el poder central.

El tema genera inquietud, admiten en algunas empresas, porque se trata de un factor más entre los que terminan por resolver qué tipo de inversión habrá y en qué rubros, y consecuentemente, si se generará mayor actividad y más empleo. Claro que la coyuntura no permite pensar en un dinamismo de los capitales, y así la preocupación parece hoy más centrada en ver qué ocurrirá con la presión por las demandas salariales en un escenario complicado, y también con el empleo en las empresas, algo que también dependerá de las expectativas sobre la duración de la crisis (en 2009 la percepción de que se volvería rápidamente al crecimiento contribuyó a evitar despidos).

El costo laboral en alza no estuvo bajo la mira en los primeros tiempos de la recuperación económica iniciada en 2002. La reactivación contó, devaluación mediante, con el empuje que implican los sueldos relativamente bajos frente a la competencia internacional, y eso dio amplio margen para las negociaciones que buscaron compensar la suba de precios.

La persistente inflación y el objetivo de que la participación de los trabajadores en la riqueza del país recuperara terreno llevaron a robustecer las demandas salariales. Así, y según advierten varios estudios, algunas negociaciones derivaron en subas superiores a las mejoras de la productividad, un indicador hoy afectado por la menor actividad, las suspensiones por falta de insumos importados y la conflictividad.

COMPARACIONES

De acuerdo con un estudio del Ieral, en 2011 el costo laboral en dólares por unidad producida en la industria se ubicó alrededor de un 20% arriba del estimado para 1997. Si se toma como referencia ese año, tanto la Argentina como su principal socio comercial, Brasil, llegaron en 2006 a tener costos un 40% inferiores. Las trayectorias del indicador en ambos países se diferenciaron en 2008, cuando antes de que el real se revaluara con fuerza, el costo laboral brasileño había tenido una caída. Tras una suba posterior, la tendencia volvió a ser a la baja en 2011, un año que cerró con un costo unitario en dólares inferior en un 26% al de la industria local.

La cuestión preocupa a las empresas en general, más allá de las vinculadas a bienes transables. "Es un tema relevante; nadie puede dudar de que en el último año hubo un aumento en dólares del 20% y eso se traslada a precios si es un producto que permite hacerlo. Ese traslado va a ser cada vez más difícil en la medida en que el nivel de actividad pierda dinamismo", analiza Daniel Maggi, director de Personas de LAN Argentina y directivo de la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina (Adrha).

La brecha entre el salario neto y el costo empresario, en tanto, está explicada por los aportes personales a la jubilación y al sistema de salud, a los que por lo general se suma la cuota sindical (en los últimos años se hizo compulsiva en muchos casos), de entre uno y tres por ciento. Por otra parte, están las contribuciones patronales para ésos y otros destinos.

Además, explica el economista Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social (Idesa), se suma el costo del seguro de riesgos del trabajo y en muchos casos, aportes para el sindicato fijados por convenio. "Hay variaciones en algunas regiones donde se puede tomar una parte como un crédito fiscal, pero en promedio el régimen general tiene entre aportes y contribuciones un 48% adicional", explica Colina.

La remuneración bruta promedio declarada por las empresas al sistema jubilatorio al cuarto trimestre de 2011 fue, según datos oficiales, de $ 6371. El salario neto resultó de $ 5518 y el costo salarial, de $ 7876, un 231% más alto que el de 2006. En esos cinco años inflación fue, según consultoras privadas, de 140%. El costo nominal en la industria, con un alza del 228% fue de $ 10.076 a fines de 2011.

FACTORES QUE NO SE MIDEN

Más allá de los números, Maggi señala otros temas que afectan la productividad, como las rigideces impuestas por cambios legislativos; los feriados que, o restan días laborales o los hacen más caros; y en algunos sectores también la mayor judicialidad, en gran medida promovida por el cuestionamiento al régimen de riesgos del trabajo.

El hecho de que el impuesto a las ganancias se lleve cada vez más de los sueldos, afirma Maggi, es una fuente de presión, porque en muchos casos se reclaman compensaciones y además, porque lleva a que haya quienes prefieran no hacer horas extras por el temor a saltar en la escala de alícuotas del tributo. En los salarios más altos el descuento puede llegar hoy al 25 por ciento.

"La gente está molesta porque ante un aumento ya está pensando cuánto se lleva el Estado", afirma Lucio Garzón Maceda, asesor de los sindicatos de la alimentación. El abogado advierte que en otros escalones de la pirámide también hay malestar: quienes sobrepasan los $ 5200 de salario bruto deben resignarse, sin mucha lógica, a perder las asignaciones familiares.

Garzón Maceda se resiste a que le hablen de "costos laborales", porque el trabajo es "un generador y transformador de riqueza" y porque dice que los empresarios deberían mirar más el encarecimiento de algunos insumos. "Es verdad que los salarios subieron más que la inflación, pero se debían compensar mejoras de productividad de años previos", plantea.

La productividad laboral -cuánto se produce por ocupado- es señalada como factor de importancia en la ecuación económica de las empresas. "Que la productividad mejore depende hoy por hoy de la inversión, y estamos entrando en un ciclo donde la inversión será muy baja; entonces, aunque las subas salariales sean del 20 y no del 28%, nos vamos a la segunda división", grafica Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, con la mirada puesta en otro factor: por el tipo de cambio y la devaluación de monedas de países con relaciones cercanas, como Brasil, tampoco se espera que mejore la competitividad. "En países como los europeos, los costos laborales más altos conviven con elevados índices de productividad", afirma Bour.

Según un estudio de SEL Consultores, entre 2006 y 2011 el costo laboral en dólares y corregido por la inflación de Estados Unidos se duplicó. Si al cálculo se le agrega como factor de corrección la ganancia de productividad, el alza es del 57,1 por ciento. Según Ernesto Kritz, director de la consultora, las trabas a la importación compensan de alguna forma la pérdida de competitividad, pero los mayores costos van a los precios.

Tomás Raffo, economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas -ligado a Proyecto Sur-, contrapone su visión de que es la mayor actividad la que genera empleo y no una baja de costos, a la que dice leer en las acciones del Gobierno. "Con una economía que devaluó y que creció, no se revirtió la rebaja de contribuciones dispuesta en los 90, y se reducen las cargas sociales para los nuevos empleos, como un reconocimiento de que la creación de empleos depende para ellos de los costos -evalúa-. Hoy se pide moderación salarial, pero no se hace nada frente a la inflación."

Y no es el único que pone el foco en el principal virus que corre por la sangre del sistema productivo y de todos los hogares: lograr ponerle freno a la carrera de los precios, coinciden varios economistas, es un objetivo urgente. Y la lente oficial, advierten, necesita corrección.

57,1%

Costo en dólares

Es el incremento del gasto salarial en la industria entre 2006 y 2011, medido en dólares ajustados por la inflación de Estados Unidos y por la productividad local, según estima SEL Consultores.

Lo que se paga del impuesto era 1,12% del salario y ahora trepa hasta el 7,62%.

Hoy un trabajador soltero y sin hijos que gana 10.000 pesos y tiene el mismo poder adquisitivo o sueldo equivalente que en 2001, por el impuesto a las Ganancias tiene una poda en su ingreso del 7,62%. En 2001 —11 años atrás—le descontaban el 1,12%.

Las cifras, elaboradas por el IARAF (Instituto Argentina de Responsabilidad Fiscal) marcan “el notable incremento de las tasas efectivas de este impuesto que han experimentado tanto los trabajadores dependientes como independientes desde 2001 a 2012”, señala el estudio. En este ejemplo, el peso de Ganancias se multiplicó por casi 7.

