miércoles, 8 de febrero de 2012

Cae 70% el negocio de los garages del centro porteño

Los dos primeros días del corralito automotriz, impuesto en el centro porteño, fueron suficientes para que los propietarios de las playas de estacionamiento que se encuentran dentro de la zona de exclusión sacaran cuentas sobre los efectos que les provocan las restricciones al tránsito.


Los cálculos iniciales afirman que el volumen de negocios cayó nada menos que un 70% en las primeras 48 horas de vigencia de la puesta en marcha de la medida.

La desaparición del cliente por hora para nosotros significa un golpe durísimo ya que representa el fuerte de nuestro negocio, sostuvo ante El Cronista Eduardo Sánchez, presidente de la Cámara de Garages y Estacionamientos de la República Argentina (Ages). Si no logramos revertir esto la situación se nos hará cada vez más cuesta arriba. Y el final será que los lugares donde hay estacionamientos cambiarán de rubro, es decir que desaparecerán, continuó el directivo.

Según cálculos de Ages, dentro de la zona delimitada por el gobierno porteño (las avenidas Córdoba, Carlos Pellegrini, De Mayo y Leandro N. Alem) operan actualmente unas 40 playas.

Sánchez marcó que ahora el objetivo del sector pasará por lograr en marzo un encuentro con el subsecretario de Transporte del gobierno porteño, Guillermo Dietrich, para lograr alguna medida intermedia.

En diálogo con El Cronista el funcionario se mostró abierto a recibir a la Ages, aunque dejó bien en claro que no hay vuelta atrás con la disposición.

Previo a poner en marcha la medida realizamos dos reuniones en las que les explicamos cómo sería el nuevo plan. Allí se dejó bien en claro que entendíamos que se trataba de una disposición que beneficiaría a la ciudad, por lo que se haría respetar. No tenemos problemas en reunirnos cuantas veces fuera necesario, pero es importante que quede claro que no habrá modificaciones, advirtió Dietrich.

Por otra parte, el funcionario porteño sostuvo que no se trata de una disposición creada por el macrismo, sino que fue creada hace 36 años y simplemente lo que hacemos ahora es ponerla en funcionamiento.

En este sentido, consideró que quien abrió un estacionamiento durante los últimos años y en la zona ahora delimitada sabía o debió haber sabido sobre la existencia de esta disposición. Entonces, ahora no corresponde la protesta.

Una de las grandes incógnitas que surgió el lunes pasado es cómo impactará el corralito vehicular en el precio de las cocheras, tanto de las que están dentro como fuera de la zona delimitada.

Sánchez dijo que no se puede determinar cuál será el comportamiento de los valores ni fuera ni dentro del corralito. Habrá que analizar cada caso, pero la ecuación no es tan simple como trasladar un costo de un lado hacia el otro, afirmó.

Por otra parte, dijo que será imposible cubrir la caída de clientes por hora con nuevas mensualidades ya que estamos hablando de una caída del 70% en el negocio, una cifra demasiado grande como para suplantarla con clientes nuevos.

El gobierno porteño, mientras tanto, se muestra conforme con el progreso del tránsito tras la implementación del corralito. El transitar de vehículos cayó un 65% y eso es muy bueno para la ciudad, sostuvo Dietrich.

Trepan fuerte las tasas de tarjetas para desalentar financiación en dólares

La paradoja está servida. Bajo un escenario donde la financiación de los saldos con tarjetas trepó 51% en 2011 comparado con 2010, y mientras la titular del BCRA Mercedes Marcó del Pont ha perforado el verbo es excesivo el oído a banqueros y financistas para que depongan las armas y bajen las tasas de interés que cobran, desde otro sector del Gobierno parecen haber hecho exactamente lo mismo pero con fines que van en sentido contrario.


Mientras el BCRA ha porfiado en que haya un recorte en las tasas de interés que se cobra por la financiación en pesos de lo consumido con tarjeta de crédito (hay más de 21 millones de plásticos en el país), desde otros sectores que monitorean la evolución del mercado cambiario el foco está puesto en la financiación de las compras en dólares. En este sentido el mensaje es claro: hay que mantener las tasas... altas.

