“Cuando un gerente llega a una empresa, recién a los dos años alcanza su nivel más alto de producción. De ahí tiene dos años más de pleno desarrollo y al quinto necesita cambiar: o se va o lo cambian”,
La receta “mágica” para que los ejecutivos confíen en la empresa y no se vayan transcurrido ese tiempo parece tener tres componentes.
“La compañía debe focalizar en el puesto clave: el resto de la empresa debe reconocerlos, hacerlos participar de programas especiales de formación y por último asociarlos de algún modo”.
Otro de los tips indica que se debe trabajar en la identificación emocional con la marca y por último ofrecer una propuesta competitiva. “Para eso es necesario indagar en los factores reales de motivación de cambio y enfocar el presente y el futuro del puesto”.
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