Y equivale a que el trabajador pierda de cobrar casi un aguinaldo entero ($ 9.910 de impuesto). A mayor salario, la pérdida salarial es mayor y ya un sueldo de $ 12.000 pierde de cobrar casi un aguinaldo y medio.

Lo que pasó es que durante todos estos años el Gobierno aumentó el mínimo no imponible y demás deducciones menos que la inflación o la suba de los salarios . Y directamente no ajustó las escalas salariales sobre las que se aplican las alícuotas que se mantienen en los mismos niveles que en 2000, durante la gestión de Fernando De la Rua- José Luis Machinea.

Por esa razón, los trabajadores sin cargas de familia que, después de los descuentos de jubilación y salud, ganan más de $ 5.789 están alcanzados por Ganancias.

Según el nivel salarial Ganancias puede representar una pérdida salarial de 2, 5, 8, 10 por ciento del sueldo y hasta más . En esa situación se encuentran casi 2 millones de trabajadores en relación de dependencia, como operarios petroleros, de la siderurgia, docentes, camioneros, bancarios, de luz y fuerza y tantos otros gremios y hasta 200.000 jubilados . En cambio, la renta financiera sigue exenta.

Además, con cada aumento de los salarios, si no se eleva ese piso salarial a partir del cual se paga Ganancias, el impuesto aumenta y de manera creciente. Y en lugar de un 5 por ciento, el descuento salta al 8%, al 10% y así cada vez más.

A eso se agrega que siguen congeladas –hace 12 años– las escalas sobre las que se calcula el impuesto. Entonces, en lugar de que le retengan una alícuota baja, del 9 por ciento, el trabajador tributa una alícuota del impuesto más alta –del 14, 19 o 23%– y que rápidamente puede llegar al 35%.

También por eso muchos trabajadores no quieren hacer horas extras porque, en ese caso, una parte del mayor ingreso de ese mayor esfuerzo se lo lleva el impuesto.

Si el Gobierno hubiera ajustado por la inflación o la evolución de los salarios, el piso de Ganancias debería ser de $ 9.500 y las escalas serían más amplias (el primer nivel, con la alícuota del 9%, en lugar de llegar hasta $ 10.000 debería subir hasta $ 45.000). De ese modo estarían alcanzados por este impuesto, no casi dos millones de trabajadores, sino unos 300.000 empleados, quienes, además, pagarían mucho menos.

En el pasado, Ganancias alcanzaba al personal jerárquico. Ahora por este procedimiento de no ajustar por inflación, pagan hasta maestros y operarios simples.

La suba del mínimo no imponible no implica que el Gobierno tenga un “alto costo fiscal” o “subsidie” a los empleados de sueldos medios o altos. Simplemente evitaría que la AFIP siga captando una parte mayor del ingreso nominal de trabajador por el simple expediente de no ajustar los valores por la inflación de cada período.

Se calcula que por no ajustar el “mínimo”, el Gobierno se quedaría este año con unos $ 3.500 millones que debería haber ingresado en las familias de los trabajadores. Además, por no actualizar el tope salarial que da derecho a cobrar las asignaciones familiares, el Gobierno se queda con otros $ 1.800 millones que también deberían haber sido percibidos por familias trabajadoras.

Otro tema que sigue pendiente es la equiparación del mínimo no imponible y demás deducciones de los autónomos con los valores que tienen los empleados en relación de dependencia. A igual ingreso nominal que un asalariado, el autónomo paga mucho más.

Acuerdos Salariales 2012

Al igual que otros gremios, los camioneros iniciaron las tratativas paritarias con un pedido del 30% de aumento, la mayoría acordó incrementos que rondan el 24%; la UOM y la UOCRA en el primer mes; muchos otros, en forma escalonada. Incluso Prensa acordó con los diarios esta modalidad, para redondear algo más del 23%.

Los afiliados de Moyano «gozarán» de una escala que empieza con el 12% y termina, en 2013, en el 25,5%, lo que da un promedio anual de algo más del 19% (alrededor del 19,5%).

En diciembre próximo un metalúrgico, o un albañil, estarán percibiendo el mismo 24%, mientras que un camionero recién alcanzará el 19,5% y en marzo de 2013, el conductor llegará al 25,5%.

Ardid de Echegaray: lista de espera para el que quiera comprar dólares

La AFIP volvió a modificar el formulario interactivo que deben llenar los interesados en comprar dólares en el mer- cado oficial.



La semana pasada, cuatro semanas después de establecerse un cepo total sobre las operaciones, había eliminado la opción "atesoramiento". Ahora, la restableció a medias. Pero con una trampa: no rechaza las operaciones, sino que las coloca en una incierta lista de espera.


Desde ayer, en la opción "otros destinos" ya no hay rubros como "autos", embarcaciones", "inmuebles" o "equipos médicos" entre otros, sino que aparece un campo en blanco para que el usuario complete como se le ocurra, tanto en el uso como en la cantidad de dólares que se quieran ingresar.


Al contrario de lo que ocurría hasta ahora con el 99,9% de los pedidos, la AFIP no rechaza el pedido con un lacónico "con inconsistencias", sino que archiva la consulta y le asigna un número. Es una virtual "lista de espera" que puede extenderse de manera indefinida, ya que en ningún lugar la AFIP informa qué tiempo se tomará para dar una respuesta al contribuyente.


Ayer, el organismo que conduce Ricardo Echegaray no respondió las consultas de este diario, interesado en saber los motivos de los cambios, que se van sucediendo en cuestión de horas. Ayer mismo, por la mañana, la página ofrecía los destinos espe- cíficos que se habían establecido la semana pasada.


Por la tarde, ni eso. Abogados que llevan adelante recursos de amparos presenta- dos por contribuyentes que no recibieron justificaciones sobre el motivo por el que la AFIP no les vende dólares, señalaron que el organismo no hace otra cosa que intentar ganar tiempo.


"Si no hay rechazo explícito, embarran la cancha a los que acuden a la Justicia, porque apenas se trataría de una mora administrativa. Y como no hay un plazo establecidopara definir el asunto (no lo dicen las resoluciones que regulan este tema) todo entra en un pantano del que se hace difícil salir".


Clarín reveló el domingo que al momento de argumentar, los abo- gados de la AFIP señalan que la luz verde o roja a la compra de dólares la enciende el Banco Central. Y los abogados del BCRA dicen exactamente lo opuesto, que todo depende de la AFIP.


El ardid de la AFIP aparece lue- go de que se conociera la decisión de un juez que le dio tres días para que informara por qué no permite que un contribuyente compre divisas. La semana pasada, una juez de Neuquén calificó los rechazos por "inconsistencias" como una respuesta "arbitraria e irrazonable".

Panorama Local y Externo

Europa con caídas generalizadas de hasta 2,7%; los bancos los grandes pesos de los mercados que bajan entre 1% y 4%. El hecho es que se mira con cada vez más preocupación que la nueva cumbre de la UE del 28-29 próximo vuelva a fallar en contener la crisis.

Básicamente ¿Por qué?

Porque no se tomen medidas más agresivas para impulsar el crecimiento y frenar la suba de la deuda de los países más complicados y, por ende, siga predominando la posición más dura de Alemania. El primer tema, en este sentido, fue que justamente no hubo grandes definiciones de la cumbre de los principales presidentes el viernes pasado en donde pareció que volvieron a “enfrentarse” las posturas más “amigables” de Hollande con las más “duras” de Merkel. La baja en las bolsas europeas también la replicaban esta mañana los futuros americanos; caían hasta 0.7%.