Hoy algunas entidades financieras cobran una tasa promedio de entre 19% y 20% anual por refinanciar los consumos en dólares realizados con tarjeta de crédito. Esta tasa trepó al menos 5 puntos porcentuales en los últimos meses y en algunas entidades a raíz de la fuerte salida de divisas de sistema financiero y la no menos urgente situación de los depósitos.

Ante la salida de dólares que operó en el sistema el movimiento natural fue un aumento de las tasas, señalaron en una entidad de capitales nacionales. Hoy, que han regresado los depósitos en dólares y en pesos los plazos fijos en pesos del sector privado, alcanzaron en enero un récord en su ritmo de crecimiento mensual de $ 6.500 millones, y llegaron a $ 117.426 millones, el pronóstico de quienes comandan las gerencias de crédito y producto de los bancos es que por cuestiones vinculadas a la política del Gobierno esas tasas que apuntan a financiar consumo en dólares no van a moverse.

Es que la batalla del Gobierno por cerrar los accesos del público al dólar no se detiene. A la instrumentación del control de cambios, la omnipresente campaña de apariciones por parte de la AFIP en el microcentro porteño y el afán por erigirse en el gran hermano del mercado monetario ahora se ha sumado la presión alcista de las tasas para que quienes utilizaban este sistema para atesorar moneda extranjera, dejen de hacerlo.

La razón hay que buscarla en las avivadas que han generado las validaciones de la AFIP para aquellos que teniendo pendiente una deuda en dólares y obteniendo el permiso para comprar divisas con fines de liquidar esta deuda, deciden guardarse esos dólares y refinanciar la misma.

En rigor, éste era el mecanismo utilizado por una parte de quienes obtenían el visto bueno de la AFIP para cancelar con dólares billete la cuenta de la tarjeta. La idea es que una tasa del 20% en dólares implique un costo extra para aquél que obtiene los dólares para cancelar la deuda pero así y todo decide atesorarlos y buscar la financiación del banco para estirar el momento del pago, señaló un gerente de productos de un banco extranjero. Según fuentes del sistema financiero consultadas por El Cronista, en las últimas semanas, y casi como si se tratara de una variable más que hay que vigilar, las empresas nucleadas en la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra (ATASYC) prestaron sus oídos a la necesidad de desalentar la financiación de los saldos en dólares. Por esta razón mientras algunos bancos pusieron las tasas en dólares en las nubes, otros decidieron implementar directamente el mecanismo que permite refinanciar los consumos en dólares pero transformándolos al tipo de cambio en pesos y con tasas que se aplican a las deudas en moneda local.

martes, 7 de febrero de 2012

Argentina exportó más leche que carne

Así lo revela el informe anual del Senasa, el organismo sanitario nacional, en cuyos registros se cuentan exportaciones de lácteos por 406.966 toneladas en 2011, contra 262.470 toneladas de carne en el mismo período.

Esto implica que la industria láctea, cuyo producto de exportación por excelencia es la leche en polvo, generó un volumen de exportación 55% mayor al de la carne.

El nuevo orden fue posible gracias al golpe de gracia del último año. Entre 2010 y 2011 las exportaciones lácteas crecieron 32% en volumen, mientras que las de carne se anotaron otro descenso, del 15% interanual.

En 2010, el balance de exportaciones favorecía a las carnes tan sólo por 1.000 toneladas de diferencia y los cambios en el último año terminaron por invertir las posiciones de ambos productos.

A las restricciones oficiales de exportación de carne para proteger la mesa de los argentinos que se intensificaron a partir de 2007 se les sumaron los controles de precios al mercado interno y, desde 2009, los vaivenes de la crisis internacional que afectaron y afectan a los compradores de carne más que a los de lácteos.

