viernes, 20 de febrero de 2009

Los inversores argentinos se salvaron de las garras de Stanford por un suspiro

Habría estado en conversaciones hasta fines de 2008 con jugadores locales. Pensaba abrir una sociedad de Bolsa y tramitar la licencia de banco.

Más de uno respiró aliviado. Y sí, después de que cientos de argentinos quedaran atrapados en las garras de Bernard Madoff, en la city muchos se consolaron ayer al enterarse que Stanford Financial Group, la entidad ahora acusada por al Comisión de Valores de los EE.UU. (la SEC, por sus siglas en inglés) por un presunto fraude de u$s 8.000 millones, había tenido planes de desembarcar en la Argentina tan pronto como este año. De hecho, hasta enero pasado habría estado en conversaciones con varios jugadores locales para desarrollar su negocio en el país, uno de los pocos de América latina en los que no estaba presente.

Según confiaron en el mercado, Stanford Financial Group había contratado a fin de 2007 al argentino y ex presidente del Citibank en Colombia Franco Moccia, con el objetivo de reforzar su presencia en la región y, en particular, orquestar el ingreso en mercados como el de Argentina y Brasil. Fue Moccia quien en septiembre del año pasado habría comenzado a contactarse con players locales. Su idea era comprar una sociedad de bolsa e iniciar los trámites para desarrollar una licencia bancaria en el país.

El propio Moccia, que se desempeñaba como director Ejecutivo de Stanford Financial Group Latin America, posición que tenía base en Miami, lo habría confirmado en una entrevista reciente publicada por el sitio Dinero, de Venezuela: “En el ámbito regional las metas de Stanford Financial Group están enfocadas en el Cono Sur del continente, donde aún no tiene presencia”, habría dicho el ejecutivo. En la nota, Dinero hace referencia a la responsabilidad de reforzar los planes de crecimiento que la red de compañías independientes de Stanford tiene en Latinoamérica, y dirigir la entrada en mercados como Argentina y Brasil.

Moccia, sin embargo, habría dejado su cargo como responsable de las operaciones de Stanford en Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Venezuela en diciembre pasado, por lo que las conversaciones habrían quedado virtualmente frenadas desde entonces.

La SEC entabló el martes una demanda civil en contra Sir R.Allen Stanford, y las compañías que él controlaba, bajo el argumento de que habría engañado a inversores al venderles certificados por un valor de u$s 8.000 millones de un banco afiliado en Antigua. Stanford ocupaba el puesto 650 de la lista elaborada por la revista Forbes y además era conocido por un dispendioso estilo de hacer negocios (ver aparte).

Ayer, no obstante, un funcionario de la SEC confirmó que ignoraban el paradero del acusado multimillonario. “No sabemos dónde está, para serle franco”, dijo a Bloomberg Rose Romero, directora de la oficina de la SEC en la ciudad texana de Fort Worth.

Entretanto, las filiales de Stanford International Bank en Venezuela, Panamá y Ecuador estaban repletas de clientes intentando cerrar cuentas después de que la empresa fuera acusada de fraude en Estados Unidos, según informó Bloomberg. Stanford Group Venezuela Asesores de Inversión está registrada como una filial de Stanford International Bank en su página web.

Pero el propio ministro de Finanzas de Chávez, Alí Rodríguez, debió salió ayer a calmar a los clientes del banco en ese país. Stanford Bank Venezuela SA, el banco comercial propiedad de R. Allen Stanford, viene operando normalmente, dijo Rodríguez en Caracas.

Fuente: El Cronista

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