Acá la realidad es que se mira a Europa y también se juega con que los últimos datos económicos no han sido del todo favorables. El punto, ahora bien, es en la posibilidad de un QE3; pero aún la FED no dio señales concretas hacia este camino y sólo anunció una extensión de la operación Twist que no suma en principio nada al mercado. Esta semana, por ende, atención también a algunos datos relevantes que vendrán de confianza, actividad y más. …Dicho esto, seguimos con el viejo continente. Ya hablamos de las bajas en las Bolsas de hoy, afectadas por las dudas sobre las decisiones de la cumbre de la UE, que llegará sobre el fin de semana.

España e Italia están en la mira como las mayores preocupaciones por sus débiles economías; mientras que Grecia con nuevo Gobierno en realidad sobre parece apuntar ahora a una renegociación de su rescate….Ahora bien, sobre “la madre patria” las novedades apuntan a que hoy formalizó su pedido de rescate a la banca –se habla de un préstamo a largo plazo, de más de 15 años, con un período de gracia entre 5 y 10 años y tipos de interés de entre el 3 y el 4 por ciento-;
en tanto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha señalado que "pronto, a lo largo de este año" se aprobarán nuevas medidas económicas que tendrán como objetivo "por difíciles que sean", crecer y crear empleo, aunque no ha dado detalles de cuáles serán los próximos ajustes o reformas.

Pero también –y repetimos- crece la presión sobre Italia. Por un lado, se habla de que el banco más antiguo del mundo, el italiano Monte dei Paschi di Siena, podría convertirse en el primer prestamista italiano en pedir la ayuda del Gobierno. Se cree que el banco está negociando con el Tesoro italiano y el banco central de Italia para emitir al menos 1.000 millones de euros (1.250 millones de dólares) en bonos respaldados por el Gobierno para tapar un déficit de capital. Por otro lado, transcribo una parte de la columna de Siaba Serrate del Ambito esta mañana.

¿Qué dice? “Monti dice que resta una semana para salvar al euro (y, se sobreentiende, también para mantener a flote a su Gobierno).
 De ahí la importancia de la Cumbre…”. …. Esto último nos debe volver a llevar al tema de las posturas encontradas que parecen existir entre Hollande y Merkel para la toma de medidas más agresivas para contener la crisis. …Recordemos que dentro de esta misma visión se mira al BCE del cual también se piden medidas más agresivas pro mercados. El viernes fue bien recibido que el Banco Central Europeo (BCE) comenzará a aceptar un mayor abanico de garantías en sus operaciones de préstamos y también activos de una menor calidad, pero no bastó. Ahora ya se habla nuevamente de la posibilidad de una baja en la tasa en la próxima reunión.

Lo local.

No hay muchas nuevas noticias, sino más bien pocas concentradas en los mismos temas que venimos siguiendo desde hace ya semana, y al que sumó el tema de conflictividad entre el Gobierno-Moyano.

La prueba de fuego de quién gane, por este lado, vendrá el miércoles próximo y no dejará de ser una variable que pase desapercibido para los inversores.

En especial, cuando sabemos que más allá de algunos buenos Fundamentals tanto en acciones como en bonos, lo que está castigando –y por momentos en exceso- las valuaciones son la sensación de fuerte o alto riesgo institucional.

sábado, 23 de junio de 2012

Advertencia de una calificadora por el proyecto de pesificación

Nota de 33 bancos argentinos está bajo la lupa de Moody''s, por su exposición a los títulos del Gobierno.


Proyecto de ley que permitiría la pesificación de los contratos es una mala noticia para el financiamiento del comercio exterior y podría afectar la calificación de los bancos, según la agencia Moody's.

Según un informe de la calificadora internacional, la propuesta de pesificación voluntaria "es un evento crediticio negativo para los bancos" del sistema financiero local.

Moody's tiene bajo revisión la nota de 33 bancos del sistema financiero local desde fines de 2011, a partir de la aplicación de los férreos controles cambiarios. Esta iniciativa podría llevar a la calificadora a reducir la nota de varias entidades que estén por encima de la calificación soberana (B3), explicó anoche a LA NACION una de las autoras del informe, Valeria Azconegui.

El anuncio de modificación del Código Civil "provocó temores de una pesificación forzosa y tuvo el efecto de incrementar los retiros de depósitos en moneda extranjera, reduciendo entonces las posibilidades de los bancos de prestar fondos en divisas", indicó Moody's en su informe de perspectivas crediticias.

Sin afectar la solvencia ni la alta liquidez en pesos que tienen los bancos, esta intervención del Gobierno "sí complicó el mercado de préstamos de comercio exterior", indicó Azconegui, por la fuerte caída de los depósitos en dólares.

Desde julio del año pasado, estas colocaciones cayeron 27% y sólo en mayo los retiros ascendieron a US$ 1500 millones, por lo que todo el esfuerzo del Gobierno para mejorar el superávit comercial se desvaneció por esta fuga de capitales.

"El 95% del financiamiento de los bancos es en pesos, por lo que una caída en los depósitos en dólares ha tenido un efecto limitado en la liquidez de los bancos. Sin embargo, una reducción en los depósitos en divisas continuará limitando el financiamiento de las exportaciones", agregaron Azconegui y Georges Hatecherian. En ese sentido, estas líneas bajaron del 10 al 4 por ciento del total de créditos del sistema financiero local desde 2010.

"La principal consecuencia directa de los controles es que los bancos sólo pueden financiar el comercio exterior por medio de bancos corresponsales, a una tasa de interés mucho más alta", dijo la analista.
Si bien el ministro de Justicia, Julio Alak, aclaró que la pesificación de los contratos incluida en la reforma el Código Civil que debe tratar el Congreso será optativa y que no afectará a los contratos vigentes (depósitos y bonos), igualmente la noticia provocó nervios, tal como se refleja en el mercado cambiario.

Fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que "en principio el proyecto causó ruido entre los inversores, que luego se calmaron al entender que no es un cambio tajante".

En tanto, Azconegui subrayó que la solidez de los bancos no está puesta en duda, dada la gran liquidez en pesos y la fuerte capitalización de las sucursales de entidades extranjeras, resultante de la imposibilidad de girar utilidades al exterior.

Los bancos más complicados por el ojo de halcón de la calificadora -que, como sus pares, sufre profundas críticas por su desempeño durante la crisis global que arrancó en 2008- son aquellos con "menor diversificación geográfica y mayor exposición a los bonos del gobierno", detalló.
Estas medidas, indicó, "generan cada vez más incertidumbre". La posibilidad de una pesificación forzosa generó una mayor volatilidad en el precio de los bonos soberanos y en las acciones de los bancos, según la calificadora de riesgo.

Este informe se conoció en paralelo a uno del banco Itaú, que redujo el pronóstico de crecimiento de la Argentina del 2 al 1 por ciento para este año, y otro de Bank of America, que indicó que habrá una mayor presión cambiaria por las necesidades financieras del Gobierno.

Itaú bajó su pronóstico al afirmar que el impacto de los controles cambiarios sobre el nivel de actividad "fue peor que lo esperado", tal como lo reflejan hasta las cifras de crecimiento nulo del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Bank of America dijo que el Gobierno usará US$ 5700 millones de las reservas del Central para pagar la deuda en el segundo semestre. Como el timing de algunos préstamos del exterior no es claro (el aval del Banco Mundial para nuevos créditos se aplazó a 2013), habrá más presión sobre el dólar, por un mayor esfuerzo para acumular reservas.