En paralelo, los aumentos de precios de la hacienda, desde fines de 2009, pudieron ser trasladados sólo en parte por los frigoríficos a los consumidores, pese a que el golpe en el bolsillo fue más que duro. Este combo logró que hoy los frigoríficos sufran una de sus peores crisis históricas.

Desde 2010, uno de los mayores jugadores del mercado de carnes, el brasileño JBS (dueño de Swift), cerró tres plantas de faena en el país y planea cerrar una cuarta, en Venado Tuerto, Santa Fe. En 2010, otro de los mayores grupos empresarios argentinos, Mattievich, cerró dos establecimientos, también en Santa Fe. Y el año pasado, la estadounidense Cargill vendió las dos plantas de Finexcor para dejar el negocio de la carne en la Argentina.

En el mismo lapso, la producción láctea llegó a niveles históricos y las dos principales empresas nacionales, Mastellone y SanCor, lanzaron nuevos productos, aumentaron sus ventas y siguieron normalizando su apretada situación financiera del pasado.

Más allá de los volúmenes vendidos, el ingreso total de divisas por exportaciones también favoreció a los lácteos. Los exportadores de este rubro vendieron al exterior por u$s 1.527 millones contra los u$s 1.492 millones que pudieron exportar los frigoríficos.

Aunque los valores de la carne aumentaron en 2011 un fuerte 25%, ese empujón que llevó el precio promedio a u$s 5.686 por tonelada (desde los u$s 4.548 de 2010) no alcanzó para paliar la diferencia en volumen.

En paralelo, la marcada suba del precio de los lácteos, del 14%, dio por resultado un saldo de u$s 449 por tonelada exportada en 2011 contra los u$s 3.754 que valió la tonelada en promedio en 2010.

En 2010, las exportaciones pesqueras habían sobrepasado por primera vez las cárnicas en volumen. Este orden se repitió en 2011: las ventas externas de ese sector alcanzaron las 424.024 toneladas, con un leve descenso del 3% interanual.

En su primer semestre en la B, River perdió más de $ 8 millones


Su vicepresidente primero Omar Solassi confirmó que el club tuvo una pérdida de $ 8.250.000 por jugar el primer semestre en la B.

River tiene que ascender sí o sí. Igual, desde esta dirigencia no daremos un paso al costado si no se da. Hay que empezar y terminar las cosas, aunque será una situación difícil si River no asciende, comentó el principal allegado del presidente Daniel Passarella. Nosotros perdimos $ 8.250.000. Los perdimos porque no pudimos jugar en nuestra cancha, no podíamos vender entradas, en los partidos del Interior costeábamos todos nuestros gastos y en nuestros partidos en las provincias no tomamos el dinero que es para el visitante, señaló.

Más allá de ser el club que mayor número de localidades vendió entre las dos categorías, la sanción que le aplicó la AFA por los incidentes en la Promoción contra Belgrano inclinó la balanza. River jugó cinco partidos de local en otras canchas, por lo cual tuvo que alquilar los estadios de San Lorenzo y Huracán. Además, tuvo que pagar una multa económica y sus ingresos de ventas de populares fueron más bajos que en la A por la diferencia de tarifa: de $ 40 a $ 30.

El vice de River también dio a conocer que se bajó el déficit operativo mensual del club: Pasamos de $ 5 millones por mes a $ 200.000. Es un avance importante. El dirigente recordó que cuando la actual conducción asumió en 2009, se especulaba sobre la posibilidad de que se decretara la quiebra.

Boom de plazos fijos en pesos

Según los últimos datos publicados por el Banco Central (BCRA) con cifras hasta el 27 de enero, las colocaciones a plazo del público pegaron un salto de nada menos que $ 6.500 millones, superando el máximo alcanzando en el mes de diciembre, cuando avanzaron unos


$ 5.000 millones. Los plazos fijos minoristas pasaron, de esta manera, desde $ 110.995 millones, hasta los $ 117.426 millones.

