viernes, 16 de agosto de 2013

Dólar a $7,60 permitiría recuperar competitividad del período 2003-2007

Ante un contexto político que comienza a modificarse, la evolución esperada del tipo de cambio y su vinculación con la competitividad de la economía son variables cruciales para revisar el rendimiento del sector productivo.
Con ciertas diferencias acerca de cuál debería ser el tipo de cambio nominal actual para recuperar el nivel de competitividad perdido, ninguno de los analistas consultados duda que el tipo de cambio esté atrasado y que el esquema económico actual se ubica lejos del período 2003 - 2007, el de mayor estabilidad que supo alcanzar el tipo de cambio real multilateral.
Un informe de Bconomics sostiene que si la Argentina quisiera recuperar la competitividad de aquel entonces, el tipo de cambio nominal debería ser de $ 7,6. Considerando el impacto total de las retenciones, debería ser de $ 8,1.


“El período de 2003 -2007 marca el auge del modelo productivo basado en un tipo de cambio real depreciado de $ 2,2 mientras que hoy se ubica en $ 1,40”, explicó Fernando Baer, titular de Bconomics.


“En la actualidad, el tipo de cambio real es un 40% superior al del peor momento de la convertibilidad. Sin embargo, neto de retenciones, es un 8% inferior al de aquel momento, que fue el peor de la convertibilidad en términos de competitividad”, agrega.


“Argentina fue perdiendo competitividad con la inflación de los últimos años y la bandera del tipo de cambio competitivo se fue dejando al costado. Para evitar la devaluación se impuso el cepo, pero la pérdida del colchón cambiario, la baja del precio de la soja y la devaluación de real van en contramano de la competitividad. No es casualidad que el Banco Central acelere el ritmo de depreciación del peso”, explicó Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica.


Sin embargo, tal como lo describe Bconomics, el incentivo fiscal del Gobierno hacia un mayor ritmo de devaluación es bajo, aunque un eventual ajuste del tipo de cambio será inminente en el corto plazo.


Las retenciones a las exportaciones representan menos del 7% de la recaudación total, que perdieron participación a manos del financiamiento monetario del gasto.

“En este contexto, el Gobierno no tiene incentivos fiscales fuertes para depreciar el tipo de cambio nominal más allá del ritmo al cual lo viene haciendo, que afectaría positivamente el ingreso por retenciones, pero impactaría negativamente en la factura por importaciones de energía. El atraso cambiario está ahogando al sector productivo”, sentenció el informe.
El estancamiento del empleo y del nivel de actividad son algunas de las consecuencias visibles de este desequilibrio.
Según los cálculos de Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis, para que el país recupere la competitividad cambiaria de 2010, asumiendo que la devaluación no acelera la inflación, el dólar debería valer $ 8 aunque para recuperar una competitividad cambiaria similar a la de 2006, el tipo de cambio debería ser de $10.

“A la Argentina le resulta difícil ganar competitividad por la inflación y el nivel de indexación que tiene la economía.
Cuando se observa el tipo de cambio real bilateral actual contra el dólar se ve que está llegando a los niveles de 2001, aunque está mejorando un poco el margen desde principio de año”, señaló Marina Dal Pogetto, directora de Estudio Bein & Asociados, para quien un tipo de cambio similar al 2010 en términos de competitividad debería estar entre $6,60 y $6,70.
Según Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI, para recuperar competitividad, lo primordial es reducir la inflación. “Sin eso, cualquier ajuste cambiario nominal en medio de un déficit fiscal que activa políticas monetarias expansivas y una economía cerrada, se pierde por un salto inflacionario ulterior”, advirtió.

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