ESPERAN MÁS INFLACIÓN

Los argentinos esperan que en los próximos doce meses la suba de los precios, lejos de moderarse, bordee el 35%. El dato surge de la encuesta de expectativas de inflación que realiza el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella y cuyos últimos resultados fueron difundidos ayer.

En junio, las expectativas promedio de inflación a nivel nacional treparon a 34,9%, es decir, un punto porcentual por encima de los resultados del mes anterior. Las expectativas, sin embargo, varían según la región. Así, mientras en la Capital Federal se espera que en los próximos doce meses los precios suban 31,1%, en los partidos del Gran Buenos Aires la tasa promedio llega a 35,8%. En el interior del país, la gente cree que en el próximo año la inflación se ubicará en 35,2 por ciento.

El informe de la Di Tella compara sus resultados con los del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, según el cual la expectativa promedio de inflación para los próximos doce meses es de 14,4%. "En el REM, los analistas responden sobre la variación esperada del índice oficial, mientras que en la encuesta de expectativas de inflación que realiza el CIF los agentes contestan sobre la variación esperada en los precios. La significativa diferencia entre estas dos medidas pone en evidencia la escasa credibilidad que poseen las cifras oficiales", dice el informe.

viernes, 22 de junio de 2012

Un juez emplazó a la AFIP

El juez federal subrogante Oscar Papávero, de San Martín, le dio tres días de plazo a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para que informe por qué no le deja adquirir dólares a una pareja, destinados a la compra de una vivienda, si presentaron la documentación que acredita la venta de su casa y la obtención de un préstamo hipotecario. Es decir, que se trata de dinero obtenido de manera lícita.


“Inconsistencias: presentaría insuficiente capacidad económica para realizar la operación cambiaria ingresada”, le dijo la AFIP a la pareja cuando hizo la consulta para ver si podían adquirir dólares ante la nueva reglamentación del ente recaudador.

La pareja, cuyos nombres fueron puestos sólo por sus iniciales en la resolución difundida ayer por el Centro de Información Judicial (CIJ), envió entonces a la agencia San Martín de la AFIP la documentación sobre la venta de un inmueble de su propiedad y la obtención del crédito a través del Banco de la provincia de Buenos Aires. Así iniciaron un “trámite de excepción” a través del formulario F206M.

Sin embargo, ante la falta de respuesta del ente recaudador , resolvieron acudir a la Justicia para que se le ordene a la AFIP “la venta inmediata de dólares, atento que la misma, en forma intempestiva, ha dejado de vender divisa extranjera, violando nuestro derecho de propiedad y otros derechos constitucionales”, dijeron en su presentación.

El magistrado dispuso modificar el trámite del reclamo y en lugar de una acción de amparo tradicional transformarlo en un “amparo por mora” , esto es a raíz de la falta de respuesta del organismo recaudador.

El juez destacó en su escrito que la pareja inició ante la AFIP “un procedimiento tendiente a acreditar la viabilidad de su solicitud y suscribieron la pertinente petición de validación de compra de divisa extranjera en los términos de la resolución general 3210/2011” del ente recaudador.

Sigue el cepo para comprar viviendas

Las inmobiliarias dicen que con el nuevo mecanismo que habilitó la AFIP para adquirir dólares no se destraban las operaciones.


La ventanilla que abrió el Gobierno para destrabar el acceso a los dólares para la compra de propiedades todavía sigue completamente cerrada.

El último jueves la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) decidió modificar el sistema de habilitación para la adquisición de divisas que funciona a través de su página web. El cambio había sido leído por los operadores inmobiliarios como una concesión a su reclamo de la aplicación de alguna medida que sirviera para terminar con la parálisis que vive el mercado inmobiliario desde la intensificación de los controles en el mercado cambiario.

El pedido había sido canalizado la semana pasada por un grupo de empresarios del rubro, liderado por el presidente del Colegio Unico de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba), Hugo Mennella, ante el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que se limitó a escuchar el reclamo.

Sin embargo, 48 horas hábiles después de la puesta en marcha del nuevo mecanismo, los compradores siguen sin poder hacerse de los dólares. "Cuando salga la primera aprobación, el ciudadano que pueda comprar los dólares se va a volver tan famoso como en su momento le pasó a Ramón Mercedes Negrete", señaló Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, en alusión al hombre que a principios de la década del 70 ganó el primer pozo millonario que entregaba el Prode. Walenten quería dejar en claro que para los operadores inmobiliarios hoy resulta más fácil adivinar los resultados de trece partidos de fútbol que obtener el visto bueno de la AFIP.

El nuevo formulario online que debe ser completado por el potencial comprador incluye una serie de datos acerca del inmueble, el vendedor y el monto al que fue acordada la operación.

"Al menos hasta ahora, los cambios en la pantalla de la AFIP fueron una simple cortina de humo. Varios colegas completaron el formulario y presentaron el pedido para acceder a los dólares, pero no tuvieron ninguna respuesta", señaló Armando Pepe, dueño de la firma homónima y presidente del Club de Inmobiliarias, en el marco del encuentro "¿Cómo salir de la crisis inmobiliaria?", organizado por la consultora Reporte Inmobiliario en el Centro Argentino de Ingenieros.

El pedido de medidas para destrabar la compra de dólares llega en un momento que las inmobiliarias califican de "dramático". En abril, el número de escrituras en la ciudad de Buenos Aires cayó un 25%, aunque en el mercado afirman que los últimos números son mucho peores. "Cuando se conozcan los datos de junio y julio, vamos estar un 50% por debajo de los niveles del año pasado. Y ése es el escenario optimista", señaló José Azpiroz Costa, director de la Inmobiliaria Bullrich.

En el sector, además alertaron sobre los efectos de la parálisis del mercado inmobiliario en el nivel del empleo. "Hoy ya están cerrando pequeñas inmobiliarias, en particular las sociedades familiares que no pueden mantenerse abiertas si durante dos o tres meses no logran cerrar ninguna venta. Y si esto sigue así, se pueden perder hasta 300.000 puestos de trabajo en la construcción", señaló Pepe.

Escepticismo

Los operadores inmobiliarios además se mostraron muy escépticos acerca de los alcances que podría tener el nuevo plan de viviendas que impulsa el Gobierno para reactivar la industria de la construcción.

"Es difícil implementar un programa de este tipo si se parte de que los terrenos fiscales que se quieren aplicar no tienen un plan de urbanización", señaló Walenten.

Por su parte, Pepe fue más tajante y no dudó en acusar al Gobierno de estar jugando con la ilusión de los cientos de miles de personas que ya se anotaron en el registro de la Anses para acceder a los nuevos créditos. "Todo esto me hace acordar al plan inquilinos, que terminó entregando 28 créditos para la compra de viviendas. Hoy se está jugando con la ilusión de 800.000 personas, porque si bien los terrenos fiscales existen, sólo la transferencia de dominio demandaría, por lo menos, seis meses", señaló el empresario.

martes, 19 de junio de 2012

Trabas a las importaciones



Las trabas a las importaciones de bienes de capital derrumbaron la inversión. El Indec confirmó que la economía se estancó en abril


En los últimos tres trimestres la inversión pasó de crecer a un ritmo del 23,8% interanual al 2,8% en el período enero-marzo de este año. Los datos –divulgados por el Indec– reflejan que ésta fue la variable que sufrió en mayor freno, dentro de la desaceleración generalizada que padece la economía argentina.

