jueves, 23 de junio de 2011

Vender a precios inaccesibles: ¿puede ser una buena idea?

¿Pagaría US$ 100 por una taza de café? Por supuesto que no se trata de cualquier café. Es el kopi luwak, o "café de civeta", originario de Indonesia, el café más exótico del mundo, cuya producción anual no supera los 500 kg.


El grano de este café es procesado de forma "orgánica" por el aparato digestivo de una especie de comadreja, llamada civeta, que vive en forma salvaje en Indonesia. Este animal se alimenta de granos de café, pero al no poder digerirlos completamente, los defeca en el campo, de donde son recogidos cuidadosamente. Los jugos gástricos de la civeta son los encargados de fermentar el grano, lo cual, increíblemente, da un gusto muy especial al café.

Los jugos gástricos de la civeta son los encargados de fermentar el grano, lo cual, increíblemente, da un gusto muy especial al café.

¿Por qué vender algo tan caro y con un mercado potencial tan reducido? Algunos exclusivos bares y restaurantes, especialmente en Estados Unidos y Japón, lo han incorporado a sus menús a pesar de su limitadísima proyección de ventas.

El trasfondo económico de estas extrañas acciones es el impacto de ofrecer algo de precio "casi" inalcanzable, sobre el resto de los productos o servicios de la empresa. Los productos exclusivos, caracterizados por precios que excluyen a la mayor parte de los clientes, suelen elevar la percepción de calidad del lugar. Esto tiene un efecto positivo sobre el resto de las ventas.

Los productos exclusivos suelen elevar la percepción de calidad del lugar.

El origen de este tipo de comportamientos está relacionado con la psicología de los consumidores. Las investigaciones en este campo demuestran que si reconocemos que una persona es buena haciendo A, tendemos a pensar que también es buena para las acciones B y C, aún sin evidencia acerca de esto último. Este sesgo en nuestro razonamiento se denomina "efecto halo".

En marketing, el "efecto halo" hace referencia al amplio impacto sobre una empresa o marca que tiene la percepción positiva generada por los atributos de un cierto producto. Por ejemplo, el éxito inicial del reproductor de música iPod tuvo un amplio impacto positivo sobre la imagen y las ventas de los productos Apple que lo sucedieron, como el iPhone o el iPad.

El éxito inicial del iPod tuvo un amplio impacto positivo sobre la imagen y las ventas de los productos del iPhone o el iPad.

Este tipo de "productos imagen" son frecuentemente utilizados por las empresas para impulsar las ventas de los productos tradicionales, que de hecho representan la mayor parte de la facturación y de los resultados. Además, cuando el "producto imagen" se posiciona como algo muy exclusivo, como el ejemplo del café kopi luwak, esto "abarata" comparativamente los restantes productos, destacando su conveniencia.

Siguiendo este razonamiento, General Motors vendió en la Argentina el exclusivo modelo deportivo Chevrolet Corvette, con un precio cercano a los US$ 140.000. La aspiración de la empresa no era generar un gran volumen de ventas. De hecho, se vendieron sólo unas pocas unidades y seguramente a pérdida, si consideramos la inversión en publicidad y promoción que se realizó en este modelo en particular. Sin embargo, el objetivo no era que el Corvette se transformara en un buen negocio en sí mismo, sino que, al actuar como insignia de la marca, esto impulsara las ventas del resto de la gama de vehículos.

Sorprendentemente, establecer un precio "casi inalcanzable" para algunos productos, que por lo general tienen una mística muy especial, puede afectar positivamente la venta de los restantes productos de la empresa.

(*) Ariel Baños es un economista especializado en estrategias de precios. Es presidente y fundador de fijaciondeprecios.com y autor del libro "Los secretos de los precios".

jueves, 9 de junio de 2011

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre del dólar

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre del dólar pero nunca se atrevió a preguntar
Por Nicolás Litvinoff


Especial para lanacion.com

Crecen los rumores sobre una posible devaluación y, mientras se acercan las elecciones de octubre, la gente comenzó a abarrotarse en de las casas de cambio en busca del refugio que, desde hace mucho, sólo el dólar ofrece frente a los vaivenes de la economía argentina.

Acá todo lo que hay que saber sobre la moneda estadounidense:

- ¿Porqué cuando pregunto la cotización del dólar me dicen dos valores?

