jueves, 2 de junio de 2011

La inflación puede aplastar los logros de los emergentes



En sus veinte años como taxista de Hanoi, Pham Van Vinh aprendió a sortear las caóticas calles de la capital de Vietnam y las exigencias de su codiciosa policía de tránsito. Pero este padre de dos hijos y 44 años está trabajando más que nunca debido al triple golpe proveniente de la inflación, que se aceleró al 19,8% interanual en mayo, una de las tasas más altas del mundo.Los precios de la nafta subieron 30% en febrero; los aumentos en las tarifas de los taxis alejaron a los pasajeros; y los costos de vida de su familia se incrementaron el año pasado dado que los alimentos cuestan el doble.

Lo que le ocurre a él se repite en todo el mundo emergente. Las cifras interanuales del último mes informado muestran que la inflación en las naciones de rápido crecimiento que pertenecen al grupo de los BRIC son 6,5% en Brasil; 8,7% en India; 9,6% en Rusia y 5,3% en China. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé para este año que en promedio los precios subirán 6,9% en el mercado emergente, comparado con sólo 2,2% en el mundo desarrollado.

La pregunta es cuánto amenaza ésto el crecimiento económico global. Después de todo, las economías emergentes salieron de la crisis 2008-09 creciendo a un ritmo mayor que el mundo desarrollado. El FMI pronostica una tasa de expansión del PBI de 6% para 2011 para las economías emergentes, tres veces más que el mundo desarrollado. ¿No será que la inflación de entre 6% y 7% es el precio que se paga por el fuerte impulso que los mercados emergentes le están dando a la economía mundial?

Quizás, si se mantiene en niveles moderados. Pero quienes fijan políticas en el mercado emergente están enfrentado una serie de desafíos inflacionarios incluyendo el aumento de los precios de los alimentos y la energía, la falta de mano de obra calificada, los cuellos de botella en infraestructura, el auge las propiedades y las inmensas olas de liquidez generadas por los bancos centrales de EE.UU, Europa, China y otros lugares para sacar a la economía mundial de la crisis. Tal como dijo Wen Jiabao, primer ministro chino, “la inflación es como un tigre: una vez liberado es difícil hacerlo regresar a su jaula.

Si bien los países enfrentan peligros comunes, mucho dependerá de cómo respondan individualmente. Algunos estados han aprendido de la historia y domaron la inflación aplicando constantes políticas anti-inflacionarias, incluyendo una fuerte gestión fiscal y supervisión bancaria. La República Checa es un ejemplo; el aumento de precios es de sólo 1,6%.

Pero las naciones con políticas fiscales, monetarias y bancarias crónicamente laxas están cerca de la crisis inflacionaria. En Argentina, por ejemplo, los economistas reconocen que el índice de inflación es de 25%, lo que ridiculiza la cifra oficial de 10%.

En las últimas semanas, hubo manifestaciones en contra del alza de la inflación en India, Ucrania y China.

El principal motor de la inflación en los últimos 18 meses fue el alza en los precios del petróleo, alimentos y materias primas, provocada por la creciente demanda de China, India y otros países emergentes. Los alimentos representan sólo el 8% del gasto de los consumidores en Estados Unidos. En China, la cifra es 30%; en India, 45%.

En mayor se produjo una liquidación de commodities que disminuyó los temores. El crudo Brent cayó de u$s 125 el barril a cerca de u$s 110; y los precios de las materias primas bajaron 10% desde sus picos de abril. El FMI prevé para que en 2012 la inflación en los mercados emergentes será de 5,3%.

Algunos economistas consideran que con esto se terminó el pánico. Mientras los estados desarrollados enfrentan el lento crecimiento y la enorme deuda, la verdadera amenaza en los mercados emergentes, aseguran, es la caída de la producción y no un despegue de la inflación. “No veo los niveles de inflación destructivos del pasado”, comentó Bill O’Neill de Merrill Lynch BofA.

Pero otros siguen preocupados. John-Paul Smith de Deutsche Bank comentó: “Los inversores están subestimando el hecho de que la inflación es estructural en muchos mercados emergentes, en contraposición a un fenómeno cíclico”.

El aumento de los precios de los commodities está teniendo repercusión sobre las economías locales, especialmente aquellas donde la oferta y la demanda están ajustadas, y los costos laborales están en alza, incluyendo Brasil, India y China.

Con el rápida recuperación de los últimos dos años, muchas compañías están funcionando a su máxima capacidad. HSBC señaló que la brecha de producción (la diferencia entre la producción actual y la máxima) ha desaparecido en las economías del este asiático, incluyendo China, y en Brasil. Los trabajadores obtienen aumentos salariales y los empleadores están trasladando los costos. “Eso crea el riesgo de que los shocks inflacionarios en las economías emergentes se conviertan en procesos inflacionarios que se autoperpétuan,” opina el banco británico.

En términos generales, es un logro histórico que las naciones emergentes hayan podido recuperarse rápidamente de la crisis global y eso ayudó a evitar que la recesión mundial se prolongue en el tiempo. Sus economías son resistentes y sus compañías compiten con las mejores de cualquier parte. Para la mayoría, el costo en términos de mayor inflación hasta ahora se justifica con el crecimiento del PBI que se ha producido.

Sin embargo, es importante lo que viene luego. Otro incremento en los precios de los commodities crearía peligros para las naciones que enfrentan desafíos inflacionarios, incluyendo a los BRIC. Y ya hay países en peligro: especialmente Vietnam. Sin duda, Pham tendrá que ser tan cuidado con el presupuesto familiar como lo es con el tráfico de Hanoi.

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