Según informó el viernes el organismo oficial, desagregando los componentes de la inversión la situación luce aún más complicada. Porque el rubro “equipo durable de producción” fue la variable que más sufrió: crecía a un velocidad interanual del 41,3% en el segundo trimestre del año pasado, y ahora (primer trimestre de 2012) lo hace a apenas 2,3%. Se trata de un componente clave, porque es el que tiene mayor poder para expandir la oferta de bienes y servicios de la economía, en momentos en que muchos economistas aseguran que las principales restricciones para el nivel de actividad viene por el lado de la oferta (no la demanda). El componente de “equipos importados” explica buena parte de la desaceleración, como consecuencia de las trabas al ingreso de estos productos que impuso el Gobierno para cuidar los dólares de la balanza comercial.

El Indec también confirmó el viernes que la economía prácticamente se estancó en abril. Según el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) creció sólo 0,6% interanual en el cuatro mes del año. Y respecto a marzo mostró una caída del 1,3%.

Con los datos oficiales de abril se ratifica el pronóstico de variables consultoras: la economía podría entrar en recesión entre el cuarto trimestre de este año y el primero de 2013. En ello influyeron dos tendencias. La primera, “estructural”, que se viene verificando desde mediados del año pasado y tiene que ver con un agotamiento del modelo basado en el crecimiento de la demanda. La segunda, “coyuntural”, vinculada a medidas que tomó el Gobierno en los últimos seis meses. En particular dos: las restricciones para el ingreso de bienes importados y el “corralito cambiario” que impide a particulares y empresas comprar dólares.

Esta última medida ha generado un tipo de cambio paralelo que, aunque no es significativo por el volumen que opera, incrementa la incertidumbre y por lo tanto influye sobre las decisiones de consumo e inversión de familias y empresas, afectando al nivel de actividad.

Según el Indec, en el primer trimestre del año el PBI se expandió 5,2%. Este incremento se descompone en alzas del 7% en el consumo; 9% en el gasto público; 2,8% en la inversión; 4,2% en las exportaciones y 1,4% en las importaciones.

Plan de Viviendas Nacional

El conflicto entre Moyano y el Gobierno refleja el costado más débil no sólo del modelo económico vigente sino también del modelo político. El líder sindical vuelve a reclamar un aumento salarial superior a la inflación del último año: 7% más si obtuviera el 30% que reclama sobre una inflación de 23%. No lo amilana el rebote de la crisis mundial, que aumenta el desempleo en todo el mundo y no sólo en los países más afectados.
Controlar a Moyano fue la gran tarea de Néstor Kirchner, quien nunca logró doblegarlo como sí pudo hacerlo con todas las demás corporaciones. La mejor muestra de su fracaso es haber partido de un país que tenía 9% de inflación anual en 2005 y que, dando aumentos de sueldo superiores a la inflación durante seis años seguidos, hoy tiene que comenzar a dar aumentos salariales menores o iguales que la inflación si no quiere que el espiralamiento entre aumentos de sueldo y aumentos de inflación haga que se cruce la barrera de 30% de inflación anual. En seis años se triplicó la tasa de inflación, mientras Moyano sostenía que no era tan mala.

Pero fue la inflación la madre de la mayoría de los problemas actuales. Está en el dólar, en el crecimiento insostenible de los subsidios, pero también está presente cuando la Corte Suprema le solicita a la Anses que le informe en qué se invierte el dinero de los jubilados; el tema emerge ante la contradicción que resulta de que no se paguen los juicios a los actuales jubilados mientras que con fondos de la Anses se financia el plan de construcción de viviendas a tasas subsidiadas durante muchos años.

Como lo muestra la infografía que acompaña a esta columna, si el índice de inflación fuera de 25% y la tasa de interés de los créditos del 5%, en 15 años les quedarían a los jubilados sólo $ 6 por cada $ 100 que prestaron con sus aportes (la tasa de los créditos del plan de viviendas está entre 2% y 4% para quienes tienen ingresos menores de $ 5 mil; entre 7% y 13% para quienes tienen ingresos de entre $ 5 mil y $ 10 mil, y más alta para quienes tengan ingresos superiores, pero la gran mayoría de los créditos será para los sueldos menores, por lo que no sería ilógico tomar como ejemplo una media de 5% de tasa de interés para los primeros 15 años).

Pero el problema no está en la construcción de las viviendas, porque si el Estado no hubiera lanzado este plan igual el dinero de los jubilados de la Anses estaría depositado a tasas de interés negativas respecto de la inflación, problema que tienen todos aquellos que ahorran en pesos y no sólo la Anses. En ese caso, asumiendo una inflación del 25% y una tasa de interés del 12%, en ambos casos anuales, en 15 años les quedarían a los jubilados $ 16 por cada $ 100 que prestaron. Es más que los $ 6 del ejemplo anterior, pero igual la inflación se comería el 84% de sus aportes.

La inflación ha sido muy mala para los fondos de los jubilados y tantos otros sectores sociales que no tienen el poder del sindicato de camioneros para ganarle a la inflación. Y a la larga también será mala para los camioneros, por más poder que tengan.

Recientemente los dos principales presidenciables para 2015 se reunieron con Moyano: Scioli públicamente; Macri, en privado y sin fotos. Para los tres significa un gesto de desafío hacia Cristina Kirchner. Pero si algún día Macri o Scioli ocupan el sillón presidencial, serán ellos los destinatarios de las presiones de Moyano.

El peronismo se ha convertido en el único partido habilitado a ejercer el gobierno bajo la consigna de que es el único que puede controlar los sindicatos. Pero, como muestra la historia reciente, ni el propio Néstor Kirchner lo logró, y queda por ver si su viuda lo consigue. Sólo una oposición que no tenga aspiraciones de futuro podría alentar un triunfo de Moyano sobre la Presidenta o un recrudecimiento de la inflación para cosechar electoralmente el fracaso económico del kirchnerismo.

De la misma forma que la oposición reclama políticas de Estado sobre temas que trascenderán el período del actual mandato o conciencia republicana a la hora de elegir un procurador, la inflación también exige una posición seria y no electoralista de todos los actores políticos y económicos.

Respecto del plan de viviendas lanzado por el Gobierno, debe criticársele –como en casi todo– no el concepto de la idea sino su instrumentación. La enorme demanda de estos créditos, que en horas agotaría todo el stock prestable, demuestra que se podría haber logrado el mismo efecto keynesiano de demanda agregada colocando los créditos con una tasa de interés algo mayor, quizás hasta similar a la tasa pasiva que obtenía del dinero depositado en los bancos, reactivando sin perjudicar más a los jubilados. Hay caminos intermedios entre pasar de que prácticamente no haya créditos hipotecarios a casi regalar la plata con una tasa del 2% anual en pesos.

El 2% de tasa de Kicillof es tan extremo como el 30% de aumento de Moyano, típicos de un país que ama los excesos, aunque la Historia nos demuestra lo caros que luego nos cuestan.

Lo fundamental que todo inversor debe conocer

Comparando las 6 inversiones más habituales en Argentina en este contexto inflacionario.


La realidad argentina actual cuando se compara los números con la teoría del famoso best-seller: PADRE RICO, PADRE POBRE.

La conclusión a la que llega el famoso best-seller escrito por Robert T. Kiyosaki es que la mayoría de la gente guarda su dinero en lugar de multiplicarlo. Y cita los tres ejemplos clásicos de guardar el dinero, pero que no son inversiones pues no es posible multiplicar el capital.

