domingo, 18 de enero de 2009

Una caja de seguridad ya puede costar hasta $ 1.600 anuales

A partir de enero, aumentaron los precios por resguardar los ahorros en los bancos. En algunos casos, hubo ajustes del 100%. El precio varía según el tamaño del cofre

Año nuevo, precios nuevos. Se trata de un cocktail explosivo. Una gradual y elevada inseguridad y una crisis financiera que se agrava y no da tregua, impulsa a los argentinos a optar cada vez más por resguardar sus ahorros y objetos de valor en cajas de seguridad del sistema financiero. Y es que con el alto índice de robos domésticos, el colchón dejó de ser una opción a tener en cuenta. Claramente, dormir tranquilo pesa más que el afán por obtener retornos.

En realidad, la demanda de este producto no es nueva. Desde la crisis de 2001 que la oferta se encuentra colapsada en los tesoros de las sucursales, aseguran en los bancos. Pero este año se afianzó el índice de ocupación en las entidades; en la mayoría está al 100%. Ya desde septiembre con la crisis internacional, la fuga de capitales se desaceleró. Y muchos inversores, en lugar de enviar sus dólares al exterior, optaron directamente por guardarlos en cajas de seguridad en bancos locales.

De esta manera, sumado a otros factores como la inflación, este año empezó a regir en el sector un aumento generalizado del producto. En algunos bancos los nuevos precios comenzaron a implementarse –previo aviso en 2008– a partir de enero. El Banco Galicia, por ejemplo, decidió que desde este mes todos los tamaños de cajas registren aumentos de alrededor de un 20%. “Una caja de seguridad chica, es decir de 10cm por 15cm, pasó a valer $ 192 trimestrales, mientras que una grande, de 30 cm por 60 cm, ahora cuesta $ 435 por trimestre”, dijeron fuentes de la entidad. En el BBVA Banco Francés, el aumento fue del 60% y comenzará a implementarse a partir de febrero, pero cuentan con promociones de bonificación. “Un tamaño standard de 10 cm x 15 cm x 45 cm pasó a tener un valor mensual de $ 49. Pero existen bonificaciones del 20% con la promoción de una cuenta corriente”, señalaron en el banco. En el Itaú, entidad que aumentará en marzo, también hay bonificaciones, de acuerdo al perfil del cliente. “Tenemos una ocupación del 80%”, dijeron en el banco.

Según trascendió, en algunos casos el incremento fue mayor, llegando al 100%, e incluso se decidió el pago del año por adelantado. De esta manera, dependiendo del tamaño, los costos pueden llegar hasta los $1.600 anuales. Además, en muchos bancos consideran otro aumento hacia mitad de año. Sumado a la elevada y constante demanda, otro de los principales motivos del ajuste, argumentan en los bancos, es la escalda de precios en los costos administrativos del negocio. “La inflación y los precios desactualizados también fueron los motores”, justificaron en una entidad.

De este modo y lista de espera mediante, en muchos casos también han decidido ampliar la capacidad, incrementando el número de módulos y cofres. Es el caso del Galicia, por ejemplo, que en la última semana de diciembre anunció que han instaurado unas 3.100 nuevas cajas en su casa matriz. A pesar de la ampliación, el índice de ocupación sigue altísimo. Desde el banco aseguraron que ya están tomadas muchas de esas cajas, aunque no en su totalidad. “En promedio se solicitan entre 25 y 30 diarias”, señalaron. En el Francés, donde el índice de ocupación está en un 95%, reconocieron que “todos los años incrementamos el stock de cajas de seguridad y en los últimos 5 años duplicamos el stock”. “Se crean un promedio de 30 cajas por año”, detallaron.

De todas formas, la ecuación costo-beneficio de este negocio no es muy rentable para los bancos. Es por eso que hay muy pocos que promocionan el producto y que amplían sus módulos. “Toda la estructura y logística para montar el servicio es carísimo para el bancos, y en definitiva, más allá de los precios que abonan los clientes mensualmente, implica dinero inmovilizado”, explicaron desde una entidad de capitales nacionales.

Por lo general, el perfil de los clientes que optan por este producto es conservador. Y aunque se resigna rentabilidad, lo cierto es que hoy, salvo los bonos –que conllevan un riesgo significativo–, no hay alternativas atractivas de inversión en moneda dura. Los plazos fijo en dólares, por caso, tienen retornos muy bajos que no superan un exiguo 3% anual.

Fuente: El Cronista

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