El dólar cotiza desdoblado en dos: un precio de compra y otro de venta. El de compra es siempre más chico que el de venta. Si querés saber cuál tenés que mirar en función de la operación que tengas que hacer, tené en cuenta la siguiente regla: "Cuando se trata de operar dólares, el cliente siempre pierde". Esto quiere decir que si querés comprar tenés que tomar en cuenta el precio más alto de los dos que te informen y se querés vender el más bajo. En ese diferencial entre uno y otro está la ganancia de la casa de cambio.

- ¿Porqué cuando leo en el diario o escucho por TV el precio del dólar oficial, el mismo es siempre menor al que veo en las casas de cambio o en mi banco?

El dólar oficial o mayorista es un dólar utilizado por los bancos estatales para realizar operaciones bancarias entre sí y cerrar cambio a las divisas que liquidan los exportadores. Se usa como referencia pero es muy difícil que el inversor común accede a comprar divisa a ese precio.

- ¿Qué es el dólar blue o paralelo o negro?

Se conoce con esas tres denominaciones al dólar que operan agencias de cambio no autorizadas también conocidas como "cuevas". Dichas operaciones no están reguladas, y por lo tanto, pueden ser usadas para comprar divisa americana sin declarar la procedencia de los pesos utilizados en la operación.

Estas "cuevas" suelen ser agencias de turismo aunque no necesariamente sea así. Generalmente se accede por algún contacto o recomendación.

- ¿Porqué la cotización del dólar blue o paralelo o negro es tanto más alta que el que se compra en las casas de cambio habilitadas?

La cotización del dólar blue o paralelo o negro es más alta justamente porque carece de controles y por lo tanto es más demandada. El diferencial entre el dólar blue y el oficial da cuenta de alguna manera del tamaño de la economía informal. No existe una única cotización para el dólar blue y puede haber mucha diferencia de precio entre una "cueva" y otra.

- ¿Qué piden hoy en día las casas de cambio del microcentro para poder comprar dólares?

No hay una reglamentación homogeneizada. Algunas casas de cambio están pidiendo un comprobante de extracción de fondos del banco (para los pesos con los cuales se quieren comprar los dólares) de una caja de ahorro o una cuenta corriente, con la confirmación del pago del impuesto al cheque.

Otras piden recibo de sueldo y solo venden hasta un 70% del sueldo total de la persona que quiera comprar los billetes.

En todos los casos, existen topes mensuales de compra, que pueden ser de hasta 4.000 dólares, pero dependerán de la presentación de la declaración jurada impositiva (que es otro requisito que piden actualmente). Todas estas restricciones apuntan a que la gente demande menos dólares y no se produzcan corridas bancarias.

- ¿Porqué veo filas largas de personas en las casa de cambio del microcentro constantemente?

Los motivos de la gran afluencia de público pueden ser varios: desde la desconfianza en la moneda local hasta la cercanía de las elecciones.

Pero también influye un "negocio" que hacen algunos "arbolitos" al pagarle a otras personas para que pongan su documento para comprar dólares en casas de cambio autorizadas y venderlos luego en las "cuevas", ganando un diferencial de hasta 25 centavos por unidad.

Farmacity abrió un centro de distribución para 100 locales

Los 8.000 m2 de racks (estantes) asombran, aún vacíos. Es que desde ese centro de distribución en barrio Los Boulevares la cadena Farmacity tendrá capacidad para abastecer a 100 locales, aunque por ahora "sólo" suman 54 los que se proveerán desde ahí, contando los 20 de Córdoba, Mendoza (22), San Luis (5), La Rioja (2), Salta (3) y Jujuy (2).


Esa relación marca los objetivos de crecimiento de la cadena que diseñó y desarrolló Mario Quintana (y el fondo Pegasus) y que en 15 años logró una red de 170 locales, sin contar las 18 aperturas previstas hasta diciembre próximo (12 en CABA y 6 en el interior del país).

El concepto de negocios de Farmacity es tan claro como efectivo: detectar las necesidades de sus clientes y satisfacerlas. "Esta empresa nace de una encuesta a 2.000 consumidores que entrevistamos a la salida de farmacias y que nos contaban qué cosas no encontraron o les hubiera gustado encontrar", resume Quintana.

Con un mix que cada vez incorpora más cosas de supermercado (incluyendo servicios de cobranza y entrega de dinero en caja), Farmacity avanza ahora a una nueva etapa: "brindar un trato más humano, de persona a persona en todos sus locales".

- Con 170 sucursales en el país, Farmacity es una de las cadenas minoristas más grandes de Argentina. Emplea a 4.000 personas, 400 de ellas en Córdoba.

- En los 90, la caída del Exxel Group se debió -en buena medida- a que sólo había apostado a Argentina... ¿puede pasar algo así con Pegasus? -le preguntamos a Quintana.

- No veo mayores puntos en común entre el Exxel y nosotros. Nosotros no compramos empresas para salir rápido, ni nos endeudamos mucho en las operaciones. En algunos negocios nos va bien (como Farmacity y Freddo), pero en otros salimos, como Musimundo. Pero allí tomamos la empresa con 600 empleados y la vendimos con 1.000.

jueves, 2 de junio de 2011

Naciones Unidas advierte sobre un colapso del dólar


Naciones Unidas advirtió ayer sobre una posible crisis de confianza en el dólar estadounidense o un incluso, de un colapso de la moneda si su valor frente a otras divisas continúa cayendo.


En un análisis de la economía mundial, la división económica de la ONU dijo que esta tendencia, derivada de la caída del valor de las tenencias de dólar en el extranjero, pondría en riesgo al sistema financiero.

El informe, que es una actualización del reporte de la ONU sobre la “Situación Económica Mundial y las perspectivas para el 2011″ que fue publicado en diciembre, señala que la tasa de intercambio del dólar frente a una canasta de divisas había alcanzado su menor nivel desde la década de los 70.

Esta tendencia, dijo, ha sido empujada en parte por los diferenciales entre la tasa de interés en Estados Unidos y en otras grandes economías y por las crecientes preocupaciones sobre la sustentabilidad de la deuda pública de Estados Unidos, la mitad de la cual está en manos de extranjeros.

“Como resultado, las futuras pérdidas (previstas) del valor contable de las grandes reservas de divisas podrían detonar una crisis de confianza en la divisa de reserva, lo que podría amenazar a todo el sistema financiero”, estimó. El informe se refirió en otro apartado al “riesgo todavía inminente de un colapso del dólar estadounidense”.

Rob Vos, economista de la ONU que participó en el informe, estimó que si los mercados emergentes “comienzan a vender dólares en masa, entonces puede haber un riesgo de una caída del dólar”. “No estamos diciendo que el colapso sea inminente, pero los factores se están cimentando para que podamos llegar rápidamente a esta situación si otras cosas no mejoran en otros frentes, como el riesgo de que Estados Unidos no sea capaz de servir sus obligaciones”.

Se quintuplicó la fuga de capitales

Si un color dominó la escena durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, ese color fue el verde. Verde dólar. Y es que el proceso de dolarización fue mucho más profundo que durante el mandato de Néstor Kirchner. Entre el 2003 y el 2007, se fugaron un promedio anual de u$s 3.452 millones, mientras que desde el 2008 se fueron un promedio anual de u$s 16.158.


En el acumulado, el gobierno de Néstor Kirchner arroja un total de u$s 18.464 millones, mientras el de Cristina evidencia unos u$s 64.631 millones de acuerdo a un cálculo de M&S Consultores que toma como base las cifras del Banco Central. Pero hay más: para 2011 el estimando es de u$s 16.000 millones, de los cuales u$s 6.500 millones salieron del sistema en los primeros cinco meses del 2011.

Claudio Mauro, consultor jefe de M&S Consultores, advierte que los años de elecciones son relativamente más complicados: “Ocurre por la expectativa de incertidumbre que genera en la gente, que se torna más prudente y conservadora cuando llega una elección”. Y explica que si bien la fuga es menos evidente debido al ingreso de capitales impulsado por las exportaciones agropecuarias, el Banco Central comprará menos dólares este año y, como resultado, inyectará menos pesos en la economía.

Para Federico Bragagnolo, economista senior de Econviews, varios eventos explican la mayor fuga durante el mandato de Cristina, “desde la crisis con el campo, la crisis de las hipotecas subprime y posterior crisis internacional, la estatización de las AFJP y el conflicto por el uso de reservas para pagar la deuda”.

Para este año espera que la formación de activos externos del sector privado (“fuga de capitales”) alcance los u$s 16.000 millones, unos u$s 5.000 millones por encima del nivel del año pasado. “Este aumento en la dolarización está relacionado con la incertidumbre propia de un año electoral. De hecho la dolarización comenzó antes de lo esperado y en el primer trimestre alcanzó lo u$s 3.700 millones”, indica Bragagnolo.