Esto se da tanto en el país de su autor, Estados Unidos, como de sus antepasados, Japón, como en Europa, África, Asia y Latinoamérica. Guardar el dinero (DORMIR EL DINERO, le dicen en Wall Street para señalar lo grosero del error) es:

1- Invertir en monedas extranjeras.

2- Dejar el dinero en los bancos.

3- Poner su capital en propiedades para alquilar.

Y también menciona algunos ejemplos tradicionales y seguros como acciones y bonos. Desde 1930 hasta hoy, descontando la inflación del país que se analice, dan un promedio de alrededor del 10% anual. Aunque aclara, generalmente, que el novato compra lo que está caro y siempre pierde.

Inversiones que multiplican el capital en la Argentina de hoy:

- Acciones o bonos: 10% anual arriba de la inflación.

- Fideicomisos inmobiliarios: 20% en u$s en 2 ó 3 años.

- A plazo determinado el 40% anual con retiro mensual de interés (48,21%).


Invirtiendo $100.000= en 6 opciones diferentes. Vea año a año cómo va cambiando el valor de su inversión: Si lo deja en dólares, en 10 años tendrá el 60% y en Plazo fijo el n38%. Si invierte en acciones, bonos, fideicomisos desde el pozo, aumentará su capital entre dos y tres veces. Si invierte al 48,21% anual de tasa efectiva (o sea, 40% nominal) aunmentará su capital 11 veces. En éste cuadro vea inversión por inversión desde el año 2011 al 2021, y vea cómo cambia su valor. La inversión al 40% obviamente da muy positivo con una supuesta baja de inflacion.

SUPUESTOS DEL CÁLCULO

1- Dólar: sube en 11% anual (de $4,50 a $5) con inflación del 22%. Pierde 6 puntos. Cada año sólo le queda el 95,08% del capital.

2- Plazo Fijo: le pagan 11% anual contra inflación del 22%. Pierde 11 puntos. Cada año le queda sólo el 90,99% de su capital.

3- Renta x Alquiler: se supone que el alquiler le dejaría neto un 4% anual. Es decir, el valor del alquiler es 0,33% del precio de su propiedad. Cada año tiene una ganancia de apenas el 4% que, si se actualiza, la mayoría de las veces está por debajo de la inflación.

4- Acciones/Bonos: se supone que cada año pueden otorgar una ganancia del 10% sobre la inflación.

5- Fideicomisos desde el Pozo: se supone que se gana un 20% en dólares sobre el precio del metro cuadrado en la zona por comprar desde el pozo. Si la obra se termina en dos años y se la puede vender a los 24 meses se ganó un 9,51% anual (1,0951 x 1,0951= 1,20). O sea, 20% en dos años. Si tarda 3 años en venderlo, se gana 6,27% anual (1,0627 x 1,0627 x 1,0627= 1,20).

6- A Plazo al 48,21% anual efectivo: o sea, menos de lo que se recibe si retira interés mensual al 40%, ya que el retiro mensual de intereses influye muy positivamente en la tasa final contra inflación del 22%: se ganan 26,21 puntos. Queda una tasa positiva del 21,48% anual (148,21 /122=1,2148) queda un 21,48% más de valor real.

Lo Fundamental que Todo Inversor Necesita Conocer

Inv. Año Dolar colchón 116/122 u$s/IPC P. Fijo Banco 111/122

PF/IPC Renta x alquiler 4% anual alq/Prop Acciones Bonos 10% x a. promed Desde Pozo x Fideic. 20% x24m en u$s 40% nom. 48,21% efec 148,21/ 122

TEA/IPC

2012 0 100.000 100.000 100.000 100.000 100.000 100.000

2013 1 95.082 90.989 104.000 110.000 109.500 121.484

2014 2 90.406 82.780 108.200 121.000 120.000 147.582

2015 3 85.960 75.316 112.500 133.000 131.500 179.289

2016 4 81.732 68.525 117.000 146.000 144.000 217.806

2017 5 77.712 62.346 121.700 161.000 157.700 264.599

2018 6 73.890 56.725 126.500 177.000 173.000 321.444

2019 7 70.256 51.611 131.600 195.000 189.200 390.502

2020 89 6.801 46.957 136.900 214.000 207.400 474.396

2021 9 63.516 42.724 142.000 236.000 227.000 576.314

2022 10 60392 39.871 148.000 259.000 248.800 700.126

Tasa vs inflac 107/116,5 109/116,5 20% en 2 18,21/

116,5

Saldo tasa vs. Inflac. -9% -7,5% + 4% 10% 9,51% 31,71%



En el cuadro que sigue surge claramente que si invierte en dólares billete, en 10 años tendrá un 43% y, en Plazo fijo, un 51%. Si invierte en acciones, bonos, fideicomisos desde el pozo o a plazo determinado al 40% anual nominal, aumentará su capital entre dos y tres veces.



Evolución del Capital en 10 años a las actuales tasas- Comparativo 7 inversiones (incluye financiar edificios)

Tasa

2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022

Dólares 16% 100 95 90 86 82 78 74 70 67 64 60

Plazo Fijo 11% 100 91 83 75 69 62 57 52 47 43 39

Propiedad 4% 100 104 108 112 117 122 126 132 137 142 148

Acciones 10% 100 110 121 133 146 122 177 195 214 236 259

Fidei/pozo 9.51% 100 110 120 131 144 158 173 189 207 227 249

Financiar edificios

39.2% 100 114 130 149 169 193 221 252 287 328 374

Inversion al 40% anual

48.2% 100 121 148 179 218 265 321 391 474 576 700

lunes, 18 de junio de 2012

Crece la venta de autos usados y materiales para la construcción

La pesificación que impulsa el Gobierno ya llegó a la economía real.

Desde el repunte en la venta de materiales para la construcción hasta el aumento en la demanda de bienes refugio, como los autos, pasando por las compras anticipadas de viajes al exterior y la parálisis en la venta de propiedades usadas, los efectos del cepo del mercado cambiario ya trascienden las fronteras de la City porteña y se empiezan a sentir en la vida cotidiana de los argentinos, incluyendo a los millones que nunca ahorraron o compraron dólares.


El negocio de los autos usados fue uno de los primeros en reaccionar favorablemente al nuevo escenario y a la prohibición de hecho que rige para la compra de dólares para atesoramiento.

En medio de una cada vez más marcada desaceleración de la economía , las concesionarias de autos afirman que en mayo prácticamente se frenó la caída en sus ventas, y después de tres meses de bajas de dos dígitos, el quinto mes cerró con un descenso interanual de sólo 2,3%, y 27,4% por encima de abril.

"Ante la imposibilidad de acceder a lo que se puede considerar la vía de ahorro más natural en la Argentina, como siempre fue el dólar, cada vez más gente descubre que lo mejor que puede hacer es volcarse a la compra de autos", señaló Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA),

En el caso de la construcción y el mercado inmobiliario, se puede hablar de un impacto que no es lineal ni parejo para todos los jugadores del sector. Las escrituras en los primeros cuatro meses del año en la Capital Federal acumulan una caída superior al 25%, y en el mercado estiman que la baja se profundizará en mayo, con lo cual las grandes inmobiliarias ya adelantaron que las suspensiones y los despidos de personal son inminentes . Las perspectivas son aun peores en materia de obras nuevas, ya que los permisos de edificación en abril -el último dato disponible- registraron una inédita caída del 50,7%, lo que permite anticipar que en pocos meses se empezarán a ver menos obras nuevas en la ciudad, con el consiguiente impacto en los niveles de empleo en la industria de la construcción.

