jueves, 12 de junio de 2008

¿Dónde van los dólares cuando "sobrevuela" la incertidumbre?

¿Dónde van los dólares cuando "sobrevuela" la incertidumbre?

Desde el inicio del conflicto entre el campo y el Gobierno, se fugaron del sistema bancario más de $6.000 M y u$s2.700 M de reservas.

¿Cuáles son los motivos que llevan a los inversores a tomar esa decisión? ¿Son atractivas las tasas en pesos para los extranjeros? Opinan los analistas de la city.

Desde que la crisis entre el Gobierno y el campo tomó estado público y ganó en virulencia, las arcas del Banco Central perdieron reservas por unos u$s2.700 millones y los bancos depósitos por unos 6.000 millones de pesos. En tanto, las colocaciones en dólares también exhiben una tendencia levemente decreciente.

Para Andrés Méndez de Finsoport, "la salida de depósitos es un tema netamente de expectativas. Se debe a las cuestiones políticas, pero no tiene nada que ver con lo ocurrido en el 2001, ni con lo sucedido en el segundo semestre del año pasado".

Rodolfo Santángelo de M&S Consultores, opina que "la gente se va a dólares porque está en duda la principal fuente de divisas del país, que es la cosecha de soja".

Según Méndez, "para la salida pesan además otras cosas vinculadas con la política y la economía, como ser la falta de toma de decisiones, la inflación que no se reconoce y no se combate y cuánto va a impactar en la economía este conflicto con el agro", entre otras razones."

Aquellos que retiraron sus depósitos y los llevaron al colchón están mostrando su intención de sacrificar rentabilidad a costa de ganar en seguridad. La incertidumbre los hizo elegir", agrega Méndez.

Sin embargo, María Castiglione de Castiglione, Tiscornia y Asoc. considera que "el costo de oportunidad de sacar los fondos del sistema financiero no es muy alto porque las tasas tampoco son elevadas. A ello se suma la incertidumbre, que trae el alargamiento de la crisis con el campo y la pérdida de confianza".

"La gente prefiere el dólar. En un contexto de mayor inflación, no tiene claro que va a pasar con sus ingresos o el empleo, y busca el refugio histórico", agrega Castiglione.

Para Eduardo Blasco, director de Maxinver, " no hay muchas alternativas para cubrirse de la inflación, salvo adelantar consumo o llenarse de mercadería". El hombre de Finsoport comenta que "cuando el billete verde se va, ya sea al colchón o al exterior, técnicamente es lo mismo pues sale del sistema financiero. El ahorrista común opta por la primera opción, el más sofisticado por la segunda". Y el movimiento realizado en este último tiempo por el pequeño inversor se vio reflejado, según señalan fuentes del mercado, en que varias entidades financieras agotaron su disponibilidad de cajas de seguridad.

¿Cuanto hay guardado? Algunas estimaciones dan cuenta de que en cajas de seguridad se atesoran algo más de u$s15 mil millones.

También hay otros destinos algo más lejanos, como las cuentas en el exterior. Por ejemplo, los bancos uruguayos ya percibieron un aumento de las imposiciones en ese país por parte de residentes argentinos.

Otros inversores más sofisticados, y posiblemente con mayor capital, giran sus fondos a otras plazas. Y es porque las tasas de interés que se pagan en nuestro país son prácticamente las mismas que se pactan por un certificado de depósitos en los EE.UU., claro que se deberían descontar los gastos de transferencia, comisiones, entre otros.

Para Rodolfo Santángelo, Director de M&S Consultores, "la dolarización de portafolios sumó 5.000 millones en los últimos tres meses. Aunque no hay información, lo que si te dicen los bancos es que cajas de seguridad no se consiguen".

Más allá de la seguridad que ofrecen, las mismas acarrean costos de mantenimiento que, según los casos, pueden ir desde los $200 a más de $1.000 por año.

Pero también existe el costo de oportunidad por no obtener una renta financiera de esos dólares. Blasco agrega que "hay veces que uno no puede tener renta positiva sin riesgos de volatilidad, por lo que uno termina invirtiendo en plazo fijo que, en el mediano plazo, es el mal menor".

Sin embargo, como en toda decisión financiera, en este caso se plantea la clásica disyuntiva: codicia vs. miedo. Y hoy, como están planteadas las cosas, prima claramente el segundo."El susto de los ahorristas fue superior a la idea de perder plata: tiene que ver con las expectativas por las conductas del Gobierno, pero no es económico, aunque sí tenga consecuencias económicas", explica Méndez.