Por otro lado, Agustina Leonardi, economista de Fundación Libertad sostiene que “además de la crisis financiera internacional, que tuvo fuerte impacto sobre nuestro país, creemos que el avance del Estado sobre la economía en los últimos años profundizó el éxodo de capitales.

Así, la estatización (en realidad fue una confiscación) del sistema previsional para financiar el gasto público y la posterior utilización de las reservas del Central para asumir compromisos, demostraron la debilidad institucional que padece nuestro país”.

A estos episodios, Leonardi le suma las excesivas regulaciones, controles y una presión impositiva récord, “que no sólo desalientan la inversión sino que, por el contrario, invitan a los agentes económicos a buscar refugio para sus ahorros fuera del país”.

Pero a la hora de estudiar las variables que forjaron este fenómeno, no puede dejarse afuera el ingreso de dólares al país. Con Cristina Fernández se produjo una explosión de agro dólares. Entre el 2008 y 2011, promediaron u$s 25.000 millones, contra sólo u$s 13.000 millones del período presidencial anterior, por lo que el ingreso de divisas agropecuarias prácticamente se duplicó de un mandato a otro.

En 2011 llegó al récord de u$s 32.000 millones, basados en la soja, que explicó el 75% del salto.

Gerentes financieros los más optimistas del mundo

Acostumbrados a los grandes excedentes de liquidez de los últimos años, y esperanzados con el ciclo de bonanza que todavía prometen los precios de las materias primas para los emergentes, los gerentes financieros de las grandes empresas de la Argentina se destacan hoy por tener las expectativas más optimistas del mundo sobre el futuro de la economía. Una encuesta realizada por American Express, entre 655 ejecutivos del planeta, reveló que el 89% de los empresarios locales espera que la actividad se expanda el año próximo, y un 39% consideró que esa expansión se dará de manera “sustancial”.

El humor de los argentinos supera, en estos tiempos, al de todas las economías analizadas a nivel global. “Las economías emergentes se convirtieron en las líderes del crecimiento mundial porque gozan de una fuerte demanda interna y un flujo sostenido de exportaciones”, comenta el estudio. Eso explica que más de un tercio de los consultados en América latina (un 35%) haya anticipado una expansión sustancial en su economías en los próximos 12 meses.

“Las lecciones aprendidas durante la crisis están dando forma a las estrategias corporativas de gastos en el presente”, comentó Janey Whiteside, vicepresidente senior de Corporate Payment Solutions de American Express . “Los ejecutivos financieros consideran cautelosamente cada inversión, tanto en el área de fusiones y adquisiciones como en personal de trabajo y servicios. “, agregó.

El optimismo económico está en alza en todo el mundo. Del estudio surge que, actualmente, las tres cuartas partes de los empresarios tiene expectativas de crecimiento “desde moderado a fuerte” durante los próximos doce meses. Los mayores niveles se ven, sin embargo, en Argentina (89%), India (87%), México (84%), Alemania (83%) y Singapur (81%).

Los ejecutivos creen que el ritmo de crecimiento económico se acelerará en estos meses: el 54 % considera que ese cambio de ritmo se dará en el segundo o tercer trimestre del 2011, y el 17% espera confía en que esto sucederá hacia fin de año. En Argentina, esas proporciones son del 68% y del 18%, respectivamente.

Prácticamente todos los consultados en Argentina aseguraron que en sus empresas han tenido un fuerte flujo de efectivo el año pasado y el 68% informó que se seguirá una estrategia de conservación de efectivo. El 74%, en tanto, precisó que planea expandir las actividades de operación y la plantilla laboral.

Los directivos de finanzas internacionales aclaran que, este año, dirigirán sus excedentes de liquidez tanto a fusiones y adquisiciones como a herramientas que promuevan las utilidades, tales como marketing, ventas y servicio al cliente.
CFO Research Services, la encuesta de American Express, encuestó a 665 ejecutivos de finanzas de alto nivel jerárquico en grandes compañías internacionales en una amplia variedad de industrias de Estados Unidos, Canadá, América Latina, Europa, Asia y Australia. Las compañías consultadas tienen utilidades que van desde $ 500 millones a $ 20.000 millones.

La inflación puede aplastar los logros de los emergentes



En sus veinte años como taxista de Hanoi, Pham Van Vinh aprendió a sortear las caóticas calles de la capital de Vietnam y las exigencias de su codiciosa policía de tránsito. Pero este padre de dos hijos y 44 años está trabajando más que nunca debido al triple golpe proveniente de la inflación, que se aceleró al 19,8% interanual en mayo, una de las tasas más altas del mundo.Los precios de la nafta subieron 30% en febrero; los aumentos en las tarifas de los taxis alejaron a los pasajeros; y los costos de vida de su familia se incrementaron el año pasado dado que los alimentos cuestan el doble.