La contrapartida de este muy mal momento para las inmobiliarias es la demanda de algunos rubros de materiales para la construcción, para los cuales la crisis no llegó. "Hoy hay dos mercados completamente diferentes. Los proyectos que ya se iniciaron se están terminando, incluso a un ritmo mayor, pero a la vez hay pocas obras comenzando de cero", explicó Jorge Hernández, presidente de ParexGroup, fabricante de la marca de adhesivos Klaukol.

Este doble estándar se ve reflejado en los diferentes niveles de evolución de la demanda de los materiales para la construcción. Los insumos de inicio de obra, como el granel de cemento y el acero, acumulan en los primeros cinco meses de 2012 bajas superiores al 9%, mientras que los insumos que se utilizan cuando el proyecto sale del pozo, como, por ejemplo, los ladrillos, están 10% por encima de 2011.

En el sector también destacan que la falta de alternativas de ahorro también se ve reflejada favorablemente en las obras de ampliación y remodelación. "La gente no sabe qué hacer con sus pesos, entonces se da el gusto de ampliar, reciclar o renovar su casa. Y casi todas las empresas que somos proveedores de materiales de la mitad de la obra en adelante, estamos entre 1 y 8% por encima de los niveles del año pasado", señaló Hernández.

Acceso indirecto

El temor a que los controles en el mercado cambiario se intensifiquen en el corto o mediano plazo también está afectando los viajes al exterior, con un adelantamiento de las compras. "La gente está muy expectante a los cambios y en muchos casos no tiene en claro los alcances de las nuevas disposiciones. Y en este marco de mayor incertidumbre estamos viendo cada vez más casos de clientes que buscan adelantar la compra de viajes al exterior de manera de fijar el tipo de cambio, en una práctica que ya vivimos en otras épocas del país", señaló Sergio Duarte, director de Biblos LCC.

La posibilidad de eludir los controles oficiales y acceder a productos importados pagando con pesos al tipo de cambio oficial también se encuentra detrás del renovado interés por el comercio electrónico (e-commerce) y las compras online en tiendas internacionales. En este caso, en los últimos meses no hubo ninguna intensificación de los controles oficiales -más allá de un problema ya solucionado en la importación de libros-, aunque en el sector destacan que a falta de una actualización del código aduanero la práctica sigue sujeta a los controles casi arbitrarios de la Aduana argentina.

"Un mismo paquete te lo pueden entregar en tu casa o quedar retenido en Ezeiza, de acuerdo con la interpretación de la posición arancelaria que haga el control en Aduana", explica el director de una empresa del negocio postal.

Distintos impactos en la economía real

Ladrillos: 10%

Es la suba que acumuló la venta de ladrillos en los primeros cinco meses del año, de acuerdo al índice Construya.

Caída: 50,7%

Como contrapartida, se derrumbaron los pedidos de obra en la Capital Federal, lo que anticipa menos construcción a futuro.

Autos: 27,4%

Es la suba que registró la venta de usados en mayo frente a abril, revirtiendo la tendencia negativa de los últimos tres meses.

Tener un mercado desdoblado siempre derivó en una crisis

Si el Gobierno mantiene el desdoblamiento cambiario de facto, o implementa un régimen similar en términos formales, habrá innovado en la historia del mercado paralelo en la Argentina, que siempre comenzó con escasas reservas en el Banco Central y malos términos de intercambio comercial para el país.


Lo que no podría evitar, según especialistas en historia económica, es el final calcado de cada uno de esos episodios: una suba fuerte de la inflación y crisis económica, más allá de habilitar buenos negocios especulativos por la diferencia entre cada uno de los tipos de cambio vigentes. El siglo XIX marcó el inicio de los controles cambiarios y de las cajas de conversión (en 1867, 1884 y 1899), que trataron de estabilizar procesos de inestabilidad financiera y valorizar la moneda nacional. Sin embargo, al igual que ocurrió un siglo después con la convertibilidad 1991-2001, el éxito inicial de estas experiencias derivó en situaciones de apreciación cambiaria con epílogos críticos.

El historiador José Carlos Chiaramonte recordó que "tanto aquellas decisiones como las adoptadas últimamente en términos de control cambiario y de las importaciones parten de la pelea entre aquellos que quieren un tipo de cambio bajo y los que fomentan las exportaciones". En el siglo XX, se retomó el esquema de controles cambiarios en 1931, durante el gobierno militar de José Uriburu, quien, según un historiador económico, a priori intentó evitar una devaluación fuerte para no aumentar la deuda externa. La disyuntiva se repitió en las siguientes décadas hasta ahora: devaluación fuerte versus controles férreos. En 1933, con Agustín Pedro Justo en la presidencia, en plena "década infame", se pasó a un sistema cambiario dual: uno oficial y otro libre; por el segundo circulaban las utilidades y dividendos de las empresas.

Los controles se mantuvieron en la primera presidencia de Juan Domingo Perón, cuando, según los historiadores, nació la histeria por el dólar que nunca dejó de acompañar a la sociedad. "¿Alguien ha visto un dólar?", dijo el fundador del justicialismo frente a la multitud. Roberto Cortés Conde, de la Universidad de San Andrés, recordó que, tras una temporal unificación y liberalización cambiaria, "hubo que reinstalar los controles cuando Perón decidió pagar la deuda y nacionalizar los ferrocarriles".

El gobierno militar que derrocó en 1955 al peronismo decidió unificar nuevamente el tipo de cambio, hasta que en el gobierno de Arturo Frondizi volvió a multiplicarse, con el costo de que el país sufrió, por primera vez, una inflación del 150%. La llegada de José María Guido al poder por medio del golpe cívico-militar aceleró las expectativas de una mayor devaluación, que Arturo Illia intentó controlar con un sistema de "crawling peg", de devaluación progresiva. En los 70, tras el caótico panorama en el justicialismo, la estabilidad alcanzada con la "tablita" de la dictadura de Jorge Rafael Videla -con José Martínez de Hoz como ministro- fracasó en 1980, por lo que un año después se desdobló nuevamente el mercado cambiario en un crítico contexto. Tras una transitoria reunificación, en la Guerra de Malvinas, volvió a partirse, en un marco de una inestabilidad que perduró hasta 1985, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín implantó el Plan Austral y logró un año y medio de cierta calma.

El Plan Primavera de 1987 revivió un dólar "financiero" y otro "comercial", en una situación que terminó con las hiperinflaciones de 1989 y 1990. La siguiente década de estabilidad, combinada con un alto déficit fiscal y atraso cambiario, desembocó en el estallido de fines de 2001. Cuando el gobierno de Eduardo Duhalde devaluó en 2002, puso en marcha un dólar comercial a $ 1,40 y otro financiero, que rozó los $ 4 en marzo, provocando el temor a una hiperinflación y su posterior reunificación. Diana Mondino, de la Ucema, dijo que "el desdoblamiento siempre trajo efectos nefastos, salvo para los que hicieron negocios con los dólares baratos". En cambio, la consultora Economía & Regiones opinó que si se pone en marcha con altas reservas y buenos precios de las materias primas el desdoblamiento tendrá más chances de éxito que en el pasado.

Panorama Futuro

Una mirada panorámica de la historia económica argentina permite decir que los problemas que se espera que nuestra economía tenga que enfrentar durante lo que queda de 2012 son, en cierto sentido, menores: no estamos frente a nada que se parezca a una crisis económica de la envergadura de las que vivimos, por ejemplo, a fines de los años 80 o a fines de los 90 del muy traumático siglo XX.


