viernes, 18 de junio de 2010

El Central hizo otra compra récord

El Banco Central (BCRA) salió otra vez con los tapones de punta y compró u$s 244 millones en el mercado cambiario. En los bancos, la intervención oficial no llama la atención. Las compras récord del Central durante las dos últimas jornadas tienen su explicación.

La oferta de divisas se reanudó, pero lo cierto es que también a partir de nuevas normativas que la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont emitió la semana pasada, la demanda se redujo.

Así es como ayer (la jornada de mayor volumen del mes con u$s 769 millones operados) el tipo de cambio cerró sin modificaciones en niveles de $ 3,9260 en el circuito mayorista en donde operan empresas y bancos.

La semana pasada, además de las circulares que el ente oficial dictaminó para la compra de dólares por parte de individuos y compañías, a partir del viernes comenzó a regir un nuevo límite impuesto por el Central para los bancos.

En concreto, la operatoria que las entidades financieras están habilitadas a realizar con títulos públicos locales (ya se nominados en pesos o en moneda extranjera) contra dólares quedó restringida.

Por medio de la compra-venta de bonos con moneda extranjera surge un tipo de cambio implícito: el famoso contado con liquidación, que es un mecanismo que utilizan algunos inversores para fugar divisas sin pasar por el mercado de cambios oficial. Hasta el momento, a los bancos se les permitía realizar este tipo de operaciones bajo un límite de 5% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) en el trimestre. Bajo la nueva normativa, a partir de ahora el tope para la operatoria pasó a ser del 1% mensual de la RPC.

El jefe de mesa de un banco líder explicó que “a partir de esta medida disminuyó mucho la demanda o compras de dólares que habitualmente se registraban en el mercado, debido a que hasta la semana pasada el sistema financiero en general podía adquirir divisas para este tipo de operaciones en un porcentaje más alto”.

A su vez, la oferta se incrementó. Hay más dólares por parte de la exportación, pero no sólo correspondientes al agro, sino también que se sumaron otros sectores, como el petrolero, por caso. A las ventas comerciales, se agrega además oferta financiera. En una mesa de una entidad local señalaron que “hubo más movimientos financieros. Muchos bancos que tienen un excedente de dólares en caja, hacen un pase, es decir venden divisas a valor hoy para comprar mañana. Son dólares ociosos”.

En las pantallas de las casas de cambio y bancos de la city porteña, el billete al público sigue inalterable desde fines de mayo en $ 3,915 para la compra y $ 3,945 para la venta. En cambio, en el mercado negro, cuevas donde la mano oficial no puede ejercer control, se sintió algo más de presión y el billete blue terminó en $ 4,04, desde el 4,02 del miércoles. En cuanto al mercado de futuros de dólar, los operadores manifestaron que el Central sigue vendiendo en todos los plazos, aunque en mucho menor medida que día anteriores, manteniendo una tasas implícita del 12,5% para los plazos más largos.

“Lo que cambió respecto de otras épocas a esta altura, cuando el BCRA achicaba la tasa del futuro, es que ahora las está manteniendo arriba de las tasas de plazo fijo. Mientras haya sobreoferta en el spot, no necesita impulsar la demanda hacia plazos más largos”, relató un cambista.

El Galicia cierra un capítulo


Su presencia en Uruguay ya había quedado reducida a su mínima expresión tras la crisis del 2001 pero ayer el Grupo Financiero Galicia comunicó formalmente el inicio del “proceso voluntario de disolución” de Banco de Galicia Uruguay, lo que marca su salida definitiva de ese mercado, en el que alguna vez supo ser uno de los pesos pesados entre las entidades privadas.

El anuncio se produce luego de que el banco concluyera en forma anticipada el concordato homologado en diciembre de 2002, por el que se comprometió a devolver a sus clientes el 100% de los depósitos en moneda original con los intereses correspondientes.

La reprogramación contemplaba un plazo de 10 años para alcanzar ese objetivo pero finalmente pudo concretarse en un lapso menor.

Como resultado de este proceso, Galicia Uruguay, intervenido por el Banco Central de ese país en 2002 ante la corrida bancaria que sufrió el sistema financiero, reestructuró pasivos por u$s 1.250 millones. En estos años, el banco se fue desprendiendo de las cinco sucursales que tenía, de modo que funcionaba administrativamente pero ya no atendía clientes.

