lunes, 9 de febrero de 2009

Tras la "tarjetización" forzada de 2001, se estanca el número de plásticos

Podría llegar a su fin, y no tan lentamente, ese pujante proceso de “tarjetización” que había empezado a desplegar el sistema financiero local después de la crisis. Hoy tanto los banqueros como los analistas privados perciben que la emisión de los plásticos se desacelera mucho más rápido de lo esperado, y hasta estiman que durante 2009 éstos podrían entrar en el mayor estancamiento de los últimos cuatro años.

Todo, claro, producto del menor consumo que ya se empezó a sentir en el país por la desaceleración en la actividad económica, la mayor incertidumbre laboral que hoy padecen los argentinos y el aumento en el costo del dinero que surge de la menor liquidez.

“Hemos tenido índices de crecimiento fabulosos estos años pero ahora hay una disminución. Si la economía se desacelera, lo histórico es que la emisión de tarjetas se desacelere. Siempre que se cumplan las expectativas, lógicamente van a disminuir las emisiones de tarjetas”, se sinceró ante El Cronista el ejecutivo de una de las grandes emisoras del país.

Un estudio de la consultora BeyTech, una firma que provee relevamientos de mercado a varios bancos nacionales líderes, muestra que en el 2008 sólo se emitieron 4,7% más de tarjetas de débito en el país, y apenas 2,7% más de tarjetas de crédito. Se trata de un nivel de expansión notablemente inferior al que venían manteniendo los plásticos en los años de la “recuperación”, durante los cuales se registraron tasas de crecimiento de entre el 17% y el 30%, para el caso del crédito, y de entre el 5,6% y el 11,3%, para el débito.

Lo que sucede, por ahora, es que la gente está siendo más selectiva en el uso. Y que va hacia donde ve descuentos y promociones, casi con exclusividad”, explicó el gerente de ese consultora, Federico Juan.

La decisión de los individuos de desprenderse de tarjetas de crédito ya se percibe en algunas cifras oficiales del Banco Central, actualizadas sólo hasta septiembre del año pasado. La cantidad de tarjetas de crédito por cada titular de cuenta había crecido de 1,41 a 1,55 en el primer semestre de 2008, pero en los tres meses siguientes llegó a reducirse, nuevamente, a 1,42.

“Los segmentos típicos están llegando a un punto de saturación”. “Hasta ahora, 2008 viene creciendo. Pero los últimos meses la tendencia se deteriora mucho. Por ahora lo que se ve es un freno a esos niveles de crecimiento. Pero si esto se mantiene, y persiste muchos meses, sin duda tendremos un escenario de estancamiento”, comentó.

El oficial de cuentas de un banco líder explicó a El Cronista que los últimos tiempos estuvieron cada vez más difíciles para la salida de sus productos.

“La persona no se hace cargo del costo así porque sí. Si a una tarjeta adicional no le encuentra un beneficio extra, como por ejemplo, el ahorro en comercios, en combustibles o en las compras cotidianas, no lo va a hacer”, comentó.

En Finsoport explican que el drástico deterioro en los niveles de emisión podría atribuirse, entre cosas, al mayor desempleo que ya se percibe en la economía local, y a las crecientes dificultades que deben afrontar los titulares de las tarjetas para los pagos a fin de mes.

“Si aumenta el ritmo al que crece el desempleo, es natural que el stock de tarjetas afloje”, explicaron. Pero también, agregan, lo que hoy genera la duda a aceptar un nuevo plástico es el costo de mantenimiento de las cuentas: “En la década pasada te cobraban $ 2 y ahora en los resúmenes se ven costos de hasta $ 20”, dijeron.

Fuente: Cronista.com

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