Lo que tenemos hoy enfrente es un año donde el alto ritmo de crecimiento que heredamos del pasado inmediato se frena, en buena medida por causas que provienen del exterior de nuestra economía: en Brasil, por ejemplo, la economía se desacelera y su moneda acaba de ser devaluada, mientras que la Unión Europea está a punto de comenzar a desintegrarse bajo el imperio de políticas que algunos pretenden, de manera harto curiosa, reinstaurar en nuestro país.

En un contexto internacional como éste, lo que podemos esperar para el año en curso, en términos de nuestra propia actividad económica, es una situación análoga a la que atravesamos durante 2009, pero probablemente de menor intensidad en términos de desaceleración productiva.

Frente al fracaso de la ciencia económica en pronosticar, más allá de voces marginales, la enorme crisis que irrumpió hace tres años en la economía mundial, bien haríamos los economistas en privarnos de dar lecciones sobre lo que pasará en el futuro inmediato. De todas maneras, frente a la pregunta de cómo se comportará durante el presente año la producción global del país, podríamos aventurar un crecimiento en un porcentaje cercano a la mitad del registrado el año pasado.

Más allá del nivel de actividad, podemos mencionar problemas macroeconómicos no resueltos, entre los que aparecen el actual exceso de demanda de dólares que dio lugar al renacimiento del mercado paralelo de esta divisa, y un nivel de inflación que sigue estando por encima de los niveles deseables. Pero, de nuevo vistos en un contexto histórico, no son problemas que permitan avizorar una crisis seria: la inflación, en particular, no muestra ningún signo (ninguno, empezando por las cuentas públicas) que lleve remotamente a sospechar el desencadenamiento de una crisis hiperinflacionaria.

Frente a este panorama, muchos economistas están pronosticando para la economía argentina, una vez más, la llegada del fin de los tiempos. ¿Por qué se magnifican hasta la euforia estos problemas económicos históricamente menores? En parte, la respuesta hay que rastrearla, como lo planteó en reiteradas ocasiones Paul Krugman, en la incomodidad que provoca el reciente éxito en términos de crecimiento de un país como la Argentina que tomó, como eje de la política económica, la participación activa del Estado como condición necesaria para disciplinar la participación de muchos grandes actores locales y multinacionales en el funcionamiento de mercados muy poco competitivos.

Modificaciones al Codigo Civil

Las versiones sobre una pesificación volvieron a apoderarse ayer de la City porteña, luego de que trascendiera que dentro del proyecto de ley que reforma el Código Civil, y que llegó al Congreso con una corrección del Ejecutivo, hay un artículo que habilita a los que se endeudaron en dólares a saldar sus obligaciones en pesos y al tipo de cambio oficial.El proyecto provocó el derrumbe ayer de los bonos soberanos en dólares e hizo que se disparara a $ 6,58 el tipo de cambio que se usa para fugar divisas del país, sin pasar por el mercado de cambios oficial. El documento, que ingresó en el Congreso con las modificaciones planteadas por la Casa Rosada, contempla en el artículo 765 que "si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor podrá liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal, de conformidad con la cotización oficial".


"Si bien el artículo, en la versión del Ejecutivo, no pesifica las obligaciones, pareciera darle al deudor de sumas en moneda extranjera la posibilidad de cancelar en pesos", dice Francisco Benegas Lynch, socio del estudio Benegas Lynch & Cocorullo.

Pero en el mercado bursátil los inversores leyeron que la reforma no sólo abría las puertas para una pesificación, sino que además podría habilitar al Gobierno a pagar en pesos al tipo de cambio oficial los vencimientos de sus bonos en dólares.

Los más afectados fueron así los títulos denominados en moneda extranjera y emitidos con legislación nacional, como el Boden 2015 y el Bonar X, que cerraron la rueda con pérdidas de 3,37% y 4,17%, respectivamente. Aunque también cayó el Global 2017 (-4%), que se rige por la ley de Nueva York. Las únicas excepciones fueron el Boden 2012 y el 2013, los dos bonos denominados en dólares de más corto plazo que tiene la Argentina, que subieron 4,8% y 2,7%, en cada caso. Estos dos últimos bonos habían sido entregados en su momento a bancos y ahorristas como consecuencia de la pesificación asimétrica.

"Los bonos cortos subieron porque se cree que se va a llegar a pagarlos en dólares.

Pero el mercado tiene algún tipo de duda de qué puede pasar hacia adelante", deslizó Santiago Llul, director de Futuro Bursátil Sociedad de Bolsa.

Y es que, más allá del proyecto de reforma del Código Civil que llegó al Senado, existen en este momento otros dos proyectos que contemplan una pesificación de los contratos. Uno del diputado del Frente para la Victoria Edgardo Depetri, y otro del senador por el GEN Jaime Linares. En tal sentido, pese a que el viceministro de Economía, Axel Kicillof, desmintió que se estuviera trabajando en la pesificación de los contratos, no pocos en el mercado creen que se trata de una medida que tarde o temprano terminarán imponiendo.



"La experiencia argentina es así. Lo mismo pasó con la estatización de las AFJP y con lo de YPF. Hubo rumores, lo negaron, pero se terminó haciendo", dijo un operador de una casa de Bolsa, con la condición de no ser identificado. "Se cree que no va a quedar ahí. Ahora, si se da la pesificación, se va a asemejar a 2002 también. Porque el que puso dólares se lleva pesos", dijo.

Bernardo Saravia Frías, socio de Saravia Frías, Mazzinghi Abogados, considera que más que reformar el Código Civil, el Gobierno debería apuntar a corregir el problema de la inflación, que es la que lleva a que, a largo plazo, hoy la mayoría elija el dólar. "Estamos frente a una norma fundamental que debe ser pensada y entendida para perdurar, por lo que hay que ser cuidadosos con los retoques parciales por cuestiones de ocasión", sentencia Saravia Frías. "Los artículos propuestos por el anteproyecto persiguen volver al régimen [previo a la convertibilidad] por el cual una obligación denominada en moneda extranjera podía ser honrada en pesos. Propuestas como éstas no hacen más que profundizar la incertidumbre y la desconfianza."

Según Saravia Frías, son además muchos los interrogantes que se abren a partir de una reforma, como por ejemplo, qué tipo de cambio se debería tomar en cuenta, si el del momento de la celebración del contrato o el de la fecha de cumplimiento, o cómo se liquidarán los bonos públicos denominados en pesos.

Hoy, admite Maximiliano D'Auro, socio del Estudio Beccar Varela, hay grandes problemas para determinar cómo se deben resolver los contratos nominados en moneda extranjera, ya que si bien el Gobierno permite asumir obligaciones en dólares, no habilita luego a los deudores a comprar los billetes en el mercado oficial. "Están viendo cómo salen del enredo, pero [la reforma del Código Civil] no es la mejor forma. Lo mejor sería que combatan la inflación", asevera D'Auro.

CLAVES

El proyecto. La reforma del Código Civil ingresó en el Congreso con las modificaciones planteadas por el Poder Ejecutivo Nacional, que incluyó un artículo que habilitaría a quienes deben dólares a cancelar sus obligaciones en pesos, al tipo de cambio oficial.

Artículo polémico. En el artículo 765 se establece que, "si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor podrá liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal, de conformidad con la cotización oficial" .

Nervios. En el mercado, los inversores interpretaron que la reforma podría abrir las puertas para que el Gobierno cancele sus bonos denominados en dólares usando pesos al tipo de cambio oficial.

Bonos en baja. Los títulos argentinos cayeron más del 4% y el dólar de contado con liquidación se disparó a 6,58 pesos.