viernes, 17 de abril de 2009

El cartonero Warren Buffet

Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo, es el único del top ten que hizo toda su fortuna en la Bolsa.

 Pragmático, creador de las frases más ingeniosas e inteligentes en el ámbito bursátil, este genial inversor es quizás el gurú que aplica la estrategia más simple entre las exitosas: buy and hold (comprar y mantener) es su lema. Por supuesto, siempre que se trate de comprar un buen activo y a un precio interesante…

 Inversiones realizadas por "el Oráculo de Omaha" en firmas como American Express, Wells Fargo y Coca-Cola, por citar sólo algunas, terminaron siendo grandes negocios un par de décadas más tarde. Gracias a este tipo de aciertos, desde 1965 hasta el presente la rentabilidad del fondo que administra, Berkshire Hathaway, promedia el 23,3% anual y prácticamente duplica el rendimiento del índice S&P 500 estadounidense.

 Dicho esto, los invito a realizar un ejercicio mental: supongamos que Buffet hubiese nacido en la Argentina varios años después y hubiese pretendido desarrollar su estrategia de inversión en la Bolsa de Buenos Aires. ¿Cuál sería hoy el resultado?

 Tomando datos reales, imaginemos que Buffet "el argentino" decidió comprar el 16 de enero de 1992 acciones de tres de las más representativas empresas locales, hoy en actividad:

 Banco Francés, Acindar y Molinos.

 ¿En cuánto habría incrementado su riqueza casi 17 años después? O mejor: ¿Habría incrementado su riqueza? A continuación, los precios en pesos de cada una de las compañías al inicio de la jugada y al presente: 

De los datos surge lo siguiente:

Con las acciones de Banco Francés, habría perdido 63% sólo en términos nominales. Es decir, sin calcular la pérdida de poder adquisitivo de esos nominales a causa de la inflación. En dólares, en tanto, habría pasado de lucir papeles de US$ 8,60 cada uno (la paridad del peso era de 1 a 1 en el '92) a contar títulos por un precio individual que hoy no llega al dólar.

 Con Acindar habría cedido el 39% de su capital en términos nominales (nuevamente omitimos el cálculo de la inflación), mientras que en dólares habría perdido casi un 82% de su inversión, dado que cada papel pasó de costar US$ 9,40 a 1,70.

 Finalmente, Molinos Río de la Plata puede calificarse como la inversión más lucrativa de nuestro Buffet imaginario. La acción "apenas" cayó un 14% nominal durante el período citado, al tiempo que en dólares pasó de cotizar a US$ 10,50 a operar a 2,70.

 En conclusión, si Warren Buffet hubiese nacido en estas tierras, su carrera como inversor no habría trascendido y sería más probable encontrarlo liderando un sindicato de cartoneros que mencionado en la tapa de los diarios como asesor estrella del Gobierno.

 Comprar y mantener, por lo menos en la Argentina, no promete el cielo.

 

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