miércoles, 25 de febrero de 2009

En Wall Street dudan sobre cómo evaluar si ya es hora de comprar

En el corto plazo, los operadores de acciones están desesperados por ver si el índice S&P se puede mantener por encima del nivel de 740 puntos, que tocó brevemente en noviembre del año pasado. Ayer, a medida que las acciones subían mientras el oro se agotaba, en respuesta a los horribles datos sobre los precios de las viviendas en EE.UU. y la confianza de los consumidores, los operadores parecían apostar a que los precios de las acciones podrían sostenerse, por ahora.

Entre las mediciones a largo plazo, la relación cíclica precio/ganancias compara los precios de las acciones con las ganancias promedio durante la década pasada, en lugar de cotejarlas con las ganancias del último año. Esto nivela los altibajos de los múltiplos de ganancias causados por el ciclo de resultados, y demostró ser un gran vehículo para cronometrar el tiempo del mercado: los niveles más altos y los más bajos de esta métrica se han superpuesto casi perfectamente con los techos y pisos del mercado.

Robert Shiller, economista de la Universidad de Yale, se ha esforzado en gran medida para popularizar esta medición. Según sus cálculos, hace que las acciones estadounidenses se vean claramente baratas.

La relación cíclica precio/ganancias a 13,38 veces al comienzo de esta semana, se encuentra por debajo del promedio 16,34 veces registrado desde 1870. También se ubica en su nivel más bajo desde el año 1986.

Sin embargo, esto no debe ser tratado como una señal que incita a la compra en el corto plazo porque la relación cíclica precio/ganancias cayó a 6 veces durante el piso de los mercados bajistas anteriores.

Esto implicaría que las acciones podrían caer 50% más, antes de tocar fondo.
También está el índice popular a largo plazo que compara las acciones con el precio del oro. El S&P 500 ha caído 86% con respecto al metal precioso desde que está medición registró su nivel máximo a fines de 1999.

Ahora las acciones son más baratas en relación con el oro que en cualquier otro momento desde 1991. Esto parece ser una señal de que el precio de las acciones está demasiado bajo.

Pero, otra vez, la historia insinúa que las acciones podrían todavía caer mucho más, debido a que han estado más baratas con respecto al oro durante el piso de los peores mercados bajistas de la historia. Como los precios del metal dorado se mantienen constantes, el índice S&P podría caer dos tercios más antes de que este coeficiente alcance su nivel mínimo de la década de 1930.

Tentación

¿Qué pasaría si, al igual que Japón, este fuese sólo el comienzo y el Dow Jones Industrial Average cayera durante otro cuarto de siglo? Después de todo, hasta 1954 nunca recuperó su nivel máximo registrado en 1929.

Normalmente, tal agonía sería un buen indicio de que es momento de comprar ¿Lo es? Los inversores que hacia fines del año pasado reingresaron al mercado ya perdieron casi una quinta parte de su dinero.

Seguramente, las acciones estadounidenses ahora se ven baratas: la relación precio/ganancia del S&P500 es sólo de 12 veces, comparado con el promedio de 17 veces desde 1923. Pero también se veían tentadoras cuando el coeficiente estaba en 15 veces hace cuatro meses.

Las acciones pueden sobrerreaccionar hacia la baja. Sin embargo, en las últimas 14 recesiones, el promedio de la relación precio ganancia fue 11 veces, según Capital Economics.

Pero así como el “precio” a veces cae demasiado, las “ganancias” también pueden desplomarse.

Esa es una preocupación ahora: las utilidades de las empresas están derrumbándose y los inversores están perdiendo la esperanza de que haya algo que pueda hacer el gobierno, la Fed o cualquier otra entidad.

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