En Uruguay, el Galicia tenía escasa presencia pública pese a ser uno de los principales bancos del país, ya que la mayoría de sus clientes eran ahorristas argentinos. A noviembre del 2001, de los casi u$s 1.600 millones de depósitos que tenía la entidad, sólo u$s 700.000 correspondían a residentes uruguayos.

Al 30 de septiembre de 2001, el Galicia tenía activos por u$s 1.739,2 millones y pasivos por u$s 1.525,7 millones. Su patrimonio de u$s 213,6 millones representaba entonces el 21,7% del total de la banca privada. El segundo banco era por entonces el Comercial, con el 17%, seguido del BBVA, con casi el 10% y el BankBoston, con el 8,7%.

Pero tras el corralito impuesto en la Argentina el 3 de diciembre, muchos argentinos recurrieron a su dinero en la entidad del otro lado del charco ante la imposibilidad de acceder a sus ahorros. El resultado fue una sangría a la que en determinado momento fue imposible responder.

No residentes

Desde aquellos tiempos, el sistema financiero uruguayo ha buscado no depender tanto de los flujos de capitales externos. Actualmente, los depósitos de no residentes en ese país, por ejemplo, equivalen al 20% del total cuando hace cinco años eran del orden del 50%.

Los bancos uruguayos atraviesan hoy un momento de bastante incertidumbre por el proyecto que busca flexibilizar el tradicional secreto bancario que rige en la plaza. Así y todo, hay entidades que han reforzado su apuesta al mercado en el último tiempo como es el caso del BBVA, que hace poco anunció la adquisición del 100% del capital de Crédit Uruguay Banco, lo que lo convirtió en el segundo banco privado más grande de ese país.

La devolución de Ganancias será en cuotas

La presidenta Cristina Fernández dejaría para después del pago del medio aguinaldo el anuncio de la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, que será de alrededor del 25% y excluirá del pago de ese tributo a unos 600.000 trabajadores, consignaron fuentes del Gobierno. La medida implicará una devolución a los bolsillos de los contribuyentes de unos $ 1.500 millones, que se efectuaría en al menos tres cuotas.

Así, el Ejecutivo pretende diluir reclamos para reabrir paritarias, al mejorar el poder de compra vía reintegros periódicos que se sumarán a los menores descuentos en los salarios de los próximos meses.

El Ejecutivo prefiere no adelantarse, retener Ganancias en el medio aguinaldo en función de los valores actuales y luego devolver la diferencia correspondiente a la primera mitad del año –ya que la medida será retroactiva a enero– en cómodas cuotas, que en los bolsillos de clase media pueden representar unos cientos de pesos mensuales.

Más consumo

Según el economista Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la devolución de ese dinero tiene una relación más o menos directa con el consumo. “Los sectores más beneficiados por esto van a consumir más, por lo que la mayor recaudación de IVA, Ingresos Brutos provinciales y tasas de comercio e industria municipales compensan en parte lo que no entra por ganancias”, dijo.

Según cálculos privados, el Estado resignará $ 3.200 millones al subir el mínimo no imponible a los sueldos brutos desde $ 4.015 a $ 5.100 para los trabajadores solteros y desde $ 5.554 a $ 6.850 para los casados con dos hijos.

Más de la mitad de esa cifra dejará de entrar en el segundo semestre, porque la recaudación debería haberse fortalecido por los aumentos salariales que los empleados logran en el transcurso del año. De esta forma, el Gobierno busca clausurar la discusión salarial para lo que queda de 2010, porque le entrega al secretario de la CGT, Hugo Moyano, la medida que reclamaba, dado que la inflación y los aumentos hacen que Ganancias afecte a cada vez más salarios de la clase trabajadora. A cambio, Moyano ofrece un aumento del 28% para los camioneros que sirva como referencia para los sectores que todavía no cerraron la paritaria. Comercio, por caso, cerró en 29%. Y se compromete a contener la reapertura de la discusión salarial que prometieron algunos sectores a fin de año.

La devolución del impuesto a las Ganancias en cuotas luego de subas en el mínimo no imponible es una constante de los últimos años. Ocurrió en 2008, por ejemplo. En octubre del año pasado, el Gobierno eliminó la llamada tablita de Machinea, considerada regresiva por la mayoría de los tributaristas.