Éste es el incremento mensual más alto registrado al menos desde el año 2002. Habitualmente enero es un período de gran liquidez en los bancos, en el que las colocaciones a plazo suelen crecer, pero lo máximo alcanzado en 10 años, fue un aumento de $ 3.791 millones (en enero de 2008), casi la mitad de lo registrado el mes pasado.

A la estacionalidad (y la inflación), los gerentes financieros le sumaron el factor del cepo verde. A partir de las restricciones que el Gobierno impuso desde noviembre pasado para las compras del dólares (tanto de pequeños como de grandes ahorristas) el fenómeno fue casi instantáneo y los pesos que no pudieron ser volcados a la divisa estadounidense fueron a parar a las cuentas a plazo del sistema financiero.

Es por eso que en enero estas colocaciones más que duplicaron el ritmo de expansión respecto de años anteriores y también de otros meses. La tendencia no es exclusiva de los pequeños ahorristas. Por el mismo motivo, los grandes inversores también están renovando o realizando nuevos plazos fijos. Según cifras oficiales, los depósitos mayoristas a plazo (superiores a $ 1 millón) treparon unos $ 3.555 millones en el primer mes del año. Estas colocaciones pasaron de $ 54.099 millones hasta

$ 57.654 millones. El avance significó más del doble de la expansión de $ 1.100 millones que crecieron en igual período de 2011; estuvo por encima de los $ 1.500 millones de 2010 y también más que duplicó el avance de $ 1.100 millones de 2009.

En las mesas además destacan como llamativo semejante crecimiento, teniendo en cuenta que las tasas que pagan en los bancos por estas colocaciones ha caído considerablemente en los últimos dos meses. La Badlar (para grandes depósitos) ya se ubica por debajo del 15% anual (llegó a tocar en el segundo semestre del año pasado un 25%) y para un pequeño inversor rondan entre el 9% y 10% anual. Son tasas que volvieron a ser negativas y se ubican muy por debajo de la inflación, calculada por consultoras privadas en torno al 20% anual. El pronóstico apunta a una estabilidad en el costo del dinero que, si bien no compensa la inflación, le sigue ganando a las proyecciones de suba del tipo de cambio (en promedio un 13% anual, contra el casi 8% de 2011). En rigor, la estabilidad del dólar (en enero prácticamente no se movió para el público minorista) contribuye a esta avalancha de pesos en los bancos.

De todas formas, en enero los depósitos totales cayeron unos $ 2.638 millones hasta los $ 269.097 millones, por un retroceso en las cuentas a la vista. Las cajas de ahorro en moneda nacional del sector privado se desplomaron unos $ 8.000 millones y las cuentas corrientes, del mismo segmento, cedieron unos $ 255 millones. En el sector explican que obedece a un fenómeno estacional: por las vacaciones muchos clientes utilizan su dinero en posiciones más líquidas.

Grecia despirá 15.000 empleados públicos este año

El gobierno griego anunció ayer que despedirá a 15.000 empleados públicos este año, en medio de las desesperadas negociaciones con la troika de acreedores, que exigen más recortes y ahorro a cambio de un nuevo préstamo

Al borde de la moratoria, Atenas necesita dinero antes del 20 de marzo, fecha en la que vencen compromisos por 14.500 millones de euros.

El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, reconoció que las negociaciones son tan duras que apenas se cierra un capítulo se abre otro, tras un encuentro con los representantes de la troika.

Para desbloquear este segundo rescate, el BCE, la CE y el FMI exigen un compromiso inmediato y explícito con el ajuste de parte de los jefes políticos de los partidos que integran el gobierno.

Además del préstamo de 130.000 millones de euros, está en juego la quita de parte de la deuda griega, actualmente de 360.000 millones de euros. Esa suma equivale a 160% del PBI de Atenas, y la idea es reducirla al 120% del PBI en 2020.

Pero sin préstamo ni quita, el país parece dirigirse irremediablemente al default.