Lo que le ocurre a él se repite en todo el mundo emergente. Las cifras interanuales del último mes informado muestran que la inflación en las naciones de rápido crecimiento que pertenecen al grupo de los BRIC son 6,5% en Brasil; 8,7% en India; 9,6% en Rusia y 5,3% en China. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé para este año que en promedio los precios subirán 6,9% en el mercado emergente, comparado con sólo 2,2% en el mundo desarrollado.

La pregunta es cuánto amenaza ésto el crecimiento económico global. Después de todo, las economías emergentes salieron de la crisis 2008-09 creciendo a un ritmo mayor que el mundo desarrollado. El FMI pronostica una tasa de expansión del PBI de 6% para 2011 para las economías emergentes, tres veces más que el mundo desarrollado. ¿No será que la inflación de entre 6% y 7% es el precio que se paga por el fuerte impulso que los mercados emergentes le están dando a la economía mundial?

Quizás, si se mantiene en niveles moderados. Pero quienes fijan políticas en el mercado emergente están enfrentado una serie de desafíos inflacionarios incluyendo el aumento de los precios de los alimentos y la energía, la falta de mano de obra calificada, los cuellos de botella en infraestructura, el auge las propiedades y las inmensas olas de liquidez generadas por los bancos centrales de EE.UU, Europa, China y otros lugares para sacar a la economía mundial de la crisis. Tal como dijo Wen Jiabao, primer ministro chino, “la inflación es como un tigre: una vez liberado es difícil hacerlo regresar a su jaula.

Si bien los países enfrentan peligros comunes, mucho dependerá de cómo respondan individualmente. Algunos estados han aprendido de la historia y domaron la inflación aplicando constantes políticas anti-inflacionarias, incluyendo una fuerte gestión fiscal y supervisión bancaria. La República Checa es un ejemplo; el aumento de precios es de sólo 1,6%.

Pero las naciones con políticas fiscales, monetarias y bancarias crónicamente laxas están cerca de la crisis inflacionaria. En Argentina, por ejemplo, los economistas reconocen que el índice de inflación es de 25%, lo que ridiculiza la cifra oficial de 10%.

En las últimas semanas, hubo manifestaciones en contra del alza de la inflación en India, Ucrania y China.

El principal motor de la inflación en los últimos 18 meses fue el alza en los precios del petróleo, alimentos y materias primas, provocada por la creciente demanda de China, India y otros países emergentes. Los alimentos representan sólo el 8% del gasto de los consumidores en Estados Unidos. En China, la cifra es 30%; en India, 45%.

En mayor se produjo una liquidación de commodities que disminuyó los temores. El crudo Brent cayó de u$s 125 el barril a cerca de u$s 110; y los precios de las materias primas bajaron 10% desde sus picos de abril. El FMI prevé para que en 2012 la inflación en los mercados emergentes será de 5,3%.

Algunos economistas consideran que con esto se terminó el pánico. Mientras los estados desarrollados enfrentan el lento crecimiento y la enorme deuda, la verdadera amenaza en los mercados emergentes, aseguran, es la caída de la producción y no un despegue de la inflación. “No veo los niveles de inflación destructivos del pasado”, comentó Bill O’Neill de Merrill Lynch BofA.

Pero otros siguen preocupados. John-Paul Smith de Deutsche Bank comentó: “Los inversores están subestimando el hecho de que la inflación es estructural en muchos mercados emergentes, en contraposición a un fenómeno cíclico”.

El aumento de los precios de los commodities está teniendo repercusión sobre las economías locales, especialmente aquellas donde la oferta y la demanda están ajustadas, y los costos laborales están en alza, incluyendo Brasil, India y China.

Con el rápida recuperación de los últimos dos años, muchas compañías están funcionando a su máxima capacidad. HSBC señaló que la brecha de producción (la diferencia entre la producción actual y la máxima) ha desaparecido en las economías del este asiático, incluyendo China, y en Brasil. Los trabajadores obtienen aumentos salariales y los empleadores están trasladando los costos. “Eso crea el riesgo de que los shocks inflacionarios en las economías emergentes se conviertan en procesos inflacionarios que se autoperpétuan,” opina el banco británico.