"El que tiene dólares como medio de reserva de ahorro, no hace la cuenta, pues considera que es la única forma de tener poder adquisitivo duro, aun cuando el dólar esta débil", acota Santángelo.

Estas afirmaciones se corresponden con lo siguientes datos:

* Cajas de ahorro en dólares: perdieron un 6% desde el máximo alcanzado en la primera semana de mayo.
* Plazos fijos en dólares: también muestran una tendencia negativa. Aunque su caída es de sólo el 2%, en un rango que oscila entre los 2.400 y 2.450 millones de dólares.

Perder rentabilidad para ganar en seguridad:

El costo de mantener la tenencia física de billete verde en términos domésticos, se puede medir por la diferencia entre la inflación y la cotización de la divisa en un lapso determinado.

En tal sentido, para quien hoy tiene en su caja de seguridad u$s10.000, su poder adquisitivo en esa moneda caería entre un 12 y un 15% al cabo del corriente año, considerando el precio estimado para el billete en ese momento y la inflación que se prevé en igual lapso.

Esto implica que a fin de año sólo consumiría por unos u$s8.500 dólares de hoy.

Bicicleta sofisticada:

Los más arriesgados, aquellos para los que la codicia supera al miedo, pueden optar por una operación que, aún con los riesgos que connota, puede darle un rendimiento en dólares por demás interesante.

La cuestión es muy sencilla:

* quien hoy vende dólares a $3,06 puede colocar los pesos resultantes en un plazo fijo en pesos a una tasa del 15% hasta fin de año
* al vencimiento puede recomprar los dólares a un valor que, según el mercado de futuros sería de $3,136*

De esta manera, obtendría una utilidad teórica del 5,5% en dólares en apenas 7 meses. El riesgo que corre es que la divisa a fin de año esté muy por encima de ese valor. Cada centavo que suba, es menor ganancia en dólares. Pero si todo sigue así, con u$s10.000 obtendría un monto final de u$s10.550.

Blasco agrega que para un inversor del exterior o con posición en dólares, por más que haya bajado su cotización, con una tasa como la que se paga en estos días en Argentina es improbable que se pierda plata.

Rendimiento a tasas nominales:

Aquí cabe hacer un alto y analizar brevemente el rendimiento de las tasas de interés que abona el sistema financiero argentino en la actualidad y lo que se obtiene en otras plazas.

Si se comparan las tasas "nominales" que abonan los bancos en los diferentes países de la región, Argentina ocupa los primeros lugares junto con Brasil, con tasas reales positivas superiores al 11% anual en dólares.

En un escalón más abajo se ubican México, Ecuador y Paraguay. En este grupo no se incluye en la actualidad a Chile, ya que desde fines de marzo de este año está realizando una fuerte devaluación de su moneda frente al dólar.

Pese a ello, los depósitos en pesos caen. El motivo: nuevamente la incertidumbre.

Para Eduardo Blasco, Director de Maxinver, la alternativa de depositar fondos en otros países es interesante, pero "en muchos países existen regulaciones que complican la operatoria, como por ejemplo Brasil. El proceso es mucho más sencillo en Uruguay, por ejemplo"

Alternativas:

Para Méndez hoy las alternativas más interesantes son:

* Plazo fijo, con dólar cayendo o estabilizado. Se obtienen rendimientos de hasta 19% en dólares.
* Para un inversor pequeño, lo más conveniente es consumir (que era lo que estaba haciendo hasta el inicio de la crisis).

Pero no en productos con precios que hayan crecido mucho o que estén adelantados. En tal caso, las compras de autos e inmuebles abren un gran signo de interrogación.

En este contexto, Santángelo también traza un diagnóstico sobre las medidas que adoptan los inversores:

* Se está viendo el consumo protectivo para defenderse de la inflación: por ejemplo, autos, propiedades, etc.

Por el lado de las empresas, aumentan los stocks y compran insumos.

* En cuanto a los instrumentos financieros argentinos, dan rendimientos que reflejan un mayor riesgo y dependen de una decisión individual. Con una larga experiencia a cuestas, que se transmite de padres a hijos como las grandes recetas de cocina, la demanda de dólares y su "virtual desaparición" del sistema no sorprenden a los analistas.

Fuente: InfobaeProfesional.com

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