lunes, 12 de enero de 2009

Morgan Stanley y Citi, a punto de fusionar su negocio bursátillunes

Citigroup va a dar un gran paso para achicar una gigantesca estructura que los analistas llevan años diciendo que no funciona, que no ha generado las sinergías esperadas y que, además, la crisis ha puesto entre la espada y la pared. La entidad podría anunciar hoy la fusión de su filial bursátil, Smith Barney, con Morgan Stanley, en una nueva joint venture que en efecto la segregará del grupo. Morgan Stanley controlaría el 51% de la nueva entidad y pagaría a Citigroup entre u$s 2.500 y u$s 3.000 millones por ello. La entidad dirigida por John Mack, tendría además una opción de compra para hacerse con el resto de esta nueva empresa en un plazo de tres o cinco años.

La nueva firma tendrá 22.000 empleados y será mayor que la resultante de la reciente fusión de Bank of America y Merrill Lynch, que emplea a 20.000 personas. Si las negociaciones tuvieran éxito, el anuncio oficial podría hacerse hoy. El viernes se supo que Citigroup estudiaba “seriamente” crear una sociedad de riesgo compartido con Morgan Stanley para integrar las actividades de brokerage de ambas firmas. El rumor sobre las negociaciones se extendió después de que el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos Robert Rubin renunciara a su cargo de asesor especial de Citigroup.

Citi estudia ahora estrategias empresariales para recuperarse de sus problemas financieros, que le han llevado a caer en bolsa el 75% durante los últimos doce meses. Por su parte, con esta transacción Morgan Stanley gana peso en la actividad bursátil y potenciales clientes para sus actividades de banca. Citi, cuyo timón está a cargo de un ex empleado de Morgan Stanley, Vikram Pandit, deshace sus lazos con una de sus joyas a cambio de un necesario capital en un momento muy delicado ya que ha encadenado pérdidas de u$s 20.000 millones en los últimos cuatro trimestres. El día 22 va a presentar de nuevo resultados negativos. En noviembre, Pandit dijo que no planeaba deshacerse de Smith Barney.

Fuente: El Cronista

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