miércoles, 3 de septiembre de 2008

Argentina planea renegociar parte de la deuda en default

Se trata de una propuesta que se analiza en el Ministerio de Economía en la que los tenedores de títulos de la deuda argentina, en este caso el Barclays PLC, aceptarán bonos.

El proyecto se está analizando en la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía y será presentado a la Presidenta, Cristina Fernández en las próximas horas. La propuesta involucra a la deuda que la Argentina tiene pendiente desde diciembre de 2001 y no ingresó en el canje de 2005.

El monto total ronda los 20.000 millones de dólares. El plan fue elaborado, en principio, por uno de los bancos de inversión que actuaron como agentes de aquella operación liderada por Roberto Lavagna: Barclays PLC.

El posible acuerdo:

El esquema de acuerdo sugerido por Barclays consiste en lo siguiente: por un lado, aceptar una quita del 65% sobre el capital y, por el 35% restante, recibir bonos de descuento en dólares con vencimiento en 2033 emitidos bajo legislación extranjera; por otro, recibir tres unidades vinculadas con el crecimiento del PBI por cada 100 bonos entregados en el canje.

Los acreedores concederían que se les entreguen títulos y no dinero en efectivo por los intereses adeudados desde 2005.

En términos generales, el acuerdo asumiría el formato de una de las variantes ofrecidas por Lavagna hace tres años: la del "discount bond". La operación consiste en una oferta inversa, es decir, realizada por el tenedor de los títulos y no por el deudor.

Un mecanismo que los técnicos conocen como reverse inquiry.

El mensaje político:

En el contexto político argentino, esa peculiaridad prevé que los Kirchner puedan aducir frente a la sociedad que no fueron ellos los que se doblegaron reabriendo el canje de 2005, sino que fueron los acreedores los que bajaron la cabeza.

Varios analistas financieros encuentran que esta puesta en escena podría resultar verosímil. ¿Por qué sería conveniente a los acreedores?Uno de ellos lo explicó ayer así: "Hay muchos tenedores de deuda argentina en default que adquirieron sus papeles en 2006, en un contexto internacional de hiperliquidez.

Imaginaban que esos papeles podrían rendir más que otros activos si en 4 o 5 años el Estado reabría las negociaciones. La crisis que se vive en los mercados hizo cambiar esa valoración. "Hay muchos fondos de inversión golpeados que necesitan hacerse de dinero con urgencia. Y los títulos en default de la Argentina, a diferencia de los ya reestructurados, no sirven como garantía colateral para acceder al crédito. Por lo tanto, suena lógico que los tenedores de esos papeles quieran deshacerse de ellos en condiciones que no hubieran aceptado cuando los compraron."

También para el Gobierno las circunstancias son distintas de las del momento en que Néstor Kirchner juraba que no reabriría el canje. Ahora hay sospechas sobre su capacidad fiscal.

Conseguir dinero se ha vuelto dificultoso, como demostró la tasa de 15% que se le reconoció a Venezuela en la última colocación negociada con la administración de Hugo Chávez. Sin embargo, tal vez el motivo preponderante por el cual los funcionarios están dispuestos a escuchar la oferta es que la negativa a hacer un gesto amigable hacia los tenedores de bonos que quedaron fuera del canje es el principal obstáculo que, según los expertos, encuentra cualquier negociación de la deuda, en cabeza del Club de París, con otros países.

Si bien la sección internacional del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos se ha mostrado dispuesta a abogar por un acuerdo de ese pasivo en el que no intervenga el Fondo Monetario Internacional, los países cuyos ciudadanos resultaron más afectados por la cesación de pagos de la Argentina (Italia, Alemania y Japón) se han mostrado, de manera discreta pero firme, muy reacios a hacer concesiones. Sólo admiten excluir al Fondo de las tratativas si la Argentina salda sus compromisos con 2 o 3 pagos en efectivo, utilizando las reservas del Banco Central.

Un temperamento más flexible de parte de los Kirchner hacia los acreedores que no ingresaron en el canje de 2005 bajaría esa barrera. Por eso, la intransigencia de hace meses fue reemplazada por la intención de emitir nuevos bonos para esos tenedores de títulos.

El origen de la propuesta:

La propuesta que varios fondos de inversión canalizaron a través de Barclays fue introducida en el seno del oficialismo en marzo a través de algunos operadores de Néstor Kirchner.

Los papeles navegaron sin luces hasta ahora, mientras en Olivos se recitaba la misma letanía: no hay posibilidad de reabrir el canje. Sin embargo, en Hacienda la propuesta de Barclays -banco con el que Carlos Fernández y su secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, interactuaron cuando revistaban en Buenos Aires- comenzó a tener un atractivo desconocido en las últimas semanas. Claro, todavía falta la última palabra política de la Presidenta.

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