miércoles, 31 de diciembre de 2008

Los bonos deberían salir del infierno pero todavía huelen a default

Si el 2007 había sido un año decepcionante para los tenedores de bonos, éste superó cualquier expectativa negativa. Los títulos más representativos, como el Discount en pesos, el Boden 12 o el Bogar 18, caen 56%, 36% y 65%, respectivamente en 2008. La historia es conocida pero no demasiado el desenlace: para el mundo, la Argentina está –en base a los precios de los activos– en default. Por eso no extraña que se haya disparado el riesgo país alrededor de 370% o que el seguro contra un pagadiós (conocido como Credit Default Swap) subiera 900%. Otra vez, todos los indicadores sitúan al país al borde del abismo.

Pero, reconocen los mismos operadores, hay mucha exageración en el reinante malhumor con el país. Para la renta fija local, el panorama de 2009 tiene un dato positivo: será difícil ver una performance tan catastrófica como la de este año. “Vemos con una baja probabilidad que los bonos retornen a precios mínimos de este año, o que busquen nuevos mínimos. Los riesgos están, porque dependerá del contexto internacional y cómo evolucionen los commodities, pero el escenario sería mejor que al actual”, considera Christian Reos, jefe de research de Allaria Ledesma. Para el especialista, hay un importante potencial de suba en el tramo medio de la curva de rendimientos tanto en pesos como en dólares. “Como inversión relativamente conservadora, habría atractivo en los que tienen vencimientos de corto plazo”, agrega. En el esquema que avizora Allaria Ledesma y varias sociedades de bolsa, los rendimientos de los títulos –si bien no serán del 80%– seguirán siendo lo suficientemente altos para resultar atractivos.

Noelia Lucini, analista de renta fija en Capital Markets, señala que “con tasas muy bajas a nivel mundial, cuando haya tranquilidad en los mercados el panorama va a ser propicio para los bonos”. “Una apuesta válida es ir a las puntas, si la volatilidad se alivia y hay cierta normalización en la curva de rendimientos”, se juega. En el esquema de Capital Markets, la elección es el Boden 12, un título con un nivel de recupero de la inversión bastante acelerado que –además– al estar en moneda dura cubre una devaluación potencial del peso. “No creo que volvamos a ver el pánico que tuvimos este año, porque los que salieron ya lo hicieron”, agrega Lucini.

Claro que hay varios interrogantes en el frente doméstico en 2009: si hay capacidad de pago para afrontar los vencimientos del año próximo, si finalmente hay una canje de deuda (a los holdouts y los préstamos garantizados) y si la desaceleración económica no se transforma en recesión.

Otra cuestión es cómo se comportará la ANSeS ya que tiene (de las extinguidas AFJP) el 50% de su cartera invertida en títulos. Por los pasillos de las entidades bursátiles dicen que Amado Boudou está viendo la posibilidad de participar en el mercado como operador secundario. “Tiene bonos y no puede quedarse quieto. Hoy están haciendo muy poco, y eso se ve en los volúmenes, pero no pueden dejar estática la cartera. Además pueden aprovechar el trading para hacerse de buenas ganancias”, contó una alta fuente del mercado que tuvo varias reuniones con Boudou por este tema. Los números avalan esta teoría: en el MAE, el promedio de diciembre representa un tercio de lo que se negociaba en el mismo mes del año pasado, y un 83% menos que en el pico de junio. “El mercado está muy flojo, pero no quiere decir que no pueda repuntar paulatinamente. Si se recupera el ritmo de negocios, puede ser que el público empiece a interesarse”, decía –con cierto escepticismo– la fuente bien informada del mercado.

Fuente: El Cronista

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