viernes, 3 de abril de 2009

Pocas empresas definen su política salarial 2009

Un panorama incierto, que anticipa revisión de presupuestos, recorte de algunos beneficios y una inclinación a otorgar menores ajustes salariales, es el clima que se respira en las gerencias de Recursos Humanos.

A esa conclusión llegó una encuesta de Ernst & Young que relevó las expectativas y comportamiento de las empresas locales.

“Un 43% de las firmas relevadas dijo que otorgará aumentos este año mientras que un 54% respondió que está evaluando el tema”, expresa Cristian Marzik, director de la división Human Capital de Ernst & Young, que llevó adelante el sondeo sobre 123 compañías de distintos sectores de actividad.

“Dentro del primer grupo, el 25% de las empresas todavía no tiene definido qué tipo de acción salarial llevará a cabo, lo cual nos muestra que a este momento, solo el 18 % de las firmas relevadas en la muestra tiene claramente definida su estrategia anual de compensaciones”, afirma Marzik. “Predomina la cautela”, justifica.

“Cabe destacar que el año anterior, para esta fecha, el porcentaje de empresas que iban a aplicar incrementos salariales era muy superior a la muestra actual: 84% iba a realizar algún tipo de medida y el 13% se encontraba bajo análisis ­advierte el analista­. Esta tendencia es un reflejo de la actual situación.” Es que a medida que se aceleró la baja de la actividad económica, se modificaron las previsiones. Las revisiones no están beneficiando a los ejecutivos ni al grueso de la masa salarial. “Las empresas están a la espera de lo que suceda a nivel macroeconómico. A finales del año pasado se preveía dar un ajuste promedio del 18% en 2009, mientras que ahora dicen que otorgarán un 15%.”, agrega Marzik.

En espera otra variable que se seguirá de cerca son las negociaciones salariales con los gremios. Para Marzik, las empresas están a la expectativa de los resultados de las paritarias para luego efectuar los aumentos al personal fuera de convenio. “En la medida en que las negociaciones con los sindicatos se vayan postergando, no sorprendería que algunas compañías otorguen estos ajustes a partir del segundo semestre”, considera.

“Según lo informado por las empresas de la muestra ­prosigue el analista­ la tendencia es otorgar incrementos salariales por debajo del porcentaje previsto en el presupuesto durante el primer semestre del año. De esta manera, se reservarán la diferencia para el segundo semestre con el fin de realizar entonces ajustes más selectivos y de acuerdo con la tendencia de mercado y el contexto económico”.

En cuanto al pago de los bonos variables que corresponden al ejercicio 2008, “éstos se están abonando”, informa Marzik. “El sistema de pago variable va a continuar ­añade-, pero probablemente se cambien algunos indicadores, adaptándolos al nuevo contexto, y se reduzca la cantidad de sueldos que se pagan bajo ese concepto.” Menos beneficios Como parte de la creciente presión de los directorios por reducir costos, las empresas tenderán a revisar y optimizar el presupuesto de RR. HH. “Encontramos que se suspendieron las fiestas de fin de año; se está cancelando la organización de eventos especiales; se elimina la entrega de obsequios y se reduce la cantidad de viajes, tanto locales como al exterior, manteniendo solamente aquellos que realmente sean requeridos”, precisa el ejecutivo de Ernst & Young.

“También se está suspendiendo o reduciendo la práctica de pagar posgrados o maestrías a los empleados como consecuencia del alto costo de los mismos. Sólo se está brindando este beneficio en el caso del personal clave o cuando se presenta una necesidad de capacitación muy específica”, reconoce Marzik.

Respecto de la política de telefonía celular, “la mayoría de las empresas que brinda este beneficio, antes lo hacía sin controles exhaustivos ­afirma el consultor­. Pero a partir de la crisis está controlando y limitando el beneficio. Por ejemplo, se otorga el celular sólo para determinadas posiciones o se limitan los minutos bonificados”.

La capacitación, además, está tendiendo a concentrarse en temáticas muy necesarias y con resultados directos en la gestión. “Algunas empresas mantienen el nivel de actividad pero con instructores internos”, cierra Marzik. Esto implica que las maestrías de las universidades sentirán el impacto.

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