martes, 10 de marzo de 2009

Se recuperan los depósitos pero los bancos eligen prestarle al Central

En enero, los depósitos crecieron $ 2.500 millones pero las entidades redujeron el otorgamiento de créditos en $ 1.000 millones. El exceso de liquidez lo ponen a resguardo con el BCRA a cambio de una tasa.

En un contexto de incertidumbre como el actual, los bancos están renuentes a otorgar créditos. Si bien no abunda la demanda, las entidades están sentadas sobre la caja. De hecho, en enero de este año contra diciembre del 2008 los préstamos al sector privado cayeron $ 1.000 millones, mientras que los depósitos en pesos subieron $ 2.468 millones.

¿Qué hicieron con los $ 1.468 millones de diferencia que ahora tienen en liquidez?

Quizás, prestarlo al Banco Central. La operatoria de pases pasivos, una especie de préstamo de corto plazo de las entidades al Central, viene creciendo exponencialmente a la par de la menor fluidez del crédito. El volumen promedio en pases en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) creció casi 100% entre enero de este año contra el mismo mes del 2008.

“Si miras la rueda de pases te está indicando el índice de liquidez que tiene el mercado. Explicado porque los bancos tienen plata pero no están dispuestos a prestar”, resumía una alta fuente del mercado de capitales.

Para las entidades, el incentivo es claro: colocarle dinero a Redrado es como abrir una caja de ahorro (la disponibilidad es inmediata), ya que el negocio no pasa por la tasa del 10,5% a 1 día de plazo que le pagan por estas operaciones.

Prestar al sector privado sería mucho más rentable pero tiene mayores riesgos. Si bien se pueden concertar pases a plazos más largos, prácticamente la totalidad se hace a 24 horas.

Para los bancos, es la manera más “segura” de destinar el exceso de liquidez que hay en el sistema. “Como pisan los depósitos, aumenta la morosidad y hay incertidumbre con el tipo de cambio (que depende íntegramente de lo que haga el Central), los bancos no prestan. Así, con los pases, vuelcan liquidez de un día y logran dormir tranquilos”, señala un economista de un banco extranjero.

Eso explica que el stock de pases pasivos supere los $ 15.200 millones en la actualidad (de los cuales $ 13.000 millones son acreencias con los bancos privados). Pero, la operatoria no es nueva. Los bancos utilizaron este mecanismo y tienen la oportunidad (en caso de prestarle al Central a más largo plazo) de tomar una cobertura por el riesgo de tipo de cambio. En caso de que la generosidad de las entidades sea importante y decidan colocar hasta 28 días al BCRA (que paga 12% anual por ese plazo), compran dólar futuro. De esta manera, los bancos ganan con la tasa y se cubren con el contrato a futuro para no tener pérdidas por la variación del tipo de cambio.

El mecanismo tampoco es negativo para el Central. De hecho, es una manera de regular la cantidad de dinero, porque los bancos al prestarle a la autoridad monetaria tienen menos pesos para –por ejemplo– correr hacia el dólar.

“Para las entidades no es negocio volcar la liquidez en moneda dura. La tasa que obtendrían es ínfima y además calza con la idea de no presionar sobre el tipo de cambio. Le sirve a los dos”, decía un trader de un banco privado. De hecho, ayer el dólar en el circuito mayorista cedió levemente mientras que en las casas de cambio se mantuvo en $ 3,51. Según los operadores, el BCRA vendió hasta u$s 10 millones –con un volumen bajísimo de negocios– y le alcanzó para dominar al mercado. Tampoco es un problema para el Central pagar una tasa de interés por obtener estos fondos, porque si bien tiene un costo, no incidiría negativamente en el balance general. “El volumen en pases es un síntoma de la liquidez que juega a las escondidas”, decían –precisamente– desde un banco.

Fuente: Cronista.com

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