A su vez, las dos grandes centrales sindicales (GSEE, del sector privado, y ADEDY, del público) convocaron para hoy a una huelga general de 24 horas y a una manifestación en el centro de Atenas.

Las nuevas medidas de ajuste son la crónica de una muerte anunciada, el objetivo es desmontar todo el derecho laboral y reducir los salarios de 20% a 30, dijo ayer el presidente de GSEE, Yannis Panagopulos.

Con respecto al calendario de la Eurozona para sacar a flote a Atenas, se inicia con el canje de bonos, que implica que los acreedores privados intercambien sus tenencias de títulos del gobierno griego por garantías de más tiempo con una rentabilidad más baja, algo que reducirá la carga de la deuda griega en 100.000 millones de euros.

jueves, 2 de febrero de 2012

Inmobiliarias indagarán el origen del dinero

Las transacciones inmobiliarias sumaron ayer nuevos controles que podrían demorar el cierre de las operaciones e incrementar los costos de los corredores.

Cualquier persona que quiera comprar o vender inmuebles por un valor de US$ 140 mil (o $ 600 mil) o más al año tendrá que justificar el origen de los fondos con declaraciones juradas de su estado civil, ingresos anuales e impuestos.

Precios llamativamente altos o bajos, desinterés por las características de la propiedad, nerviosismo por cerrar la operación a toda costa serán circunstancias que podrían ameritar que la inmobiliaria envíe un Reporte de Operación Sospechosa a la Unidad de Información Financiera para investigar si hubo lavado de dinero o financiamiento de actividades terroristas.


Si los fondos para comprar el inmueble provienen de una venta de otra propiedad, también deberá presentar una copia autenticada de la escritura, una certificación extendida por un contador con el origen de los fondos, documentación bancaria o que acredite la venta de autos, títulos o ganado o cualquier otra que respalde la tenencia de fondos lícitos para la operación.

La inmobiliaria también tendrá en cuenta "el monto, tipo, naturaleza y frecuencia de las operaciones que habitualmente realiza el cliente" y "el origen y destino de los fondos", según la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial. Además verificará si el cliente figura en listados de terroristas y les exigirá a las partes que firmen una declaración jurada en la que aclaren si son "personas expuestas políticamente" (funcionarios públicos de rango medio o alto) o no.

Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Néstor Walenten, con 35 años en el sector, la normativa de la UIF "perturbará el mercado" ya que "demandará capacitación y digestión, especialmente, por parte de los compradores que, a diferencia de los vendedores, carecen del respaldo que brinda un título de propiedad".


La CAI, junto con la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA) y el Colegio de Corredores mantuvieron reuniones con los técnicos de la UIF para hacerles llegar su conocimiento del mercado. Sin embargo, la entidad que comanda José Sbatella desoyó las sugerencias y fijó un límite para agudizar los controles a las operaciones de sólo $ 600 mil (unos US$ 140 mil). En Palermo, con ese monto sólo se puede comprar un departamento de unos 70 metros cuadrados. "Veníamos negociando algo más flexible pero la UIF habrá priorizado los requisitos del GAFI" (Grupo de Acción Financiera Internacional), el organismo global al cual Sbatella deberá rendirle cuentas en al primera semana de febrero en París.

Desde 2003, los escribanos ya tenían que rendir cuentas ante la UIF. Sin embargo, ahora, esa obligación también recae en empresas comerciales, como son las inmobiliarias, muchas de ellas familiares o sociedades de hecho.

Walenten descartó que la normativa implique mayores costos: "sólo hay que exigir más información, archivar y, eventualmente, advertirle a la UIF por internet", opinó. No obstante, las nuevas reglas de juego significarán que los corredores y sus empleados se capaciten mediante cursos que dictarán las entidades del sector. También requerirán de inversiones en software y diseño de procedimientos de control.

Las concesionarias de yates deberán seguir los mismos lineamientos que las inmobiliarias pero, en este caso, el foco se pondrá en los clientes que realicen operaciones por un monto anual de $450.000 (unos US$104 mil) o más.