jueves, 19 de junio de 2008

Inversiones exóticas

Inversiones exóticas: Los que van más allá de los plazos fijos y de los bonos

Para quienes tienen algunos ahorros, no resulta fácil decidir dónde depositarlos si lo que se busca es una buena rentabilidad, que el instrumento sea confiable y que ofrezca la liquidez necesaria en caso de que haya que echar mano a esos fondos. Entre las opciones más sofisticadas, las alternativas pasan hoy por colocar el dinero en fondos que invierten sólo en commodities (oro, plata, petróleo o soja) o comprar deuda hipotecaria en los Estados Unidos.

También forman parte del menú las notas del Banco Central (Nobac) con tasa Badlar, las cauciones y los fideicomisos, especialmente los que se arman tomando como eje la soja.

Para quienes prefieren colocar sus ahorros en el extranjero hay una herramienta que está haciendo furor en los mercados internacionales: los Exchange Traded Funds (ETFs). Se trata de fondos que invierten en diferentes activos y replican un índice específico. En la actualidad, se calcula que hay 250 ETFs en el mundo, que mueven alrededor de 130.000 millones de dólares.

Los que más éxito han tenido, son los que apuntan a invertir en un commodity específico. "Los ETFs de commodities tienen el 98% de su respaldo en el producto al que apuestan, que puede ser oro, plata o petróleo, y se operan como si fueran acciones, sin tener que comprar el metal físico", explicó Hernán Fardi, de la consultora Maxinver.

Es que si se quiere invertir en oro o plata, resulta mucho más práctico comprar parte de estos ETFs que adquirir un lingote de oro o guardar un barril de crudo en el jardín de atrás. Pero no sólo existen ETFs de oro o plata, también hay fondos que sólo compran acciones de un país (Brasil, por ejemplo), que se dedican sólo a activos del sector inmobiliario y hasta uno que invierte exclusivamente en energía alternativa.

Menos novedoso, pero no por eso menos sofisticado, resulta comprar deuda hipotecaria en los Estados Unidos. Lo que se hace es girar el dinero afuera (abriendo una cuenta en el exterior) y luego utilizarlo para comprar títulos de las grandes agencias que manejan los créditos hipotecarios en ese país. Estas agencias, que son la base de ahorro de la clase media estadounidense, emiten bonos con calificación AAA que rinden entre medio punto y un punto por encima de los bonos del Tesoro. Ayer, el bono a 10 años cerró con un rendimiento anual del 5,12%.

También los títulos locales resultan atractivos, especialmente las Nobac con Badlar (la tasa de interés que los bancos privados pagan por depósitos superiores a un millón de pesos) que rinden entre el 11,5% y el 13% anual. Es que comprando Nobac con Badlar, un inversor que posea mucho menos que un millón de pesos puede acceder a un rendimiento que iguala o supera la inflación esperada para este año, ya que a la tasa Badlar (que ronda el 9% anual) hay que sumarle un cupón semestral del 2,5%.

En la Bolsa existe una herramienta muy parecida al plazo fijo, porque quien invierte el dinero sabe cuánto va a recibir al final de la operación. Se trata de las cauciones, operaciones en la cual el inversor le presta plata a alguien que ya posee acciones o bonos y que los deja en garantía. En general, estas operaciones se hacen por plazos muy cortos, de entre 7 y 14 días, pero pueden pactarse por hasta 120. La tasa, que ronda el 7-10%, surge de las condiciones del mercado.

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