sábado, 2 de mayo de 2009

Los patacones llegaron a EE.UU.: surgen monedas locales para enfrentar la crisis

En un país cuya moneda es referente y la principal reserva de valor para gran parte del mundo, parece increíble comprobar que la crisis financiera y la falta de liquidez hayan provocado el surgimiento de una serie de cuasimonedas locales, como fueron los Patacones y los Lecop en la Argentina de principios de siglo. Hoy, en varias localidades del interior de EE.UU., se puede pagar un café o un litro de leche con Plentys, BerkShares o Ithaca Hours, entre las más conocidas. Pero los economistas calculan que ya circulan en el país alrededor de 80 divisas comunitarias y que de profundizarse la crisis, el número seguirá en aumento durante este año.

De las cuasimonedas actualmente en circulación, la más antigua es el Ithaca Hours, de la ciudad de Ithaca, en el estado de Nueva York, más conocida por ser la sede de la Cornell University, una de las más prestigiosas de EEUU. Fue creada en 1991, en momentos en que la localidad atravesaba una severa crisis económica, como forma de aportar liquidez a la economía y evitar que la recesión se profundizara. Su uso es legal y permitido dentro del municipio y su nombre se refiere al costo de una hora de trabajo, equivalente a 10 dólares. Hay emitidos 12.000 billetes por un total de u$s 120.000, que son aceptados en alrededor de 1.000 comercios de la zona. Esta emisión es controlada por un comité municipal, que decide si la masa monetaria en circulación es la correcta o si hace falta emitir más dinero. Con los Ithaca Hours se pagan sueldos, impuestos federales, pero lo más importante para el municipio es que el dinero se gasta localmente y no se va a otros municipios, algo que critican numerosos economistas, porque genera proteccionismo.

"Cuando se estimula la economía local, se deja de traer productos del otro lado del mundo", afirmó en una entrevista Melissa Frey, una de las creadoras del Plenty (moneda de Pittsboro, en Carolina del Norte), que defiende el fortalecimiento de la comunidad ante una situación de crisis como la actual. "Nuestra sociedad tiene más conciencia de los desafíos actuales. Existe un gran interés por retomar el control de nuestras relaciones con los bancos y el dinero", agregó.

Sin embargo, a medida que la crisis financiera fue afectando a la economía estadounidense por la falta de liquidez y de créditos bancarios, más y más localidades adoptaron el modelo de Ithaca para salir del paso y evitar una recesión aún mayor en sus comunidades. Hoy ya no llama tanto la atención (en EEUU, porque visto desde la Argentina todavía parece increíble ver cómo nos parecemos a los estadounidenses con una crisis de por medio) hablar de Ithaca Hours, Plentys, BerkShares (de Great Barrington, Massachussetts), Bay Bucks (de Traverse City, Michigan) o Equal Dollars (de Filadelfia, Pennsylvania), por citar las de mayor circulación.

En momentos en que crece el desempleo en todo el país y el dinero escasea, estas cuasimonedas "aceitan" las economías locales además de aportar una unidad de medida. Se crean cuando un grupo de personas y de comercios se ponen de acuerdo para emitir una moneda sustituta que sea aceptada por todos ellos y que se pueda cambiar por dólares a un tipo de cambio fijado por debajo de la par (por ejemplo, 0,95 BerkShares = 1 dólar), pero que si se utiliza en los comercios, se lo toma 1 a 1 (incluso hay bancos que los aceptan). Por ahora, la experiencia se asemeja más a la de los clubes de trueque argentinos que a las emisiones de bonos provinciales de la segunda mitad de los años '80 o a las más recientes de patacones y lecop. Porque todavía no hay ningún estado que se haya lanzado a emitir cuasimoneda, pero da toda la sensación de que esto dependerá de la profundidad de la recesión actual.

De hecho, el origen de las monedas locales en EE.UU. data de la Gran Depresión de los años '30, cuando los bancos cerraban uno tras otro y no quedó más remedio que fabricar cuasimonedas para evitar que la actividad económica se detuviera del todo. Fue así que hubo estados, municipios, empresas, sindicatos y grupos de particulares que se lanzaron a emitir cientos de divisas que fueron desapareciendo a medida que la economía se fue reactivando.

Mejorar el atractivo

El problema con las cuasimonedas (que se vivió en la Argentina y que también puede suceder en EE.UU.) es de tipo inflacionario, cuando la emisión se vuelve indiscriminada. La moneda pierde valor y sólo enriquece a quien tiene el poder de emitirla. Esto pasó varias veces en nuestro país (incluso con los pesos) por lo que cuando vuelve la liquidez, siempre se privilegia las monedas más sólidas como el dólar. Pero para evitar este rechazo, los distintos emisores elaboraron, a lo largo de los años, ingeniosos mecanismos para hacer atractivas estas cuasimonedas. Es así que en los '80 la provincia de Salta organizaba todos los martes un sorteo con los números de serie de los billetes de sus bonos provinciales. Si los 3 últimos números coincidían con el resultado del primer premio de la lotería provincial, el poseedor de ese billete recibía 100 veces su valor. De esta forma, si alguien llegaba a Salta un lunes y pagaba en australes (la moneda nacional en ese momento), difícilmente iba a recibir el vuelto en bonos, porque todos los atesoraban para el sorteo del día siguiente. Así que no debería sorprender si más adelante aparecen premios con los Ithaca Hours o los Plentys estadounidenses.

No hay comentarios: