viernes, 5 de noviembre de 2010

Arcor recibe ola de ofertas: diez veces el monto a emitir

El interés que reina en el mundo por el riesgo emergente se enfiló en un tren de avidez imparable. Ayer se conocieron los resultados de la emisión del bono de la empresa Arcor por u$s 200 millones con vencimiento en 2017. En su impactante debut en el mercado de deuda, la compañía de alimentos recibió un aluvión de ofertas en el mercado internacional que resultó diez veces mayor al monto de emisión: se ofertaron más de u$s 2.000 millones.

Pero no sólo eso. La firma controlada por la familia Pagani consiguió pagar por esos fondos una tasa del 7,25% anual (desde 2007 no se veía un nivel tan bajo). El costo no sólo es menor al que se estipulaba, si no que es incluso inferior al que paga el Gobierno nacional por el título Global 2017, el bono que surgió de la reapertura del canje. Si bien Economía todavía niega la posibilidad de lanzar un título afuera, hoy el mercado le pediría una tasa de 7,88% por colocar nueva deuda. Vale aclarar que si bien la ON es comparable con el título soberano (porque está emitido en la misma moneda y vence en el mismo plazo), el monto que en principio habían planeado desde la cartera que conduce Amado Boudou –u$s 1.000 millones– supera ampliamente al de Arcor. Así y todo, la empresa se convirtió en la quinta compañía en emitir deuda en los mercados externos este año y la primera en conseguir financiamiento más barato que el Gobierno.

El bono fue lanzado por parte de JP Morgan y Santander, como colocadores principales, y BNP Paribas como co-manager. Uno de los colocadores puntualizó a El Cronista que “durante el road show que cerró ayer en Nueva York, la demanda fue impresionante. Hubo de todo: desde bancos, compañías de seguros locales, hedge funds extranjeros”. “La operación superó nuestras expectativas y se debe a que el riesgo de Arcor es muy bueno, no tiene ninguna deuda en el mercado de ON y por el elevado apetito que hay en un mercado donde la liquidez escasea”, explicaron. La fuente detalló que el 10% se vendió a inversores argentinos y el resto en el exterior. Un 15% de los valores fue a inversores latinoamericanos, mientras que el 60% se colocó en los EE.UU.. También una parte fue a cuentas en Europa y Asia.

La emisión ya había conseguido excelentes calificaciones por parte de Moodys (B1) y Fitch (B+). Las notas, a su vez, son mejores que la de la deuda soberana. Fuentes de Fitch señalaron a este medio que “se calificó a la emisión un escalón por encima del techo soberano de Argentina, debido a que en las calificaciones en moneda extranjera se miden por el riesgo de transferibilidad y convertibilidad. El hecho de que buena parte de la generación de fondos de Arcor sea en moneda extranjera, le da cierta fortaleza a la firma ante algún potencial evento de transferenciabilidad argentina. A su vez tiene un buen perfil crediticio”.

Voceros de la empresa adelantaron a El Cronista que “los fondos serán dirigidos básicamente a reestructurar deuda de corto plazo”. La emisión llega con éxito tras un intento fallido en 2007, cuando la firma decidió suspender a un bono de u$s 100 a 10 años debido a la crisis financiera. La nueva emisión forma parte de un programa global de u$s 500 millones. Pero desde Arcor apuntaron que “por el momento no tienen pensado emitir más deuda”.

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