En términos generales, es un logro histórico que las naciones emergentes hayan podido recuperarse rápidamente de la crisis global y eso ayudó a evitar que la recesión mundial se prolongue en el tiempo. Sus economías son resistentes y sus compañías compiten con las mejores de cualquier parte. Para la mayoría, el costo en términos de mayor inflación hasta ahora se justifica con el crecimiento del PBI que se ha producido.

Sin embargo, es importante lo que viene luego. Otro incremento en los precios de los commodities crearía peligros para las naciones que enfrentan desafíos inflacionarios, incluyendo a los BRIC. Y ya hay países en peligro: especialmente Vietnam. Sin duda, Pham tendrá que ser tan cuidado con el presupuesto familiar como lo es con el tráfico de Hanoi.

miércoles, 1 de junio de 2011

La inflación, un producto del nacionalismo monetario

Utopía o no, el acto de la desaparición es sensiblemente más ordinario que la peregrina circunstancia de crear algo de la nada. A pesar de tan extraño mérito, cuando los bancos centrales crean dinero de la nada para financiar los enormes gastos del gobierno de turno, no sólo están cediendo a las presiones de sedentarios oficinistas adictos a los manuales de la burocracia, sino también a experimentales impulsos malabáricos de quienes se atribuyen el derecho de empobrecer aún más, a las que ya sufren la pobreza y desigualdad. Desde este punto de vista, la inflación es la pérdida de valor del dinero ocasionado por quienes ejercen el monopolio de la emisión del dinero.

Éste es el argumento central de quienes proponen quitarle a los bancos centrales el monopolio del dinero. “La desnacionalización del dinero”, un estudio de Friedrich Hayek, es, todavía hoy, la punta de lanza de quienes imaginan una segunda vía para el mercado de dinero y un movimiento en respaldo de la moneda libre. El economista insistía en que la moneda no tiene que ser creada por una autoridad única, sino que lo mismo que los idiomas, las leyes y la moral, la moneda emerge y evoluciona en forma espontánea.

Aquí no hay utopías ni mérito alguno. Partidos políticos encaramados en gobiernos de todas las banderas y latitudes, han encontrado en la inflación la fórmula del fraude más implacable. Las grandes inflaciones de la historia, como la del emperador romano Diocleciano y la del rey Enrique VIII, fueron causadas por esconder metales de baja calidad en monedas de oro acuñadas en la órbita real y, desde la aparición de los billetes, por imprimir demasiados, muchos más de los realmente necesarios.

En este sentido, hay que remontarse a la época de los monarcas para comprender la esencia de la moneda, un invento del mercado. En aquél entonces, quienes vivían del comercio descubrieron que había una forma mucho más eficiente de llevar adelante una transacción que el trueque. Fue en ese tiempo que los reyes descubrieron los beneficios del monopolio de la emisión de dinero. Para algunos, eso formaba parte de la esencia de la soberanía del “príncipe”. Para otros, era -y es-una manera fabulosa de cobrar el más implacable de todos los impuestos: el impuesto al uso del dinero.

Para los argentinos, debiera ser inaceptable llegar a 2012 aceptando una inflación del 25% anual. En 2 años, se pierde la mitad del valor del dinero, lo que constituye un fraude realizado a gran escala, un latrocinio inexcusable que nunca, nunca, nunca puede ser compensado por el ajuste salarial, ya que este llega siempre tarde, y no se aplica con igualdad entre los trabajadores. A esto se llama, ilusión monetaria. Huelga decir entonces que, en algunos casos, el crecimiento espectacular del control estatal sobre la economía sería mucho más difícil sin tener el control absoluto de la emisión de dinero. Resultan entonces poco creíbles las acusaciones cruzadas y los pedidos de “sensatez” al gremialismo por parte de la Casa Rosada. Moyano no tiene la culpa de la inflación. Tampoco los empresarios. Ellos sólo observan que la moneda pierde valor y que los precios aumentan y hacen lo suyo. Creer que el mediador hace que suban los precios es una idea tan reñida con la lógica como creer que el otoño es causado por la caída de las hojas de los árboles.

Uno podría discrepar con la idea tan difundida de que los funcionarios gubernamentales, en este caso los directivos de un banco central, son los guardianes desinteresados del bien público. Por el contrario, cada vez más, y en todo el mundo, resultan los artífices de políticas que en muchos casos son el reflejo de un raro nacionalismo monetario, fenómeno que resulta border con la inflación. Ya es hora de un cambio.