jueves, 4 de junio de 2009

Detroit, la capital estadounidense del automóvil, está al borde del colapso

No hay forma de escapar al malestar que vive la ciudad y también el RenCen. Partes del hotel Marriott, que ocupa la principal torre de 73 pisos del complejo están cerrados, y los locales vacíos abundan en el área del shopping center.

Hace unos años la ciudad de Detroit parecía a punto de recuperarse, y varias de las gemas arquitectónicas de esta urbe que fue construida durante el auge de la industria automotriz, en la década de los 20, han sido restauradas. Además, varias empresas habían vuelto a la ciudad.

Por ejemplo, el más grande de los edificios que habían sido abandonados en la declinación, el Book-Cadillac Hotel, de 31 pisos, reabrió en octubre pasado como un Westin, con departamentos de lujo y penthouses en los ocho pisos más altos.

Pero estos brotes verdes se están marchitando a medida que la crisis automotriz se hace sentir cada vez más. La tasa de desempleo en el estado de Michigan llegó a 12,9% en abril, la más alta de los estados de EE.UU. Y el área de Detroit sufre uno de los índices más altos de ejecuciones hipotecarias.

Además, el diario Detroit Free Press informó la semana pasada que hay muchas celdas vacías en la cárcel local de Wayne County, pero no porque haya bajado el delito sino porque el departamento de policía no tiene presupuesto y contrata menos agentes que antes.

El alcalde de Warren, ciudad vecina de Detroit, ha tratado de convencer a GM para que traslade su sede. Como respuesta, Detroit le concedió al RenCen generosos incentivos impositivos. Pero, de todos modos, GM lleva un año buscando comprador para el complejo, porque necesita dinero al contado.

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