martes, 15 de diciembre de 2009

Los mercados tomaron con optimismo el plan para garantizar el pago de la deuda

Los mercados tomaron como algo positivo la movida oficial para respaldar el pago de la deuda. Los bonos tuvieron alzas moderadas, el dólar mantuvo su quietud habitual y las acciones ganaron en sintonía con Wall Street. La estrategia K no viene a despejar un fantasma que estuviera instalado en los inversores, o sea un default inminente de la deuda. Los precios de los bonos ya descartaban ese escenario a pesar de los fuertes vencimientos del año próximo. Más bien, el plan oficial busca que las tasas de los títulos caigan unos puntos más para poder colocar deuda en 2010 a un costo “razonable”. El fondo, que se constituirá con parte de las reservas del BCRA, se transforma en una especie de collateral o “cobertura” para los bonos argentinos. “Lo hacen simplemente para bajar algo más los spreads y así estar más a tiro para emitir los u$s 3.000 millones que fueron siempre la razón para avanzar en el frente externo. Como no quieren ir al Fondo, y ven que no pueden emitir al 10% (la tasa en EE.UU. subirá algo para cuando terminen con los holdouts en marzo, y el ‘efecto oferta’ de la emisión hará que el spread de salida se eleve un poco), manotean al Central”, explicó un ex BCRA. “Creo que el efecto en los mercados, una vez que se quite la suba generalizada en activos de riesgo y el aumento estacional de la demanda por pesos, es casi nulo. Y en todo caso, será bien menor que el costo institucional de avanzar sobre la autonomía del Central”, añadió el banquero.

En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) se vieron subas de hasta 4,6% como el caso del Par en pesos y de 2,73% en el cupón atado al PBI en moneda local, si bien en promedio las alzas fueron de 1,5%. El caudal de negocios, de unos $ 1.088 millones en renta fija, habla del buen momento de los títulos. En la Bolsa, el índice Merval ganó 1,78% donde se destacaron los papeles bancarios (precisamente por sus tenencias de bonos): Patagonia (+9,55%), Banco Hipotecario (+6,45%) y Galicia (+3,90%). Claro, todo esto en medio de un clima financiero global que volvió a ser positivo.

Lo cierto es que en las mesas de los bancos no había pesimismo sino todo lo contrario. Dicen que la movida es una buena noticia para los bonos, tiene poco efecto en acciones (aún les pesa ser un “mercado de frontera”) y que el tipo de cambio, a pesar del drenaje de u$s 6.500 millones, quedará en manos del Central. “Que caigan las reservas no complica al dólar. Todavía tienen un poder enorme, te matan. De hecho hoy (por ayer) seguían sobrando dólares y Redrado se llevó u$s 80 millones sobre el final de la rueda”, consignaban en una entidad líder. El dólar para fugar divisas, o sea el contado con liquidación, está en $ 3,80 (por debajo del spot) y sin sobresaltos.

El razonamiento del mercado es que el plan es positivo porque la iniciativa permitiría que muchas compañías puedan tener posibilidades de colocar deuda en el exterior a un menor costo. Si se reduce el rendimiento del soberano, las compañías pueden “pelear” unos puntos menos a la hora de salir a endeudarse. De hecho, hay varias empresas con deseos de emitir títulos en el mercado internacional que están esperando que se cierre el canje a los holdouts.

Boudou también lanzó una operación de marketing con respecto al Boden 2012, uno de los dolores de cabeza más grande para el Gobierno ya que año a año representa el mayor vencimiento de deuda. La idea es ofrecer un pago anticipado por el vencimiento del 3 de febrero, cuando se paga renta, con un descuento. Parece poco lógico que un inversor acepte el pago por adelantado cuando a la vez se crea un fondo para “garantizar” el no default. Hoy el Gobierno paga u$s 1.500 millones del cupón PBI, desembolso que se hará utilizando los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI. El Tesoro compra los dólares al Central y éste atesora el equivalente en DEG a las reservas.

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