Con suma reserva el Gobierno avanza en las negociaciones con varios organismos internacionales para cerrar la llegada de un paquete de créditos multimillonarios para el país. Según pudo confirmar El Cronista, las conversaciones están casi concluidas y en los próximos 10 días se haría un anuncio formal.
Los fondos provendrían de tres organismos: el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), y servirían para asegurar la caja oficial hasta las elecciones.
La idea es evitar cualquier sobresalto en el área económica hasta fines de junio. Y la llegada de dólares frescos –adicionales a los ya acordados– es vital en un contexto de crisis mundial y cuando el dólar (pese al respiro de los últimos días) continúa muy demandado.
Fuentes oficiales aseguraron que los anuncios se harían en las próximas dos semanas. “Antes de la Asamblea del FMI y el Banco Mundial (que arranca el 20 de este mes) debería estar todo acordado, e inclusive ya deberíamos estar recibiendo algún desembolso”, adelantó el informante.
Aunque aun no está cerrada la cifra final, el monto mínimo que pretende el Gobierno se ubica entre los u$s 1.000 y $ 1.500 millones. Son préstamos que llegarían todos juntos y en una única operación por organismo. El caso más palpable en este sentido es el del Banco Mundial, uno de los créditos que está más avanzado. El organismo tradicionalmente firma con los países el denominado Country Assistance Strategy (CAS, en inglés), un programa de préstamos plurianuales con objetivos de cumplimiento. Pero dada la demanda de diversas naciones que tiene actualmente la entidad, ahora está negociando caso por caso y préstamos puntuales sólo para este año. La Argentina tiene altas chances de sellar un convenio de este tipo en breve.
También está encaminado un préstamo similar con el BID, que el ministro de Economía Carlos Fernández terminó de gestionar dos semanas atrás durante la Asamblea Anual de esta institución que se desarrolló en Medellín, Colombia. El paquete global de créditos se terminó de gestionar durante la participación de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la Cumbre del Grupo de los 20 en Londres y en base al nuevo ordenamiento y reestructuración del sistema financiero internacional que acordaron los líderes de los principales países del mundo. “Veremos si finalmente todo lo que se dijo se cumple. Seguramente va a ser una oportunidad para testear cómo avanza en la práctica la declaración conjunta del G-20”, confió una fuente del Gobierno.
Con la recaudación erosionada por la inflación y la desaceleración del nivel de actividad interna las cuentas públicas lucen más endebles que meses atrás. Se suma a ello la escasez de dólares, dado que para este año se estima que la balanza comercial caerá en torno al 50%. Y aunque la situación no es crítica, Cristina ordenó despejar el frente financiero al menos hasta las elecciones.
El acuerdo entre el BCRA y China fue un paso en este sentido. Como adelantó este diario en su edición del 31 de marzo, el Gobierno negocia con un pacto similar con la Reserva Federal de EE.UU. Pero las conversaciones en este caso aun están muy verdes y la administración de Barack Obama todavía estudia el pedido argentino. Así se lo hizo saber ayer la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, al canciller argentino, Jorge Taiana.
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